Cómo reconocer una cita falsa en internet

Una de las grandes lecciones que hemos aprendido gracias a internet es la predisposión de la mente humana a repetir una idea, incluso cuando esta es errónea o simplemente falsa. Así funciona el fenómeno de las citas célebres: una imagen reconocible junto a una frase con garra es carne de viral, aunque baste un pequeño paseo por la red para comprobar que gran parte de esas frases no las dijo la persona a la que se le atribuyen.

Lo bueno de internet es que también ha llevado a su máxima expresión eso de que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, o al menos nos ha dado más facilidades para hacerlo. Sirva para ilustrarnos una de esas citas que circulan por la red sin control, atribuida al presidente que abolió la esclavitud en Estados Unidos. A continuación te presentamos una guía para no convertirte en un eslabón más de la cadena de transmisión de falsedades que circulan por la red:

1. Las citas falsas parecen verdaderas

Su contundencia y su credibilidad las hace incontestables. Además, no siempre es fácil detectarlas, ya que pueden llevar años repitiéndose y es complicado llegar a su origen. Es lo que ha ocurrido con la cita de Lincoln que mencionábamos. Mientras algunas páginas serias de citas célebres dan por hecho que la frase es del expresidente norteamericano, una investigación más seria señala que no hay registro histórico que sustente la autoría de la frase. Es decir, que nadie ha sido capaz de hallar la referencia que demuestre que Lincoln lo dijo.

2. La culpa no es solo de internet

Según Quote Investigator, la primera referencia a la cita de Lincoln data de 1885, dos décadas después de su muerte. La pronunció un miembro del Partido de la Prohibición estadounidense, quien no mencionó su autoría. No fue hasta un año más tarde cuando otro miembro del mismo partido repitió la consigna, esta vez sí haciendo referencia al presidente fallecido. Así, la mentira que se ha mantenido hasta nuestros días y demuestra que en la era preinternet, los bulos ya eran capaces de dar la vuelta al mundo.

3. Suelen hacer referencia a personajes históricos ya fallecidos

Aunque también circulan frases motivacionales supuestamente pronunciadas por Bill Gates y demás fragmentos de sabiduría vital de otro tipo de referentes morales como Will Smith, Bill Cosby o Anna Winntour, las sentencias más compartidas aluden a personajes a los que no podemos preguntar si las dijeron o no. Cuanto más serio y mitificado sea el sujeto -como es el caso de Lincoln- mejor. ¿Quién se atrevería a negar una frase tan contundente y creíble que aparece junto a un retrato de Voltaire?

Recibir un Nobel o morirse también ayuda a que a uno le atribuyan frases que nunca dijo. El fallecimiento del líder antiapartheid Nelson Mandela dio lugar a un aluvión de citas falsas que viajaron alegremente a través de las redes sociales. Lo mismo ocurrió cuando murió Margaret Thatcher, hasta el punto de que los usuarios de Twitter denunciaron que algunos medios estaban publicando como verdaderas algunas frases que la dama de hierro nunca había dicho.

4. Siempre hay que sospechar de Einstein

Considerado como uno de los genios más grandes que ha dado la humanidad, cientos de artículos y libros han dejado para la posteridad todo lo que Albert Einstein dijo en su vida... pero también lo que no dijo, como esta falsa cita:

Uno de los aspectos que más sospechas levanta esta cita es el hecho de que la astronomía no era el punto fuerte de Einstein. Tampoco lo era la terapia motivacional. Así que el físico nunca dijo aquello de que "todo el mundo es un genio, pero si juzgas a un pez por su habilidad para trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es un inútil". Y no, no dijo esta otra frase:

Para ayudar a separar la paja del trigo, hace unas semanas The Telegragh planteó un juego retando a los expertos en citas de Einstein a reconocer cuáles son verdaderas y cuáles son falsas. 

5. Tus profesores del colegio también te engañaron

Seguramente en clase te contaron que, tras pasar varios años en la cárcel por realizar traducciones no autorizadas, Fray Luis de León retomó sus clases en la Universidad de Salamanca diciendo “Decíamos ayer…”. Lamentamos comunicarte que la sentencia que se ha erigido como el culmen del disimulo -"¿En la cárcel? ¿Yo?"-, no se pronunció exactamente así, ya que lo que verdaderamente dijo el escritor fue “Decíamos tiempo atrás…”.

Otra frase falsa demuestra que aunque El Quijote aparezca en todos los rankings de los libros más vendidos de la historia, eso no significa exactamente que haya sido el más leído. Arturo Ortega Morán explica en el blog Cápsulas de Lengua que el ingenioso hidalgo de la Mancha jamás dijo a su escudero eso de “Ladran Sancho, señal de que cabalgamos”. Según Ortega, el origen de esta frase viene de un poema de Goethe, que dice:

Ladran con fuerza…
Quisieran los perros del potrero
Por siempre acompañarnos
Pero sus estridentes ladridos
Sólo son señal de que cabalgamos

Para que no te sientas mal y creas que eres el único que se ha tragado alguna de estas frases, recordamos que, por ejemplo, Josep Lluis Carod Rovira hizo su pequeño "homenaje" al Quijote en el Congreso usando la frase de marras en un debate sobre el estatuto de autonomía en 2005. De hecho, es una frase recurrente en Twitter (aquí un montón de ejemplos).

6. Es fácil desenmascararlas

La wiki Wikiquotes lleva más de once años recopilando, traduciendo y debatiendo frases célebres y proverbios en todos los idiomas, dando lugar a una de las bases de datos más completas y fiables de citas históricas.

Pero la proliferación de las frases falsas ha hecho que surjan otras webs especializadas en detectar los fakes, como Quote Investigator, que funciona como un consultorio de citas históricas a petición de los usuarios. También hay otras aún más especializadas centradas en los personajes más falsamente parafraseados. El Centro Winston Churchill tiene su propio apartado de frases mal atribuidas al expresidente británico. Y otros, como el budista Bodhipaks, recopilan todas aquellas sentencias que viajan por la red firmadas por su profeta.

7. No todas son falsas. Algunas son inexactas

El astronauta Jack Swigert, no dijo “Houston, tenemos un problema” sino “bien, Houston, hemos tenido un problema aquí”, cuando estalló uno de los tanques de oxígeno del Apolo 13. La mítica frase de Sherlock Holmes, “Elemental, Querido Watson”, tampoco aparece en la obra original de Sir Arthur Conan Doyle.

Otro fallo clásico: cuando uno se espera a que saquen la película para no tener que leer el libro. “Me habría gustado haber hecho todo en la Tierra contigo” no la dice el Gran Gatsby de Scott Fitzgerald, sino Leonardo Dicaprio, el actor que le da vida en la adaptación cinematográfica de Baz Luhrmann.

Aunque sin duda, uno de los errores más disparatados es este que confunde al escritor Oscar Wilde con la actriz Olivia Wilde, como recoge Snopes, una web especializada a desmentir bulos en internet. Resulta que la actriz lo dijo en 2011, tras divorciarse. Al menos, los dos comparten iniciales.

"Creo que es muy sano pasar tiempo solo. Necesitas saber cómo estar solo y no estar definido por otra persona".

8. Si publicas esta frase en Twitter, @masaenfurecida te retuiteará

“Los fascistas del futuro se llamarán a sí mismos antifascistas”. La frase no fue pronunciada jamás por Churchill, lo que no ha impedido que se propague por las redes sociales. La cuenta satírica de Twitter @masaenfurecida ha convertido el equívoco en motivo de mofa, tuiteándola compulsivamente y creando nuevas versiones:

9. Las falsas citas falsas son mucho más divertidas

No hay nada mejor que el humor para abrirnos los ojos e invitarnos a reflexionar sobre la forma en que reproducimos las ideas sin pararnos a comprobar si son verdaderas. Las falsas citas falsas en todos los idiomas y adaptadas a todos los tipos de humor van camino de desbancar a aquellas frases célebres que nos inducen a más equívocos que a otra cosa. Y si no lo hacen, al menos la risa está asegurada.

"Pienso, luego existo. Ahora pienso que eres tonto. Haz la conexión"