Canal 33 de la televisión de Cataluña emitió anoche Ciutat morta de Xavier Artigas y Xapo Ortega. El documental narra la noche del 4 de febrero de 2006 cuando la policía disolvió una fiesta en un local okupado, propiedad del ayuntamiento, en el distrito de Ciutat Vella, en Barcelona.
La película se estrenó hace un año y medio, se ha proyectado en más de 150 pases y una veintena de festivales incluido el de San Sebastián, pero parece que fue anoche cuando una mayoría se enteró de lo que sucedió aquel día cuando una maceta arrojada desde la azotea del local okupa dejó en estado vegetativo a un agente. Siete jóvenes que estaban en la calle fueron detenidos, torturados y declarados culpables. Acabaron en el Hospital del Mar de Barcelona donde coincidieron con Patricia Heras y su amigo Alfredo, que habían sufrido un accidente de bici. La policía pensó que también estaban involucrados en los hechos y acabaron en prisión y condenados en 2010. Heras se suicidó al salir de la cárcel un año después.
Antes de que la película se emitiera en televisión, un juzgado de Barcelona envió a Televisió de Catalunya y a los autores una notificación para advertir de que cinco minutos del reportaje no se podían exhibir. El argumento fue que podía suponer una violación del derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen del denunciante, Víctor Gibanel, ex jefe de información de la Guardia Urbana.
La orden solo se cumplió en antena. En el momento que llegó el veto se produjo el denominado efecto Streisand: un intento de censura, se divulga aún más.Y si es con ayuda de internet, el resultado se multiplica o viraliza. El documental consiguió un 19% de audiencia, más de 500.000 espectadores se quedaron un sábado por la noche en su casa.
El fragmento censurado de unos cinco minutos se subió a distintos canales de YouTube. En las primeras 24 horas superó las 200.000 reproducciones.
Mientras se emitía el documental, la indignación empezó a extenderse por las redes sociales. Con los hashtags #ciutatmorta, #totciutatmorta y #ciutatmorta33, los usuarios de Twitter mostraron su rabia. Según la herramienta de medición Topsy, solo en las últimas 24 horas se han enviado más de 38.000, 40.000 y 8.000 tuits (respectivamente) con cada uno de estos hashtags. Un día después, sigue siendo Trending Topic..
Los directores comentaron toda la emisión desde su cuenta. Comenzaron por lanzar este mensaje sobre Xavier Trias, responsable político de la ciudad: "Si mañana no sale Xavier Trias en rueda de prensa para dar explicaciones sobre las irregularidades en la Guàrdia Urbana, esta ciudad está muerta".
Compartieron los tuits de otros espectadores hasta llevar el enfado a la calle. Una concentración de familiares y amigos de Patricia se reunió en la plaza de Sant Jaume ante el Ayuntamiento.
La frustración fue creciendo a medida que agentes oficiales comenzaron a intervenir en la conversación digital. El sindicato de Mossos d'Esquadra lanzo este mensaje en su cuenta: "Buena noche para ir al cine. Aunque si os gusta la fantasía tenéis suficiente con el C33".
La formación Guayem que encabeza Ada Colau, excabeza visible del movimiento por la dación en pago para la erradicación del desahucio en España, envió este tuit: "Los partidos que gobernaban Barcelona en el 2006 deben comparecer públicamente para dar explicaciones y pedir perdón a las víctimas". Algunos usuarios lo interpretaron como oportunismo político.
Además de ser estrenado en varias salas y haber circulado por distintos festivales, Ciutat morta podía verse libremente en internet antes de que Canal 33 lo emitiera anoche. Un día después, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, en una entrevista en Rac1 se ha limitado a decir que "es un defensor de la Guardia Urbana". Este caso, su difusión en televisión y redes sociales recuerda al efecto que tuvo el programa que Salvados, de Jordi Évole, dedicó a las víctimas del metro de Valencia en abril de 2013. Tras la emisión del reportaje, los jueces encargados del caso reabrieron la investigación.