El fabricante mexicano de popotes de aguacate que se degradan en 8 meses

Su mayor demanda es en el extranjero, donde se comercializa el 80% de la producción

"Siguen contaminando aunque se degraden en menos tiempo", considera Greenpeace México

Lo que empezó como un proyecto universitario pronto se convirtió en un negocio triunfador y amigable con el medio ambiente. Empujado por la creciente tendencia de dejar de usar plásticos de un solo uso como los popotes o pajitas, Scott Munguía (Monterrey, 1991) creó una empresa dedicada a la fabricación de utensilios hechos de plástico biodegradable, también conocidos como biopolímeros. Su trabajo fue seleccionado por el MIT Technology Review en 2015 como parte de los 35 proyectos innovadores creados por menores de 35 años.

Desde el año pasado, varias campañas del Gobierno y de empresas como Starbucks se enfocaron en minimizar el uso de plásticos de un solo uso como los popotes, cuyo uso medio es de veinte minutos, pero que pueden permanecer en el ambiente hasta 100 años. Este esfuerzo volcó la atención en la firma Biofase, que utiliza desechos industriales de hueso de aguacate como su materia prima. “Gracias a la demanda de los consumidores que buscan alternativas al plástico es como hemos crecido”, dice Scott a Verne, vía telefónica.

Esta firma tiene tres plantas ubicadas en el Estado de Michoacán (en el oriente de México) con poco más de 250 empleados dedicados a la extracción de resinas de los desechos de aguacate y empaquetación. Manufactura entre 300 y 400 toneladas de cubiertos y pajitas al año. En México se comercializan alrededor de 5.000 toneladas anuales, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de la Industria del Plástico.

Aunque en México la producción de bioplásticos crece, la mayor demanda de biopolímeros proviene del extranjero. Según Scott, casi el 80% de sus productos se exportan a doce países, entre los que destacan Estados Unidos, España, Reino Unido y buena parte de Centroamérica. Este dato, sin embargo, no es un indicativo negativo para el emprendedor, pues indica que el crecimiento en ventas en México lo llena de esperanza. “En México no vamos lento sino todo lo contrario, vamos muy rápido en cuanto a que los consumidores hoy exigen soluciones distintas al plástico”, comenta.

Aunque el uso de bioplásticos no es una solución total al problema de la contaminación de los mares. Miguel Rivas, coordinador de la campaña de océanos de Greenpeace México dice a Verne que se trata de una iniciativa positiva, pero los utensilios hechos a base de compuestos orgánicos (como el hueso de aguacate), siguen siendo una fuente importante de contaminación. "Digamos que es un tipo de contaminante más eco-friendly porque duran menos tiempo en el ambiente, pero sigue fomentando el consumo de un solo uso", dice en entrevista. "Lo que debemos plantearnos es si realmente necesitamos usar un popote. La respuesta es no, no lo necesitamos", comenta.

Datos de Greenpeace compartidos a Verne señalan que alrededor de mil millones de toneladas de bioplástico a nivel mundial no son usados por personas, sino que se fabrican como materiales de embalaje o empaques industriales. "Aunque se promueven como alternativas sustentables a los plásticos convencionales, los bioplásticos pueden contaminar tanto como lo hacen los demás plásticos", dice Rivas. "No estamos en contra, pero es mejor no usarlos".

Biofase comercializa cubiertos y pajitas que se degradan en ocho meses. En los próximos meses lanzará una línea de vasos y platos. Foto: Cortesía Biofase.

Los cubiertos y popotes de Biofase se elaboran con una resina que se obtiene del hueso de aguacate con un proceso patentado por la empresa. “Trabajamos con varias empresas que antes tenían un problema con este desperdicio”, detalla Munguía. México es el principal productor de aguacates en el mundo con un total de un millón 644.000 toneladas en 2017, según datos del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria.

Munguía señala que en los próximos meses están por lanzar una serie de contenedores (platos y vasos) elaborados con este mismo material. Sin embargo, los precios de venta siguen siendo uno de los principales obstáculos para su comercialización, ya que son mayores a los productos elaborados con polímeros de petróleo. Una caja con 2.000 pajitas de hueso de aguacate tiene un costo de 529 pesos (unos 25 euros), mientras que su similar de plástico se adquiere desde 200 pesos (unos 9 euros). 

“Toda la industria está trabajado para reducir los precios”, comenta. En el último año la empresa redujo cinco veces el precio de los popotes, buscando con esto ser más competitivo, aunque aún su precio sigue siendo mucho mayor. “Yo soy optimista, creo que en cinco años más del 40% de los plásticos que usemos serán biodegradables”, concluye el empresario. Los popotes de aguacate solo se pueden adquirir por Internet en la página del fabricante, mientras que los productos de plástico se pueden comprar en cualquier supermercado.

Más de ocho millones de toneladas de plástico terminan en el mar cada año y pocos son los residuos que se reciclan. Solo 1% de los plásticos utilizados utilizados para utensilios como cubiertos y popotes tienen un tratamiento adecuado, de acuerdo con Greenpeace México. De no tomar medidas para reducir el consumo de plásticos de un solo uso, se estima que para el año 2050 habrá más plásticos que peces en los océanos.

El proceso de extracción de la resina del hueso del aguacate está patentada. Foto cortesía Biofase.