Personal de limpieza, basureros, enfermeros, médicos, celadores, auxiliares de ayuda a domicilio, cajeros, reponedores, repartidores de productos... La crisis sanitaria del coronavirus ha hecho que prestemos la máxima atención a la labor de estos colectivos profesionales, que se han expuesto en primera línea y se han revelado como esenciales.
Muchos de estos profesionales apenas han descansado en las últimas semanas, por lo que, como reconocimiento a su labor, la tienda de cómics online We are SuperHeroes (Wash) ha emprendido un proyecto para contar la historia de estos superhéroes de la vida real.
Cuando el Gobierno decretó el estado de alarma el pasado 14 de marzo, los dueños de Wash decidieron dejar de hacer envíos por responsabilidad. "No queríamos exponer a las personas con los pedidos", dice el director de la tienda, Nacho Marugán, de 38 años. Sin embargo, no se quedaron quietos. "Tuvimos la idea de homenajear a los trabajadores esenciales mezclándolos con la fantasía del mundo de la viñeta para crear un cómic de superhéroes con ellos", cuenta a Verne Marugán. Al fin y al cabo, "las grandes hazañas se componen de pequeños gestos", resume Marugán casi a modo de eslogan
De ahí nació Tiempo de Superhéroes, una historia de superhéroes reales que ya solo necesitaba ilustradores interesados en llevar a buen término la obra. "Necesitábamos artistas que combatieran la oscuridad que estábamos viviendo a golpe de ilustración", cuenta Marugán. Al final, seleccionaron a 15 artistas que han creado 15 portadas de cómic, cada una con un héroe de la pandemia.
Uno de ellos es Marcos Álvarez, de 27 años. Su ilustración convierte a una trabajadora de la limpieza en una superheroína dorada. En su caso, encontró cerca el ejemplo para inspirarse: "Mi madre trabaja limpiando las estaciones de Renfe y me pareció la mejor forma de rendirle un homenaje, a ella y a todos los trabajadores de la limpieza", explica a Verne Álvarez.
A Álvarez lo contactaron por Instagram para ofrecerle participar en el proyecto y, sin dudarlo un minuto, aceptó. "Los limpiadores nos están cuidando todos los días para que no nos contagiemos en el transporte público", dice. "Este trabajo no se valora todo lo que se debería".
El azar quiso que la madre de Álvarez, Yolanda, tuviera un regalo sorpresa por el Día de la Madre después de más de 50 días combatiendo en el transporte público el coronavirus, el principal villano mundial desde hace meses.
Caminando junto a su hijo por la Gran Vía de Madrid, a la altura del Palacio de la Prensa, pudo ver la ilustración de Álvarez, que estaba siendo proyectada en las pantallas gigantes que dan a la plaza de Callao. Se reconoció enseguida. "Mi madre se emocionó mucho. Fue el mejor regalo", recuerda el dibujante.
El arte, tal y como lo entiende este autor, ha de ser un instrumento para iluminar vidas apagadas por el desánimo tras meses de encierro. "La Covid-19 ha traído mucha oscuridad, y yo quiero dar luz haciendo a la gente feliz", dice. Lo único que necesita para crear sus ilustraciones son su imaginación y una aplicación que tiene en la tablet: allí, sus dibujos cobran vida.
El Palacio de la Prensa, Correos y Ecoembes supieron de esta iniciativa y cedieron a Wash espacios en los que mostrar las obras. En las pantallas del Palacio de la Prensa puede verse cada día una portada de cómic. Los dibujos van acompañados de textos del publicista Álvaro Palma.
Otra de las artistas que participó en el proyecto es la ilustradora Loreto Manzanera, de 25 años. Manzanera se inspiró en una serie de animación de su infancia, La banda del patio, para hacer la portada que homenajea a los profesores. "Cuando era pequeña, siempre pensé que la profesora de vestido amarillo de la serie era un gran ejemplo de enseñanza", confiesa a Verne.
Una vez Manzanera tuvo el boceto hecho a mano, lo empezó a copiar en el ordenador, en el que le hizo los últimos ajustes. Esta portada todavía aún no ha salido en las pantallas del Palacio de la Prensa. "Me hace mucha ilusión ir a verla, pero no entra dentro de mi kilómetro de paseo diario, así que no sé si podré hacerlo", afirma Manzanera.
El proyecto, que nació en la virtualidad del confinamiento, ha saltado a las calles del mundo real. "La campaña ha alcanzado a más de 200.000 personas y hemos tenido más de 10.000 reacciones en redes sociales", afirma Marugán.
A pesar de que las librerías ya pueden abrir con cita previa y en Wash ya han retomado los envíos, aún no han desvelado una de las ilustraciones porque quieren que sea sorpresa. "Es un homenaje a todas las personas que han perdido a un ser querido en la pandemia", desvela Marugán.
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