Este domingo 26 toca cambiar la hora. A las tres de la mañana volverán a ser las dos y podemos decir lo típico de "ganamos una hora de sueño". En casa y parece que también en los trenes.
Al primer vistazo de este tuit de Renfe uno piensa: ¿Entonces qué hacen cuándo hay que adelantar una hora? Que si agujeros negros, que si en marzo habrá que buscar una máquina del tiempo, que si no sería más fácil llegar una hora antes, que si esto tiene que ser una 'troleada', que si "jajaja" varios... Son algunos de los comentarios en respuesta al tuit. Pero tiene una explicación: el cuñadismo.
Esto sólo afecta a cuatro trenes nocturnos, los únicos en funcionamiento a esa hora: en ambos sentidos, tanto los trenhotel Barcelona-Coruña/Vigo como los de la ruta Madrid-Lisboa, según La Vanguardia.
Tras el jaleo en Twitter, la explicación de la compañía la recogió La Voz de Galicia:
Desde Renfe explican que llevan realizando esta maniobra durante 50 años para poder cumplir con el horario y evitarse así complicaciones con los cambios de vías. Además, como la gente que viaja en estos trenes suele ir durmiendo 'no se enteran' de esta interrupción, aunque el viaje dure una hora más
Cuando el cambio es el contrario y se adelanta el reloj, obviamente los viajeros llegan a su destino lo que sería una hora "tarde". "La operativa que se establece en el cambio de invierno a verano consiste en que la salida se efectúa según el horario antiguo y la llegada se produce en el nuevo, pero el tiempo de viaje, por supuesto, es el mismo. Por eso el compromiso de puntualidad se establece de acuerdo a la duración de viaje y no a la hora oficial de llegada", señalaba Renfe hace un par de primaveras en su blog.
Pero antes de que algunos tuiteros comenzaran a puntualizar que la decisión de Renfe ni es nueva ante un cambio de hora y tiene un sentido, se vivió cierto festival del humor al hilo del señalado tuit.
Este último tuitero, @JorgeGalindo, sociólogo e investigador en la Universidad de Ginebra, ha compartido una interesante reflexión en la plataforma Medium titulado Renfe, horarios y ser cuñado por un rato. Escribe sobre el concepto del cuñadísmo (pecar de sabelotodo) aplicado a este tipo de cachondeos ligeramente un tanto polémicos en Twitter:
La moraleja es doble. Por un lado, que todo es muy complicado. Nos olvidamos demasiado a menudo de lo enormemente complejo que es cualquier problema que implique coordinación social, y la solución de parar los trenes en todo país durante una hora es, en realidad, elegante en tanto que sencilla y parsimoniosa (lo cual no quiere decir que sea la mejor de las posibles, claro. Solo que no es tan mala). Por otro, que en realidad el hecho de que nos pasemos dicha complejidad por el arco del triunfo, o de que nos acordemos de ella y nos pongamos a investigar un poco antes de opinar, no cambia por tener acceso infinito a información ilimitada. Simplemente todo se vuelve mucho más rápido e inmediato, y uno puede pasar de, digamos, cuñado a prudente en una fracción de tiempo mínima.
Además, Jorge Galindo se hace eco en su artículo de estos dos tuits de la cuenta @Ferroviarios_Madrid que le dieron pistas para entender la decisión de Renfe: