Creepypasta: así son las historias de terror de los campamentos en la era de internet

Seguidores de la literatura de terror crean personajes y obras literarias que se multiplican en la red

Slender Man es su personaje más conocido y polémico

La creación memética: Slender Man

Las leyendas urbanas han encontrado una nueva incubadora con una potencia para la transmisión inaudita en internet. Las redes sociales, donde ya ni se precisa la corroboración del “te lo juro, le pasó a un colega” -porque directamente el medio escrito les da una credibilidad inaudita- son un foco infeccioso de primera categoría para estas historias, especialmente las de contenido mórbido y tenebroso. A todo ello se suma la falta de rigor de muchos nuevos medios de transmisión de noticias no convencionales, como foros y blogs, que dan por buenas y transmiten historias inventadas, imágenes trucadas o remontajes de YouTube. De hecho, de ahí viene el nombre creepypasta: es un juego de palabras a partir de la expresión copy-paste (copiar y pegar, que es como se transmite la información viral en la red), pero sustituyendo copy por creepy (desagradable, terrorífico).

¿Te acuerdas de lo que contamos sobre los fan-fiction? Los creepypasta podrían considerarse literatura hecha por fans, pero de temática terrorífica, y aglutinando todos sus defectos y virtudes: en lo positivo, son directas, sin censura, poseen una ingenuidad y una naturalidad refrescantes y cuando dan en el clavo no lo hacen de forma predirigida y artificiosa. La parte mala, no son especialmente sofisticadas, y su calidad literaria es, en ocasiones, la lógica de un producto que no pasa por absolutamente ningún filtro (ni siquiera el del corrector ortográfico de Word). Lo que no quita para que, como en las fan-fiction, abunden las joyas y los hallazgos: el creepypasta solo tiene una finalidad: asustar al lector. Y a veces son asombrosamente incisivos en su decidida intención de husmear en la naturaleza de lo que nos da miedo.

Hay algunas notas comunes en la mayoría de los creepypasta. La más importante es que, de forma más afortunada algunos, más ingenua otros, todos intentan pasar por historias reales, en ambientes también reales y el autor no firma el relato. Otra característica que se repite, y que apela a un miedo universal, es la corrupción de la inocencia: niños, la familia, los parques de juegos, el colegio son ahora focos de maldad y perversidad. Objetos familiares como juguetes, electrodomésticos y recuerdos del pasado se convierten en receptáculos para el mal.

Lo que nos lleva a un apartado interesante de los creepypasta y una de las razones que los hace tan magnéticos para los aficionados de lo inquietante: no hay monstruos tradicionales. Vampiros, hombres-lobo y zombis son sustituídos por un mal más o menos puro que a veces conecta con lo inimaginable e inexplicable del estilo literario de autores como Lovecraft y que a veces se personifica en monstruos inclasificables y sin características muy claras, como Slender Man, símbolo del subgénero.

Conoce a Slender Man

Más allá de las fan-fiction literarias (puedes encontrar en español todas las que quieras y más con una sencilla búsqueda en google, y en inglés empezar a rastrear a partir de repositorios como Creepypasta.com o Creepypasta.org), este género en su versión audiovisual nació como una prolongación de la estética de found-footage, es decir, las películas de metraje encontrado y bajo presupuesto al estilo de El proyecto de la bruja de Blair o Paranormal Activity. Nos cuenta Juanja Torres, coautor junto a Miguel Ortiz de la más destacada webserie creepypasta en español, Croatian Files, que el manual de estilo de webseries como la suya son “las películas VHS y VHS2: gente que ha mamado Holocausto Caníbal con 10 o 12 años y luego proponen su punto de vista particular con respecto al género”.

La gran creación del creepypasta audiovisual es Slender Man, una criatura sobrenatural que, como el propio subgénero, se reproduce sin control ni medida, apareciendo en imágenes, ilustraciones, cortometrajes, webseries y vídeos virales sin más pretensiones que propinar un buen susto al desprevenido paseante ocasional de YouTube.

La criatura nació como un meme internáutico en 2009 en los foros de Something Awful a manos del usuario Eric Knudsen (aka Victor Surge), que lo creó con un par de imágenes para un concurso. Su inquietante presencia era simbólica y significativa: una figura fantasmagóricamente alta y delgada, con extremidades alargadas, vestido con traje y con un rostro pálido y sin rasgos reconocibles, como si tuviera la cabeza enfundada en un saco blanco. Normalmente aparece en segundo término, observando una escena inocente (muy a menudo, niños jugando, que no parecen darse cuenta de su presencia o no parece importarles) y generando un tono perverso solo con su presencia. Con su multiplicación en los medios y su transformación en imagen viral se ganó muchos otros apelativos como The Operator, Mr. Slim, The Administrator, Daddy LongLegs, Mr. Thin o The Tall Man. Miles de usuarios más o menos anónimos de otros foros como 9gag o 4chan se han volcado durante años a retocar imágenes de archivo o sus propias fotos de Instagram añadiendo una macabra presencia casi invisible.

“La naturaleza de Slender Man es tan difusa porque no hay ningún think tank de gente pensando qué características oficiales tiene. Los contenidos relacionados con él se generan de forma aleatoria. Nosotros mismos nos inventamos su origen en Croatian Files para adaptarlo a nuestra conveniencia. Ni siquiera sabemos cuál es el origen aceptado oficialmente para la criatura”, relata Juanja Torres.

Slender Man: la película

Era inevitable que la inquietante presencia fotográfica de Slender Man encontrara una personificación audiovisual, y llegó rápido. Marble Hornets arrancó como un post, casi una especie de creepypasta más, en los foros de Something Awful, y pronto se reveló como un ambicioso proyecto en formato webserie. Un tal Jay había encontrado las cintas de lo que estaba rodado su amigo Alex, desaparecido, y las iba a ir subiendo a YouTube. En poco tiempo, lo que se ve en la película comienza a afectar al propio Jay. La ficción se bifurca cuando, a partir de la novena entrada, otro usuario de YouTube, totheark, comienza a postear respuestas en formato vídeo que complementan la ficción. La serie alcanza un total de 87 entregas y cinco años de trabajo. La ficción construída por Marble Hornets es tan compleja y confusa que generó su propia wiki y su propia línea de tiempo, que aún hoy es comentada y enriquecida por los fans. Su canal tiene más de 400.000 suscriptores.

Marble Hornets generó casi de inmediato sus propias secuelas. Las dos más conocidas son EverymanHYBRID (cuya historia se bifurcó en dos cuentas de YouTube, otras dos de Twitter y una buena cantidad de fotos en Twitpic, chats grabados, un blog, un foro y vídeos sueltos en canales ajenos de la plataforma de vídeos) y Tribe Twelve (que incluso se atrevió a sumar efectos digitales al mito de Slender Man, sustituyendo sus brazos por unos monstruosos tentáculos). 

Muy significativo también fue el caso de The Slender Man, una película financiada a través de Kickstarter, que después de conseguir unos modestos 10.000 dólares, se subió a YouTube y fue retirada por una cuestión de copyright. Sucedió también con el videojuego Faceless y con otra película con el mismo nombre. Knudsen, lo más parecido a un creador que ha tenido la criatura, afirma no estar detrás de esas reclamaciones y que hay una tercera parte interesada que posee los derechos del filme, cuya identidad tampoco se conoce.

También en España hemos tenido creepypasta audiovisual: Croatian Files es un proyecto creado por Juanja Torres y Miguel Ortiz. Lo hicieron en los largos ratos libres que tenían mientras estudiaban en una zona aburrida de Croacia. Sus referentes, nos cuenta Torres, no son solo películas para internet: “Durante el año que hicimos el proyecto jugamos mucho a los videojuegos inspirados en Marble Hornets, The Eight Pages y The Arrival. Teníamos todo el material que habíamos ido recopilando de juegos, relatos, fotos trucadas y webseries... el formato nativo de esa criatura estaba ahí y nos apetecía proponer algo relacionado con este personaje y las leyendas urbanas de internet”.

El siguiente paso en la transformación de Slenderman en un icono del horror pop está en los videojuegos Slender: The Eight Pages y su secuela, el mucho más sofisticado Slender: The Arrival, en cuyo guion participaron Joseph DeLage, Tim Sutton y Troy Wagner, autores de Marble Hornets. Ambos títulos se adscriben a la última hornada de juegos de terror indies, que recuperan la atmósfera clásica de los antiguos títulos del género y en los que el jugador está completamente indefenso ante los monstruos que le acechan.

Slender Man: la trágica realidad

El 31 de mayo de 2014, dos niñas de 12 años de Wisconsin fueron arrestadas por intentar matar con 19 puñaladas a una amiga común. Las tres pasaron la noche juntas en casa de una de ellas y a la mañana siguiente las dos agresoras convencieron a la víctima de que las acompañara a un bosque cercano como parte de un juego, para atacarla seguidamente. En sus declaraciones a la policía, las niñas afirmaron haber intentado matar a su amiga para convertirse en “secuaces de Slender”, en referencia a la mitología del personaje, que al parecer las tenía obsesionadas. Para que conste: una de las niñas afirmó comunicarse también con Lord Voldemort y una de las Tortugas Ninja.

Un segundo ataque sucedió el 6 de junio de 2014 en Ohio, y lo llevó a cabo una niña de 13 años que intentó apuñalar a su madre con el rostro cubierto por una máscara y con los brazos cubiertos por un par de guantes. Fue después de oir las noticias del ataque de las otras niñas cuando la madre conectó los puntos: al parecer su hija también había estado obsesionada con Slender Man. En septiembre de 2014, las autoridades de Florida volvieron a conectar a Slender Man a un intento de homicidio: una niña de 14 años intentó prender fuego a su casa con su hermano de nueve años dentro. La policía encontró abundante información sobre Slender Man en el ordenador de la adolescente.

Los medios más sensacionalistas se ceban con un producto de ficción. El caso de Slender Man en particular y los creepypasta en general es muy goloso: las imágenes y textos se propagan sin freno y de manera infecciosa, y el personaje representa un mal puro, abstracto, sin una identidad definida. Slender Man es la última gran creación del horror viral, y ha encontrado en Internet un lugar perfecto para propulsarse en dirección a nuestros temores más esenciales.