Ahora que no podemos vernos tanto como nos gustaría, es fácil recordar todas esas cosas que no hemos dicho a las personas de nuestro entorno: desde mensajes de cariño a confesiones. ¿A quién estás agradecido y no se lo has dicho lo suficiente? ¿Qué promesa has hecho para "cuando todo esto pase"? Es el momento de mandar esos mensajes que no hemos enviado. Hasta ahora.
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Cada día, cuando me despierto, pienso en la ilusión que me hacía cuando cada día acudía a vuestra casa y la primera cara que veíais al despertar era la mía. Pero esto pasará y volveremos a estar juntos a diario. Los papás irán a trabajar, os acompañaré al colegio y comeréis en casa de los yayos.
Besos
Después de estar más tiempo escribiéndonos por WhatsApp que viéndonos en persona por culpa de los 'viruses', te esperaré con los bombones y el sacacorchos. ¡No faltes a la cita! Besos.
Hemos pasado juntos esta maldita enfermedad, y los dos hemos sufrido viendo cómo lo pasaba el otro.
Yo ya me he incorporado a trabajar en el hospital, y a ti te espero pronto, para seguir haciendo lo que mejor sabemos hacer: sanar enfermos.
Queridas hermanas:
No podrá ser la semana que viene, como esperaba. Pero será algún día de este año cuando nos podamos volver a ver. Os echo de menos, lo creáis o no. Besos
Hemos pasado mucho más de un mes sin vernos. Pero cuando te dije el último adiós en marzo, no sabía que no podría volver a tu casa en Dios sabe cuanto tiempo. Si lo hubiera sabido, te habría abrazado un poco más fuerte, te habría besado sin vergüenza delante de todo el mundo y te habría dicho que todo esto se pasará. Cuídate, amor.
¡Cómo os echo de menos! Tengo tantas ganas de veros que las horas me duelen. Necesito veros y abrazaros, sentir vuestras voces que llenan de vida esta casa. Necesito abrazaros mas que nada en el mundo.
¡Os quiero tanto!
Perdona por cada momento en el que no hice lo suficiente para dejar de estar molestos.
Perdona por no hacer con más rapidez nuestros planes.
Perdona por no abrazarte mas las veces que quería hacerlo, ahora me hacen falta.
Ahora entiendo que puedo ser mejor... Para nosotros.
Espero con ansias que termine la pesadilla de estar sin ti. Te amo.
Madrecita buena, ¡cuánto te echo de menos! No sé vivir sin tenerte a mi lado, cuidándote. Llevo casi un mes sin salir de casa y a pesar del tiempo que hace que te fuiste de mi lado, te tengo muy presente. Miro tu cama vacía y me consuelo pensando que al menos, no has conocido esta maldita pesadilla. No creo que la vida vuelva a ser la de antes, tampoco sé si lograré salir de casa algún día. No tengo miedo a morir, sí a sufrir. Recuerda mi despedida de buenas noches: "te quiero con todo mi alma".
Estos días estoy viendo muchas películas románticas siempre me han gustado. Pero desde que estamos juntos son mucho mejores porque soy capaz de ver los reflejos de lo que tú y estar contigo me hace sentir. Deseando verte
Querida Aída:
Felicidades por tu primera década de vida, memorable sin duda.
Pronto, todos volveremos a las calles para celebrar la Vida.
Y tú volverás a ganar medallas, nacionales y olímpicas, y serás la admiración de amigos y amigas.
Y cuando llegue el verano, iremos juntas al río, y bailaremos y jugaremos cada día, sin medida.
Y recibirás muchos abrazos, regalos y sorpresas inauditas que bien se merecen tus 10 años siendo una excelente niña, valiente y curiosa, brillante y digna.
Estoy muy orgullosa de ti
La Tita
Cuando te vuelva a ver, voy a darte un abrazo enorme, y reír y sonreír a tu lado. Las gracias por ser cómo eres... ya te las doy ahora. Ánimo... Cada día es un pasito para la normalidad.
Cuando nos escapábamos a la hora de comida a tu casa para pasar tiempo juntos, tirados en un colchón en ese departamento sin muebles, nunca me imaginé que 8 años después seguiríamos juntos y seríamos una familia.
Me gustaría viajar al pasado, como a 2015 o 2016. Ser unos años más joven y también algo más ingenuo. Escuchar con emoción los Allah-Las, Mystic Braves y Night Beats contigo. Pensar que no se puede ser más afortunado y que todo el mundo se muere de envidia al vernos. Pero hoy es 15 de abril de 2020 y vivo en casa de mi madre. Y nada de esto es posible.
Y ahora también es un Parchís en la terraza, una coca cola con hielo y limón y un beso al cruzarnos por el pasillo. Solo nos faltaba una cuarentena y tambien la hemos pasado. Te quiero
Mirar la luna, leer una al lado de la otra, bailar, cantar un canción en el coche, tomar un batido, pensar en el próximo plan, llamar a Laia, bucear...Todo es increíble a tu lado!! Porque pasar tiempo contigo es disfrutar el doble
Amiga, hoy ordenando la habitación he dado con la tarjeta que me regalaste en los reyes de 2019. Un año después estábamos gozándola en BRASIL. Te echo mucho mucho de menos...Primero Polonia y ahora esto...tengo ganas de abrazarte. Te quiero amiga.
Este 2020 nos ha traído grandes sorpresas, pero ninguna tan grata como tú en mi vida, quédate siempre en ella.
Hola, querido padre. Añoro verte aparecer por mi puerta con ese canasto de huevos que te delata como un viejo de los de antes, de esos que crían sus propias gallinas. Cada vez que abro una botella de vino, aparece tu imagen en mi cerebro sin que yo pueda evitarlo, no sé muy bien cuál es la conexión. Ya volverán los brindis por la salud y por el simple hecho de festejar que estamos juntos como de costumbre. Te quiero padre, aunque eso ya lo sabes. Beli
Tú y yo juntos cada día. De estas semanas recordaré nuestras mañanas, alargando cada minuto en la cama antes de despertarnos, compartir desayuno juntos y preparar café y dos tostadas, y si tenemos suerte, disfrutar de zumo de naranja recién exprimido. De los paseos alrededor de la casa, Bremen y sus 1001 aventuras, enseñarte nuestras comidas típicas valencianas, las videollamadas con amigos, la saga de HP, ver la nueva temporada de LCDP, intentar seguir una rutina, los cursos online, aprender valenciano, español y alemán a la vez y nuestros besos. Te quiero mucho
Nos despedimos en una estación de tren vacía y silenciosa. Fue una despedida rápida: nos ibamos a ver en las próximos días...
Los días se hiceron semanas, y las semanas se convirtieron en un mes...
Todos los días, cuando me acuesto, el vacío de ese andén me invade y solo anhelo tu cuerpo, tu sonrisa y tu genio. Y solo me reconforta un pensamiento: una noche menos, una noche menos para estar durmiendo junto a ti...
Querido hijo, gracias por tu mensaje que nos alienta y reconforta. Que mis lágrimas por tenerte tan lejos junto con la esperanza de que algún día estés cerca, sirvan para darte a ti también esa fuerza que nos mandas. Y, cuando tu ánimo decaiga, piensa que te quiero muchísimo, que te queremos todos.
Un abrazo con mi mayor fuerza como el que te daré cuando nos veamos.¡Cuídate mucho! Mamá
Gracias por vuestra capacidad de adaptación, lucha, entrega y solidaridad. Por vuestro cariño siempre, por ser capaces de adaptaros sin rechistar a esta situación pese a ser momentos tan complicados. A ti mamá, por ser "Asunción", cuidarnos a todos, darnos tu cariño y hacer siempre que todo el mundo que llega a la familia se sienta en cómo en casa, por ser tan luchadora y trabajadora; y a ti papá, "el Pascu", por tu generosidad y ayuda con todo el mundo, por enseñarnos tanto y por tu esfuerzo, tu trabajo y entrega toda la vida con los demás.
Aunque se retrase la boda, para mi todos los días contigo son un: si quiero!!!Tqmymm
Ya no habrá más espera. Ni cafés a media mañana ni sábados amargos. Los lunes volverán a ser un día más de la semana. ¿Quién me diría que ese 9 de marzo sería la última vez? Pedí a los astros que me ayudasen. Una señal me valía. Necesitaba tiempo. Aunque una pandemia ha sido demasiado... Si superamos esto, ya no hay mucho más que pensar. Nada será como antes. Y seré feliz, cuando todo pase.
Son días duros sin poder abrazaros o daros ese beso que os daba cada vez que os iba a visitar. Pena de verte pasando un dolor insoportable por no haber podido operarte por este maldito virus. Pasará y solo espero el día de poder abrazaros fuerte fuerte.
Os quiero
Prueba de fuego para esta relación en cuarentena. Espero que me quieras más y más fuerte al terminar todo esto, a pesar de los momentos de tirarnos los trastos a la cabeza. Por un verano largo de caminatas junto al mar o el campo. Abrázame fuerte. Te quiero
Este virus nos está robando el tiempo de estar juntos, de poder abrazarnos y besarnos. No veo el momento de volver a verte y poder sentirte. Los días cada vez se hacen más largos, más pesados sin ti. Intento refugiarme en la música, en Aute que tan bien describe cómo me siento, en series que no hablen de amor y en juegos que hace tiempo dejé de jugar. Cuando te vea me va a parecer un sueño del que espero no despertar nunca.
Desde ese encuentro inesperado en las terrazas de Arturo Soria hasta el día que deje de verte bajando las escaleras de la T2, espero de una forma ingenua que el destino nos cruce, para decirte con una sonrisa, te quiero.
Hace meses que no te veo, que no te abrazo. Deberíamos haber pasado la semana santa juntos, en familia. Y no ha podido ser. No sabes cuánta falta me haces, necesito a mi hermanito pequeño. Es triste saber que también me perderé tu cumpleaños, quizá ni en verano podamos vernos, entre las circunstancias y la lejanía va a ser complicado. Pero llegarán momentos mejores y nos volveremos a abrazar. Cuida a papá, mamá y los abuelos, ellos te necesitan más que yo. No dejéis de sonreír por muy triste que esté el mundo. Os quiero muchísimo. Nos vemos pronto.
Recuerdo verte dormida a mi lado cada mañana y recuerdo verte cambiada y maquillada para la uni. Echo tanto de menos estar cenando bajo la luna de Málaga, que ahora me doy cuenta de lo mucho que me haces falta.
Después de 24/7 confinados juntos me sorprende que encuentres formas de hacerme reír y que te siga pareciendo divertida, me parece lo más bonito. Merece la pena cada momento contigo. Quiero más.
Fuiste la primera persona que me tendió la mano cuando llegué a España, todavía aturdida por el altavoz con el que hablan en este país, me mataste con la sonrisa, con tu paciencia y con tus ganas de saber qué se me había perdido en este lado del mundo. Yo no te hablé de la guerra de mi país, eso que ni siquiera salía en las noticias. Te hablé de libros y ahí nos encontramos. Para siempre.
Cada día me agarro a uno de esos locos momentos desternillantes que hemos compartido para sobrellevar estos dias tan extraños, pero eso solo hace que te eche más de menos. Volverán los nachos con queso, la Cuesta de San Vicente... Volverás tú, hermanita.
Aunque tengo agradecimientos para muchos colectivos y personas, quiero enviar uno muy especial a los vecinos de mis padres en Sada (A Coruña), Elena y Simón, por estar tan pendiente de ellos. Siempre hablaron maravillas de vosotros, pero ahora, con cada detalle que me cuentan, creo que no podían haber encontrado mejores personas, y estoy más tranquila sabiendo que estáis a su lado. :) Mil gracias, de corazón.
¡Hola papá!
Muchos ánimos que sales ya del hospital. Seguramente leerás este mensaje desde casa ya.
Tenemos muchas ganas de verte y te queremos mucho!!!!
Solo tú eres capaz descifrar cómo estoy según la forma en la que te contesto por Redes Sociales. Gracias por hacer que estando a 600 km, parezca que siga estando en casa.
Prometo coger un vuelo en cuanto pueda, cueste lo que cueste: no hay dinero que pague pasar tiempo con vosotros, oler el mar y abrazaros como si no hubiese mañana.
Te fuiste hace dos meses tras otros dos de lucha por sobrevivir, todo lo que soy y aprendí, es gracias a ti, por eso te doy las gracias por existir. Me has enseñado a ser fuerte y mirar siempre hacia adelante con una sonrisa, sin decaer por nada. En estos días de confinamiento, tu recuerdo y cómo lo hubieras afrontado me ha ayudado para seguir día a día, innovando en la cocina, con comidas de otros países como si estuviéramos fuera, haciendo bizcochos (no como tú, pero pequeños intentos) y tartas en familia... Y sobre todo, repartiendo amor a todos como harías tú.
Mi súper HÉROE, es la primera vez que me alegro de que te fueras al arcoíris de los padres, para que no veas esto. Tú, con lo que eras, lo estarías pasando muy mal y si tú lo pasas mal, yo lo paso mal, como tantas veces me decías.
Solo estoy feliz de que este infierno no lo veas.
Te echo mucho de menos mi súper HÉROE... pero ahora menos por ti y por mi.
¡Un besito papá, cuida de todos!
Hace un año, por estas fechas, estábamos paseando por Alfama, sin ruta fija ni hora de vuelta. Vivíamos en un tiempo sin hora y cada momento desprendía luz. Recuerdo todos y cada uno de los sitios por los que pasamos, y las aventuras que hemos vividos desde entonces.
Aunque ahora estemos lejos, confinadas y sin vernos desde hace dos meses, gracias a los pequeños recuerdos y las fotos que guardamos, estás aquí, conmigo. Te echo mucho de menos y a Alberto también. Gracias por compartir conmigo tanto. Me hacéis mucho bien.
Te quiero, capitana.
Que Dios guarde a mis hijos y a mi familia, ya que no los veo. Dos años estoy sola aquí, pero lo bueno es que estoy bien. Dios Bendiga España y un agradecimiento a los médicos, policías y a todos los que se se están quedando en casa. Esto pasará. Saludos.
El día 4 de abril me acordé de ti (eres para mi un pasado presente, cotidianamente, siempre). El 15 de abril te pasará inadvertido. Fui para ti lo que la vida según Calderón, una sombra y una ficción. Para mi fuiste, eres y serás mi alma gemela. A tu pesar. Te juro que no miento, aunque se con certeza que te importa un pimiento.
Hola gente, me llamo María, tengo 44 años, tres hijos, un esposo y dos perras. En 45 días debería mudarme a Alagón, un pueblo próximo a Zaragoza. Ya teníamos trabajo, ya tenemos el piso esperándonos, tenemos amigos, familia, y miles de sueños para seguir nuestra vida allá. En medio apareció la señora corona, y acá estamos, en un limbo sin saber que pasará con nuestras vidas, pidiéndole a Dios y la Luna que ninguno de nosotros nos enfermemos, pidiéndole que nuestros amigos y familiares estén bien, y rogando por una solución a este caos, que está por delante. FUERZA.
Papá,a cabeciña non para. Sigo dándole vueltas al tema. Me paso esta tarde. Pon albariño en la nevera. Y más te vale que tengas laurel. Las nécoras son de la ría.
Ers mi luz, mi guía, mi fortaleza. Gracias a dios doy por conocerte, llegaste en el momento preciso. Cambiaste mi vida radicalmente, y eso no es coincidencia, sino una bendición del altísimo. ¡Gracias por existir, bonita mia!