Aunque tiene más de un mes que Benjamín empezó a trabajar en casa, no ha dejado de asistir al consultorio de su psicólogo, ya que lo considera una actividad esencial. “Con las medidas de seguridad adecuadas”, dice a Verne, vía correo electrónico. “En mi casa no puedo hacerlo bien porque está mi pareja y no tengo un espacio privado, además de que es mi tiempo”, comenta el trabajador público de 29 años.
Caso contrario es el de Andrés, quien cree que es importante atender la recomendación de la autoridad por la contingencia de la covid-19 y no salir de casa, por lo que empezó a tomar terapias vía remota. “Empezamos por llamadas de WhatsApp, pero eran muy inestables y nos mudamos a videollamada. Llevo tres sesiones así”, indica, vía telefónica. “Aún no puedo decir si me ha ayudado o no, porque solo hablamos de cómo transitar la pandemia”, indica el editor de 31 años.
El estar confinado en casa y escuchar frecuentemente noticias sobre la pandemia de la covid-19 aumentan los casos de depresión, ansiedad y otros malestares emocionales. “La importancia de mantener la salud emocional es muy grande porque determina una gran cantidad de acciones que podemos hacer en función a acciones de seguridad en torno a nuestra persona”, explica a Verne Juan José Sánchez Sosa, profesor emérito y doctor en Psicología por la UNAM. Las autoridades sanitarias en México recomiendan mantener la salud mental y han puesto a disposición varios números para asesoría psicológica.
¿Pero la atención psicológica a distancia funciona para todos? “Si bien no le sirve a todos, puede ser muy útil para la gran mayoría, aunque se tienen que tomar en cuenta varios factores”, dice Sánchez. Si hay varios miembros de la familia en casa y no hay un espacio propio, puede ser un obstáculo para que sea efectiva, dice a Verne Ana Paola Sáenz, académica de la Universidad Iberoamericana. “Se tienen que dar condiciones para poder tomar terapia mediante medios electrónicos: mantener un espacio de confianza, confortable y confidencial es lo primero”, detalla, vía telefónica. Para este periodo de confinamiento por el nuevo coronavirus, ambos expertos coinciden en que hay dos tipos de asistencia psicológica: el consejo psicológico y la terapia a distancia.
Consejo psicológico
Estrella nunca había sentido la necesidad de asistir a terapia hasta que pasó dos semanas trabajando desde su casa sin salir ni siquiera por alimentos. “No me concentraba, no podía dormir, me empecé a sentir muy angustiada por esta situación”, cuenta, vía telefónica. “Siempre he podido enfrentar mis problemas y no sentí necesario pedir ayuda a un psicólogo hasta ahora, por eso llamé a la línea de la UNAM donde me dieron consejos para respirar y otros que me han ayudado”, detalla.
Para Sánchez este tipo de ayuda remota es muy efectiva si es que no se habían identificado problemas emocionales previos. “El consejo psicológico no trata problemas crónicos, sino que examina la situación de la persona que requiere la ayuda sobre problemas inmediatos”, dice. Los especialistas que atienden este tipo de casos, deben tener un entrenamiento especializado en atención de crisis por medios electrónicos. “Se brindan estrategias para que no se afecte más la estabilidad del individuo y se contenga una posible crisis”, comenta el académico de la UNAM. De acuerdo con un estudio de la Asociación Estadounidense de Psicología (APA, por sus siglas en inglés), los tres problemas más frecuentes en el confinamiento son la ansiedad, el estrés y la depresión.
Psicoterapia a distancia
La ayuda a distancia suele ser mucho más efectiva cuando ya se han tendido vínculos de apoyo con un especialista en salud mental. “Cuando una persona continúa un proceso terapéutico las dificultades pueden ser menores y se derivan de cosas como la conectividad a internet, fallas en la electricidad”, dice Sánchez Sosa. “Las personas que ya tienen trabajo terapéutico tienen mayor efectividad”, coincide Sáenz. “Aunque el terapeuta no pueda tener el mismo control que en una sesión presencial, ya se tienen lazos de confianza”, indica la psicóloga de la Ibero.
“Yo prefiero las sesiones presenciales, porque me distraigo mucho viendo si se escucha bien y otras cosas que pasan en la casa”, dice Andrés. “No descarto que ayude un poco, pero en cuanto pueda regresaré al consultorio”, detalla.
La pandemia también podría detonar una inestabilidad emocional que resulte ser mucho más compleja y que no solo requiera un consejo o llamada. “Mientras más viejo sea el problema y menos se haya atendido, menos es probable que funcione”, dice Sánchez.
Sin embargo, dejar sin tratamiento un problema de salud mental es lo peor que se puede hacer en estos casos. “Si la persona cree que necesita ayuda, debe llamar, pedirla”, dice Sáenz. “Hay muchas alternativas gratuitas para canalizar y poder hacer un tratamiento adecuado”,detalla.
¿A dónde acudir?
Línea de apoyo de la Secretaría de Salud por teléfono desde cualquier lugar de México y sin costo: 800 004 4800 y 800 911 2000.
Línea de apoyo de la facultad de Psicología de la Universidad Iberoamericana: 55 4172 0417.
Departamento de Psiquiatría y salud mental de la UNAM en línea haciendo clic en este enlace.
El Consejo Ciudadano de Ciudad de México ofrece un chat de seguridad y atención vía WhatsApp al número 55 3355 5533.
Para saber más
-Aquí puede seguir la última hora sobre la evolución de la pandemia
- El mapa del coronavirus: así crecen los casos día a día y país por país
- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus
- Guía de actuación ante la enfermedad
- En caso de tener síntomas, estos son los teléfonos que se han habilitado en cada país de América Latina.