El pasado 3 de enero, uno de los concursantes de ¡Boom! dejaba patidifuso al presentador, Juanra Bonet, al hacerle una pregunta en apariencia sin respuesta: ¿cómo sabía el inventor del reloj qué hora era?
Se trata de una cuestión que ha quitado el sueño a unos cuantos. A pesar de que resulta, sin duda, desconcertante, tiene respuesta. Hace 3.500 años, los egipcios dividieron el día en 24 horas e inventaron un reloj solar que medía el tiempo mediante la longitud de las sombras. Con la barra orientada hacia el oeste, el sol llegaría a las doce del mediodía justo cuando no hubiera sombra en el instrumento. Es decir, el inventor (o inventores) del primer reloj sabía cuándo el sol estaba en lo más alto. La precisión de la medida del tiempo fue mejorando tanto con nuevos relojes como con nuevos conocimientos astronómicos.
La pregunta planteada por el concursante tiene su interés, ya que nos hace cuestionarnos cómo hemos aprendido a medir el paso del tiempo, cómo creamos unidades de medida para hacerlo y, sobre todo, cómo miramos el reloj sin que nos paremos a pensar en estos temas en absoluto. Aquí hay otras trece preguntas similares.
1. ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?
Aunque el objetivo de esta pregunta (quizás LA pregunta) es poner de relieve que no todo sigue esquemas simples de causa y efecto, muchos se la han tomado en serio más allá de la mera ocurrencia. De hecho, es un dilema filosófico clásico. Aristóteles apostaba por la gallina, pero últimamente el huevo gana terreno. El biólogo Richard Dawkins, que asegura que es “la gallina sólo es la forma que tiene un huevo de hacer otro huevo”. Lo cual tiene sentido si tenemos en cuenta que para este científico la vida consiste “en la autorreplicación de la información”, por lo que la gallina es el receptáculo temporal de esta información codificada en el ADN.
Este otro vídeo de Asap Science (vía IFL Science) introduce nociones de genética y evolución para concluir que la primera gallina propiamente dicha salió de un huevo que puso un animal que aún no era una gallina, por lo que el huevo vino primero. El vídeo, en inglés, sólo dura tres minutos y medio y lo explica bastante mejor.
2. Si las cucarachas pueden sobrevivir a un ataque nuclear, ¿qué le echan al insecticida?
La respuesta es kryptonita. No, eso es mentira. La respuesta es que tampoco sobrevivirían. Según explica Discovery, el mito surgió cuando se dijo que estos insectos eran algunos de los pocos supervivientes de las dos bombas nucleares que Estados Unidos lanzó en 1945 sobre Hiroshima y Nagasaki. En el programa Mythbusters pusieron esta leyenda urbana a prueba y sometieron a 10.000 cucarachas a radiación. Aguantaron bastante: tras un mes, un 10% de los insectos seguían vivos. Pero acabaron muriendo. Los cuerpos de estos bichos son más simples y los ciclos de sus células más lentos, por lo que la radiación tiene menos oportunidades para actuar.
En cuanto a los ingredientes del insecticida, muchos llevan por ejemplo Avermectina, que bloquea la actividad en nervios y músculos, y que en grandes dosis puede ser tóxica también para los humanos, aunque no tanto como una bomba nuclear.
3. ¿Por qué lavamos las toallas? ¿Acaso no estamos limpios cuando salimos de la ducha?
Nosotros sí, pero las toallas quedan mojadas, y la humedad ayuda a que las bacterias y hongos se sientan a gusto y se muden. Además, cuando nos secamos, dejamos en las toallas células muertas. Si quieres secarte con un trapo lleno de moho y escamas, adelante.
4. ¿Cómo podemos saber si una palabra del diccionario está mal escrita?
En los diccionarios también hay errores y erratas. Samuel Johnson, autor del diccionario en inglés más influyente hasta que se publicó el de Oxford 173 años más tarde, definió la cuartilla del caballo como su rodilla, cuando es su primera falange (Samuel, por favor, qué vergüenza). Cuando le preguntaron cómo había podido cometer tal equivocación, respondió: “Ignorancia, señora, pura ignorancia”. Hay más casos de errores en los diccionarios, como el que vio este niño en el Larousse o el que detectó este australiano en el Oxford English Dictionary, que lo llevaba arrastrando 99 años.
Es decir, los diccionarios son una referencia de normativa, pero también recogen el uso que los hablantes hacemos de la lengua, por lo que si publican un error, alguien se acabará dando cuenta. Y en caso de duda, la Real Academia de la Lengua responde a preguntas tanto a través de su web como en su cuenta de Twitter.
5. ¿Cuál es el sinónimo de la palabra "sinónimo"?
Esta otra pregunta circula por internet, demostrando que somos muy vagos. Basta con consultar un diccionario de sinónimos, que nos da los siguientes resultados: "igual, semejante, analógico, equivalente, paralelo, parecido, consonante, correspondiente, homólogo". El antónimo de "sinónimo" es "antónimo". Y el antónimo de "antónimo" es "sinónimo". Ya paro.
6. Si viajo en el tiempo y mato a mi abuelo antes de que yo nazca, ¿cómo es posible que yo haya nacido y viajado en el tiempo para matar a mi abuelo?
Todas estas preguntas tienen algo de paradójico, por lo que resulta inevitable hablar de la paradoja por excelencia de los viajes en el tiempo, que incluso se usa como prueba de que viajar al pasado es imposible. Ha habido muchas propuestas para resolver esta cuestión, como la del acceso restringido, en la que las leyes naturales impedirían que se llevara a cabo este asesinato, o la de los universos paralelos. Scientific American publicó en noviembre la más sofisticada: una simulación de viajes en el tiempo con modelos que usan fotones. En esta simulación, una partícula viaja al pasado y apaga la máquina generadora de partículas que la creó. Como la mecánica cuántica no es determinista, sino probabilística, es posible que la partícula no viaje en el tiempo y no apague la máquina. El proceso podría incluso revertirse para devolver las partículas al estado anterior.
7. ¿Por qué los pilotos kamikaze llevaban casco protector, si sabían que iban a una misión suicida?
La respuesta nos la da Mental Floss en su sección Big Questions: de entrada, no eran cascos, sino un “gorro” de piel que ayudaba a evitar el frío y proteger los oídos cuando pilotaban con la cabina abierta, cosa que se hacía en ocasiones al aterrizar y al despegar para tener una mejor visión. Además, muchas misiones se cancelaban. Es decir, estos gorros servían para ayudar al piloto a cumplir con su objetivo. Por otro lado, un casco tampoco ayudaría a un aviador no suicida que sufra un accidente: están pensados para amortiguar golpes en la cabeza debidos a maniobras bruscas.
8. ¿Cómo se acuerdan los camareros de quién ha pedido café con leche, té con limón y uno solo, pero con sacarina?
Un estudio de la Universidad de Favaloro y del Instituto de Neurología Cognitiva de Buenos Aires mostró que los camareros entrenan su memoria a corto plazo y asocian los pedidos con la localización del comensal en la mesa. También usan acrónimos y palabras clave que les ayudan a memorizar los platos. No se trata de estrategias conscientes, sino de una habilidad desarrollada con tiempo y práctica. La posición del cliente en la mesa es fundamental: la pericia de los camareros caía en picado cuando los participantes en el estudio se cambiaban de silla después de pedir.
9. ¿Por qué los aviones no están hechos del mismo material que la caja negra?
El resumen más claro lo dan en Quora, la red social dedicada a hacer preguntas y contestarlas: los aviones están construidos para volar, no para estrellarse. Si el avión estuviera hecho del acero de la caja negra, sería demasiado pesado para despegar. Además, también hay que tener en cuenta que las cajas negras no son indestructibles: el 10% quedan tan dañadas que no se pueden utilizar para investigar el accidente.
10. Las plantas de interior, ¿dónde viven en la naturaleza?
Esta pregunta del cómico Luis Piedrahita también tiene respuesta, aunque lamentablemente chafa el chiste. Viven en otros países. Como explican en Planthogar, la mayor parte "son plantas que en sus países de origen, por su clima, se dan de forma espontánea y natural". Cuando las importamos, se cuidan en interiores porque es necesario crear un ambiente "que recuerde al máximo el de origen para de esta forma favorecer su desarrollo, pues con los climas normales en el exterior morirían”. Se trata, por ejemplo, de plantas de los sotobosques perfumados de Japón (fatsias) de las lagunas de México y las selvas del Amazonas (caladium, philodendron) y de las islas volcánicas de Canarias (phoenix, solanum), entre otras. En esta misma web también se puede encontrar una breve historia de las plantas de interior.
11. ¿Por qué los dibujos animados van siempre con la misma ropa?
Encontramos la respuesta de nuevo en Quora. La escribe Valerie Fletcher, directora de animación que ha participado en series como South Park, Padre de Familia y Padre made in USA. Primero, en muchos casos resultaría muy difícil identificar a los personajes, como en South Park, donde todos tienen casi la misma cara. Segundo, porque cada cambio en un personaje se tiene que diseñar y aprobar, por lo que no merece la pena hacerlo si no ayuda a la trama.
12. ¿Por qué en películas y series nadie se despide cuando cuelga el teléfono?
Porque es una pérdida de tiempo. Pongamos por ejemplo un capítulo de The Good Wife, donde los personajes pueden contestar al móvil cada cinco minutos. ¿Realmente necesitamos oír también “bueno, pues hasta luego, ya hablamos más tarde” al final de cada una de estas conversaciones? No. Puede que sea realista, pero por lo general es aburrido e innecesario. Además, los guionistas pueden aprovechar esos segundos para añadir más elementos a la trama. En este hilo de Reddit y en este otro de Quora comentan el tema y aportan más detalles.
13. ¿Por qué bajamos el volumen de la radio cuando buscamos sitio para aparcar?
La atención que podemos prestar es limitada, "un juego de suma cero", como explican en Sharpbrains. Para dedicar más atención a una actividad (buscar aparcamiento) debemos restar atención de otra (escuchar la radio). En cambio, antes de buscar aparcamiento es muy probable que hayamos necesitado atender menos al camino y más a la música porque cada día hacemos la misma ruta al volver de la oficina. Otro ejemplo, sacado de Pensar rápido, pensar despacio y citado en Quora: podemos caminar y hablar al mismo tiempo sin problemas, pero si caminamos y a la vez intentamos resolver un cálculo complicado, pasaremos a caminar más lentamente. Es decir, no somos multitarea.