Es probable que, desde el pasado viernes 29 de mayo, te hayas cruzado con una portada de la revista Time en la que la silueta de Donald Trump se recorta como si fuese el bigote de Adolf Hitler. La ilustración está acompañada por el siguiente mensaje: "Racismo. El virus más grande". Un solo tuit compartido ese día con esa imagen supera las 40.000 interacciones:
Esta portada reunía en su mensaje dos cuestiones de máxima actualidad. Por un lado, la palabra "virus", una alusión a la pandemia que, a 1 de junio de 2020, ya ha costado la vida a más de 370.000 personas en todo el mundo. Por otro, la palabra "racismo", especialmente de actualidad por las manifestaciones en diversas ciudades estadounidenses contra el racismo en las fuerzas de seguridad después de la muerte por asfixia de George Floyd, un hombre negro, durante su detención a manos de un policía blanco en Minneapolis.
Sin embargo, una lectura atenta de la portada permite saber que no es real. El periodista de El País Javier Salas, por ejemplo, ha analizado la portada en un hilo de Twitter y menciona algunas de los ingredientes que la vuelven sospechosa.
Entre estos, destaca que la portada no tenga fecha, que no aparezca en el archivo online de portadas de la propia revista Time ni en sus redes sociales, o que la misma ilustración (aunque sin las letras de la revista) lleve circulando varios años en las redes sociales de su autor, el viñetista belga O. Sekoer, según se lee en la firma.
De todos los ingredientes que apuntan hacia la falsedad de la portada, una búsqueda por el nombre del viñetista es una buena manera de saber que la ilustración nunca ha aparecido en la portada de la revista Time. La persona que firma con ese seudónimo es el artista belga Luc Descheemaeker. Y un vistazo a su página de Facebook nos permite averiguar que creó esa imagen en 2016 y que lleva varios años circulando por diversas exposiciones.
En sus cuentas de redes sociales además, vemos que no es la primera ni la única vez que ha diseñado una portada falsa de la revista Time a partir de alguna de sus ilustraciones. El 23 de septiembre de 2019 publicó en su cuenta de Twitter una portada falsa con el rostro de la activista Greta Thunberg. Y el 29 de mayo de 2020 publicó en su cuenta de Facebook una portada con otra de sus caricaturas de Trump (aunque en este caso no se le vea la cara, aparecen sobreimpresas unas declaraciones suyas recientes).
La portada que mezcla a Trump y a Hitler también ha viralizado en Francia, y el diario Le Parisien se ha puesto en contacto con Luc Descheemaeker, quien ha reconocido ser el autor (la compartió en su cuenta de Twitter el pasado 17 de mayo), pero ha negado que su intención fuese engañar a los usuarios de redes sociales: "Yo he creado una imagen. Una imagen que se parece a la portada de una revista. Es surrealismo, como la obra Esto no es una pipa, de René Magritte. He creado una imagen sobre los días sombríos y surrealistas en Estados Unidos. Yo no pretendo que sea una portada, sino que sugiero una idea: ¿Qué pasaría si esta imagen fuera una imagen real?", concluye el autor.
La aplicación de una mirada crítica, pues, permite saber que estamos ante una portada falsa. El periodista Javier Salas lo recuerda en el último tuit de su hilo: "Este es un ejemplo muy burdo, pero sirve para mostrar algunos recursos anti-fakes. Si algo te mola mucho y está pidiendo retuit, hay que dudar, porque eso es lo que viraliza".