Taylor Swift cerró un buen 2014: su quinto disco, 1989, recibió buenas críticas y vendió casi 3,7 millones de copias, convirtiéndose en el disco más vendido del año, por delante de la banda sonora de Frozen. La cantante se ha sentido muy agradecida a sus fans y ha querido demostrarlo yendo más allá de un mensaje de gracias en Youtube o en su web. ¿Cómo? Haciendo regalos a algunas de sus seguidoras.
Según explica en el vídeo de esta iniciativa, no se trataba de hacer regalos impersonales, sino que cada compra vino precedida de lo que ella llama Tay-lurking (“tay-fisgoneo”). Es decir, se informó de los gustos de cada fan siguiendo sus cuentas de Twitter, Tumblr e Instagram, para escoger las mantas, galletas, peluches y colgantes más apropiados para cada una de ellas, acompañando el regalo de una carta personalizada.
Además y en el caso de la más afortunada, Swift fue a su casa a entregarle el paquete en persona y desearle una feliz Swiftmas (“Swiftvidad”). El hijo de esta fan se llevó el regalo más impresionante: un coche eléctrico.
El vídeo lleva más de 12 millones de visionados y en él vemos a la cantante envolviendo los regalos y empaquetándolos, con muy poca ayuda por parte de sus gatos. También vemos a sus fans desenvolviendo los paquetes y leyendo fragmentos de las cartas sin apenas poder contener la emoción (ni intentarlo). De hecho, en 6 minutos y 11 segundos de vídeo hemos contado 17 “oh-my-God”. Casi tres por minuto.