El tema más leído de El País durante el pasado fin de semana llevaba un título que sin duda llamaba la atención: “Esperanza Aguirre dimite”. El texto recogía la decisión de Aguirre de abandonar la política, afirmando que “esto no tiene vuelta atrás”. Pero lo más sorprendente de todo era que la noticia se publicó el 17 de septiembre de 2012 y se refería a cuando dejó la presidencia de la Comunidad de Madrid.
Se trata de un ejemplo perfecto del Efecto Lázaro: historias antiguas que vuelven a resucitar al hilo de la actualidad e impulsadas por las redes sociales. Guillermo Castellanos, responsable de Analítica Web de El País, nos da algunos de los datos: el artículo sobre la dimisión de Aguirre en 2012 registró el sábado y el domingo más del doble del tráfico que cualquier otra pieza del fin de semana y un 75% de los lectores la leyeron con sus dispositivos móviles, por encima de la media del diario.
En ocasiones, son los propios medios los que recuperan estos temas porque siguen siendo de interés, como cuando El País usa el hashtag #hemeroteca. Pero nunca cuando pueden generar un malentendido y siempre dejando claro que es una noticia antigua. En este caso, el artículo ha vuelto a la actualidad por su cuenta y sin que se sepan muy bien los motivos.
Sí sabemos que la mitad de los lectores llegaron a través de las redes sociales, sobre todo de Facebook. No hemos detectado un origen, ya que esta red social oculta las direcciones de referencia, pero todo indica que muchos usuarios decidieron compartir la noticia a la vez y por su cuenta (por cierto, si alguien recuerda haberla visto en alguna página, que no dude en hacérnoslo saber).
Hay que añadir que la fecha no se ve cuando se comparte en redes como Twitter y Facebook, por lo que es posible que muchos siguieran difundiéndola sólo por el titular, quizás incluso víctimas de algún troll, sin entrar en la noticia y fiándose de la fuente (gracias), pero sin darse cuenta de que la información tenía ya tres años.
También hubo quien compartió la noticia a sabiendas de que era antigua.
Otro factor que ayuda a explicar la difusión de este artículo es el interés que han generado las elecciones. Las noticias sobre este asunto se han leído y comentado tanto en los medios de comunicación como en las redes. Y las especulaciones sobre las dimisiones tras resultados más o menos decepcionantes han centrado muchas de estas conversaciones.
De hecho, unos cuantos especulaban con la posibilidad de que Aguirre anunciara su dimisión en la rueda de prensa del 26 de mayo, en la que finalmente propuso una alianza contra Carmena. Incluso el tuitero Pau Cazorla compartió (bromeando) la noticia de la dimisión de Aguirre de 2012 de La Información, aunque en ese momento no llegó viralizarse.
Por último, hay que citar el factor emocional. Como recordaba Delia Rodríguez en un texto sobre estos “artículos-zombi”, tendemos a compartir más en redes los temas felices y sorprendentes, útiles y capaces “de cambiar nuestra visión de la vida”. También todo lo que provoca "rabia, indignación o un asombro negativo”.
Rodríguez pone como ejemplo, entre otros, estos dos artículos también de El País que resucitaron años después de haberse publicado: una parábola sobre la inmigración escrita por Rosa Montero en 2005 y compartida en 2012; y las declaraciones de Aquilino Polaino, que en 2005 dijo que ser gay era una enfermedad y que volvieron a circular en noviembre de 2011.
Y añade: “Una historia perfecta es capaz de provocar la misma emoción durante años”. Si la dimisión de Aguirre de 2012 fue lo más leído este fin de semana de 2015 es porque el titular causó al menos emociones similares a las de entonces. No olvidemos que Aguirre genera, por decirlo suavemente, sentimientos encontrados, y mucha gente estaba deseando creerse el titular.