¿Qué se puede decir objetivamente de un perfume? ¿Que huele muy bien y que tiene una base amaderada o floral con notas de sándalo? Un perfume es la nada, algo efímero e intangible, por eso lo que le rodea -el frasco, el envoltorio, la marca y, por supuesto, la publicidad- son tan importantes, porque tienen que convertir en objeto de deseo un líquido oloroso que se diferencia mínimamente de otros tantos.
La de los perfumes es la más conceptual de las publicidades posibles, capaz de llenar de cualidades externas a un producto totalmente desprovisto de ellas. Pero a veces, de puro subliminal y elaborado, la lectura que se extrae de esos anuncios tiene poco que ver con lo previsto por sus creadores. Analizamos algunos de sus ejemplos más conocidos.
1. DKNY de Donna Karan
Lo que se muestra: Esther Cañadas y Mark Vandeloo se buscan, encuentran y olfatean por las calles de Nueva York.
Lo que quiere decir en realidad: los matrimonios-negocio podrán tener fecha de caducidad, pero las publicidades construidas sobre ellos seguirán vivas y coleando años después del divorcio.
2. Opium de Yves Saint Laurent
Lo que se muestra: Linda Evangelista, enfurecida tras haber acabado con su último bote de Opium, recorre los tugurios más sórdidos de China dispuesta a pagar lo que sea por hacerse con más reservas de perfume.
Lo que quiere decir en realidad: la heroína es un narcótico de terrible poder adictivo
3. LouLou de Cacharel
Lo que se muestra: Una mujer camina por la calle mientras voces la llaman y susurran sobre ella y su misterio.
Lo que quiere decir en realidad: Todo es mejor a través de una parodia de Martes y 13.
4. Chanel nº 5 de Chanel
Lo que se muestra: Una caperucita moderna vestida de satén es capaz de domar a un lobo.
Lo que quiere decir en realidad: Los coros de Danny Elfman hacen que Tim Burton reaccione como un perro de Paulov; en este caso su atención se posó en la protagonista del anuncio, Estella Warren, a la que hizo coprotagonista de su versión de “El planeta de los simios” y con la que formó pareja durante una temporada.
5. One Million y Lady Million de Paco Rabanne
Lo que se muestra: A golpe de chasquido de dedos, unos jóvenes consiguen todo lo que quieren.
Lo que quiere decir en realidad: El hombre desea dinero, suerte en el juego y que una mujer se quite la ropa. La mujer desea zapatos, fama y un anillo de compromiso.
6. Egoiste de Chanel
Lo que se muestra: En una alucinante escena propia de la versión de Raphael de Doctor Jekyll y Mr Hyde, la sombra de un hombre pelea contra el hombre mismo para hacerse con su perfume.
Lo que quiere decir en realidad: El mundo de la alta perfumería también sabe reírse de sí mismo.
7. J’adore de Dior
Lo que se muestra: Carmen Kass se sumerge en una piscina de oro y emerge convertida en una botella de perfume
Lo que quiere decir en realidad: Los conglomerados de lujo mundial encuentran la inspiración hasta en los lugares más insospechados, como en los cuellos deformados de las mujeres jirafa de Tailandia.
8. Light Blue de Dolce & Gabbana
Lo que se muestra: Una pareja navega por el Mediterráneo. Se dan un baño y funden en un apasionado beso antes de que una claqueta y un “corten” nos recuerden que estamos viendo un anuncio.
Lo que quiere decir en realidad: Treinta segundos son suficientes para llenar la pantalla de referencias subliminales a úteros maternos y vaginas. O más bien nada subliminales, con planos de la mujer entornando los ojos para contemplar con deseo la entrepierna del hombre.
9. Obsession de Calvin Klein
Lo que se muestra: Kate Moss en blanco y negro repitiendo una sola palabra “obsession”.
Lo que quiere decir en realidad: Tutorial avanzado para todas las parodias de anuncios posibles y para clavar la estética noventera en general.
9. Miss Dior Chérie de Dior
Lo que se muestra: Una joven pasea por escenarios emblemáticos de París, se prueba ropa en un atelier, besa a un muchacho y sale volando sujeta a un puñado de globos.
Lo que quiere decir en realidad: Entre Sofia Coppola en este anuncio y los episodios finales de Sexo en Nueva York, convirtieron los macarons en un objeto decorativo.
10. Chispas
Lo que se muestra: Un grupo de niños se van a esquiar, una jovencita practica ballet y otros pintan una valla en la mejor tradición de Tom Sawyer mientras una canción remarca que se trata de “tu primer viaje/tus primeros aplausos/tu primer trabajo”.
Lo que quiere decir en realidad: Nunca es pronto para iniciar a los niños en los encantos del consumo.
11. Jacq’s
Lo que se muestra: una motorista aparca frente a un bar y declara estar buscando a un hombre llamado Jacq’s. Sus señas: no retrocede ante nada y deja un aroma inconfundible.
Lo que quiere decir en realidad: no hay mensaje posible, por potente o icónico que sea, capaz de grabarse en la mente humana con la fuerza de un par de tetas.
12. Viaje a Ceylan de Adolfo Domínguez
Lo que se muestra: Un hombre harto de su rutina gris manifiesta tener que irse lejos. Entre campos de té y elefantes encuentra la felicidad y hasta el amor en un encuentro casual con una desconocida a la que acabará besando bajo la lluvia.
Lo que quiere decir en realidad: Eduardo Noriega realiza un “Oscar clip” mostrando en treinta segundos todo un carrousel de emociones que podrían componer su videocurrículum: rabia, deseo, frustración, amor, todo con mucha intensidad.
13. The one de Dolce & Gabbana
Lo que se muestra: Una pareja del pasado se reencuentra en Nueva York para hablar de lo que les unió y les separó.
Lo que quiere decir en realidad: Se gastó tanto presupuesto en sus estrellas Scarlett Johansson, Matthew McConaughey y Martin Scorsese que alguien olvidó guardar algo para el guión. El diálogo “No necesitábamos nada en aquella época” “Lo necesitábamos todo en aquella época” sigue la estela del “Me gustan mis labios… son buenos para besar” de una versión anterior del anuncio.
14. Farala de Gal
Lo que se muestra: la mujer moderna de los ochenta trabaja fuera de casa, pega una bronca por teléfono y hace aerobic con calentadores sin perder un centímetro de volumen en su cardado capilar.
Lo que quiere decir en realidad: la memoria colectiva jamás olvida un buen jingle. Todos a coro: “Tenemos chica nueva en la oficina que se llama Farala y es divina”.
15. Classique de Jean Paul Gaultier
Lo que se muestra: Mientras suena Casta Diva una mujer deja la cama silenciosamente para no despertar al hombre que duerme a su lado. Cuando se retira, él despierta y aspira el olor de ella que ha quedado impregnado en la almohada.
Lo que quiere decir en realidad: Versión idéntica y opuesta al anuncio de Le Male, demuestra que para subvertir los géneros no hay que ser especialmente revolucionario: basta con que sea ella la que abandona el lecho de madrugada y sea él quién se queda suspirando.
16. Trésor de Lancome
Lo que se muestra: Una pareja corre a encontrarse en un puente parisino. Se abrazan. Punto.
Lo que quiere decir en realidad: Kate Winslet logra convertir en una pieza de suprema emoción la más sencilla de las líneas argumentales posibles.
17. Equinox de Puig
Lo que se muestra: Un bote de perfume Equinox se sostiene entre dos cuerpos desnudos.
Lo que quiere decir en realidad: Hubo un tiempo en el que se consideraba subliminal lo que hoy resultaría obvio e inequívoco para cualquiera. Un acto sexual y una eyaculación reforzados por el mensaje “Hazla tuya”.
18. Chanel nº 5 de Chanel
Lo que se muestra: Un hombre evoca el tiempo en el que la estrella más famosa del mundo decidió desaparecer, se encontró casualmente con él y se enamoraron. Con trágico final, claro.
Lo que quiere decir en realidad: Baz Luhrmann y Nicole Kidman pueden contar prácticamente la misma historia que en Moulin Rouge, pero con dos horas de duración menos.
19. Cool Water de Davidoff
Lo que se muestra: Un hombre abrasado por el calor busca refrescarse. Una botella de Cool Water atrapada en un bloque de hielo es lo más similar a un baño en el mar que imaginarse pueda
Lo que quiere decir en realidad: La estética heredera de Los vigilantes de la playa fue poderosa. El anuncio original, que mostraba un culo masculino, no fue emitido en muchos países (entre ellos España), demostrando que la política en cuanto a desnudos era tan restrictiva y arbitraria hace veinte años como lo es ahora.