En Nochebuena, los cuñados y el cuñadismo fueron objeto de burla despiadada por parte de muchos tuiteros, que aprovecharon la cena para diseccionar sus dejes y actitudes, y vengarse así de estos cuñados que lo saben todo. Sólo hay que ver los gráficos de Topsy: la palabra “cuñado” sale a menudo en los tuits de las últimas semanas, ya que la broma viene de lejos, pero el incremento del 24 de diciembre fue particularmente notable, especialmente gracias al hashtag #FrasesdeCuñadoenNochebuena.
¿Y cuáles son las características principales de los cuñados, al menos según Twitter? De entrada, son expertos en todo lo relacionado con comer y beber, en especial en lo que se refiere a la relación calidad precio. Son capaces de conseguir algo el doble de bueno a la mitad de precio.
Lo saben todo de política y economía. Son capaces de identificar los puntos débiles de Podemos en dos frases y de solucionar el desencuentro con Cataluña usando menos de 15 palabras (y dos chascarrillos).
También son expertos en geopolítica internacional.
¿Por qué? Pues porque tienen contactos y conocen a gente que está dentro y sabe de primera mano de qué va la historia.
También conocen perfectamente los orígenes de las fiestas y tradiciones navideñas.
¿Aparcar en Nochebuena es complicado? No, si eres un cuñado.
Y son unos expertos en tecnología: conocen a la perfección las ventajas y desventajas de los gadgets de moda: tu cuñado fue el primero en tener pantalla de plasma y el primero en decirte que el Iphone está sobrevalorado.
Eso sí, no se puede olvidar que si tienes un cuñado, tú también eres un cuñado. De este hecho obvio nace una corriente aún tímida de defensa del cuñado y que amenaza con concluir con una evidencia: hacer chistes sobre cuñados es muy propio de cuñados.