La revolución de las amas de casa que muestran su compra semanal de Mercadona ha llegado a YouTube. En un mundo que en apariencia está dominado por veinteañeros que hablan a un público adolescente, estas mujeres han conseguido conquistar a una parroquia con sus vídeos de unboxing, esa tendencia que consiste en abrir cajas (las que sean).
Estas sorprendentes mujeres españolas, que han demostrado saber cómo se usa el programa de edición de Windows Movie Maker, no solo se dedican a desvelar qué productos de limpieza o alimentación hay en sus bolsas de la compra, también recomiendan “potis” de maquillaje, cocinan con la tele de fondo y se nominan para hacer tags. Es decir, retransmiten en diferido cómo es son sus vidas de amas de casa. Hasta graban vídeos con sus madres, como este de Conchi Córdoba, una de las estrellas de este nuevo gremio.
Conchi, también conocida en internet como Bella Dorella, es una andaluza casada y con hijos que se dedica a sus labores, y a contarlas en YouTube. En la información de su canal, deja claro que no busca suscriptores ni miles de visionados, pero en solo un año y medio ha conseguido más de 12.000 seguidores fijos y 2.600.000 reproducciones. En sus vídeos caseros hay de todo: desde tutoriales sobre cómo utilizar la escobilla del WC, hasta consejos para cortarse el flequillo y ahorrarse "unos duros" en la peluquería (más de 90.000 visualizaciones).
Las amas de casa de YouTube empezaron siendo un reducido grupo, pero los años y la constancia les están convirtiendo en estrellas de las redes. Conchi no respondió a nuestra petición, pero sí lo hizo otra de las más queridas, Encarni (4.500 suscriptores en su canal), a la que la fama digital la ha llevado hasta la televisión. Gracias al desparpajo que la andaluza muestra en la red, recibió una llamada de los redactores del programa Cámbiame de Telecinco, aunque, lamentablemente, no fue elegida por los estilistas.
Encarni, de 46 años, vive con su marido y sus dos hijos en Estepa, un pueblo de Sevilla. Hace ocho, por casualidad, descubrió los vídeos de señoras que hablan de sus cosas en YouTube: “Empecé a hacerme seguidora de algunas y pasaba coraje porque quería comentarles en sus vídeos, así que mi hijo mayor me abrió un canal”. Después de pasar más de tres años como espectadora, se decidió a grabar su vida como ama de casa: “Mis primeros vídeos ya tuvieron más de 300 reproducciones porque me conocían de comentar. Ahora tengo 4.000 y pico suscriptores. Lo comparto todo con mis niñas”.
Las niñas es como Encarni llama a las seguidoras (mujeres, en su inmensa mayoría) de su canal, a las que ha ofrecido más de 500 vídeos desde hace cuatro años. La sevillana sube a YouTube sus compras, secretos de maquillaje y hasta las sesiones de bicicleta estática.
Encarni se encarga ella misma de editar, y también gestiona sus redes sociales, aunque asegura que se le suele olvidar compartir los vídeos. Confiesa que no tiene una rutina establecida para subir su material: “Los pongo según los hago. Un día llegué a subir cuatro vídeos del tirón”. Aunque asegura que lo suyo es sólo un hobby, Encarni ya es partner de YouTube, es decir, rentabiliza económicamente sus vídeos a través de una colaboración con la plataforma. “Pero rica con esto no me voy a hacer, que me dan veintipocos euros al mes. Y los productos de los que hablo me los pago yo”. Esa es otra de las categorías estrella de las amas de casa, la valoración de productos terminados. Guardan los envoltorios de las toallitas húmedas, los botes de champú vacíos y los de los productos de limpieza para hacer un análisis exhaustivo frente a la cámara.
Encarni declara a Verne que ni los supermercados ni las marcas se han puesto en contacto con ella para enviarle productos que mostrar a cámara. A pesar de que Mercadona es su supermercado de confianza (aunque asegura que a ella la cosmética de Deliplus no le ha ido muy allá), nunca ha recibido noticias de ellos: “Las chicas del súper sí saben lo que hago, pero no creo que los jefes sepan que las señoras hacemos esto”.
Al contrario de lo que cree Encarni, en Mercadona sí están al tanto del fenómeno. Desde el departamento de comunicación de la cadena de supermercados aseguran que algunas amas de casa comparten sus vídeos con ellos a través de las redes sociales (más de 400.000 seguidores en Facebook y casi 80.000 en Twitter). Inciden en que son “completamente espontáneos y voluntarios, ya que Mercadona ni está detrás ni los patrocina”. Tampoco envían carros de la compra LIDL, Carrefour o DIA, los otros supermercados en los que compran estas mujeres, ni los bazares de los chinos a los que también dedican críticas.
Encarni cree que a ella quizás no le envían productos porque nunca mentiría: “Si algo no me gusta, yo a mis niñas no les voy a engañar. Claro, eso a los del super no les conviene”. Es cierto que se muestra muy sincera en la red, aunque esa falta de pelos en la lengua le ha causado algún problema. Conchi Córdoba dejó de ser amiga de Encarni después de que ambas se dedicaran una serie de tensos vídeos: “Éramos muy amigas, pero tuvimos un malentendido por unos mensajes que Conchi se tomó a mal y hasta su marido terminó amenazándome en el canal”. Estos son algunos momentos de la trifulca.
La contestación de Conchi:
Pero, a pesar de todos los problemas, Encarni se queda con lo positivo. Ella ha tenido momentos bajos en su vida de los que YouTube le ha ayudado a salir: “Si estoy más triste o con algún problema, ahí está el apoyo de esta gente, que no conozco, pero que me ayudan mucho. Y hay muchas personas con depresión a las que les va a venir muy bien ver vídeos y comentar”.
Más allá de compartir sus compras y de los malentendidos a los que puedan llevar algunos comentarios, las señoras de YouTube, son, por encima de todo, amigas. Para Encarni son especialmente importantes Yasobas, una mujer cubana que vive en Alemania (de las primeras a las que Encarni siguió), y Pilar Roca, valenciana residente en Madrid. Ambas son youtubers expertas en maquillaje, aunque Pilar, además de ser una apasionada de los vídeos, es licenciada en Derecho y opositó en dos ocasiones. Encarni comparte con Pilar horas de teléfono cada vez que alguna de las dos tiene un problema, aunque aún no se han desvirtualizado: “Es difícil coincidir porque vivimos lejos y cada una tiene su vida con su marido”.
Pilar ha conseguido que su esposo aparezca en sus vídeos. Lamberto también tiene su propio canal, pero se asoma al de su mujer para hacer uno de esos vídeos de maridos que maquillan a sus esposas (más de 13.000 resultados en español en YouTube), o mostrar a la cámara juntos sus regalos de San Valentín.
Su cercanía y autenticidad ha convertido lo que hacen en un fenómeno único que apenas tiene referentes fuera de nuestras fronteras. Existen amas de casa portuguesas similares, y también en Estados Unidos y América Latina, aunque no tienen ni el número de reproducciones de las españolas ni sus señas de identidad.
El éxito lo han conseguido saltándose algunas de las normas no escritas de cómo debe ser un vídeo de YouTube. La duración de sus vídeos es más que excesiva, muchos de ellos sobrepasan la media hora, y sus temáticas no resultan especialmente novedosas. Las señoras no utilizan un guion ni planifican dónde van a grabar. Tampoco tienen en cuenta cuál es la mejor hora para subirlos, ni se alían con influencers para conseguir reproducciones. Aparentemente, en YouTube, están suspendidas. Sin embargo, su público les otorga un sobresaliente.
Es quizás esa falta de dogmas lo que les ha otorgado la fama. Lo cotidiano y lo natural funcionan. Bueno, y que son muy divertidas.
Bonus track
Os dejamos un vídeo del marido de Conchi Córdoba recomendando sus películas favoritas.
Actualización (14 de septiembre de 2015): Días después de que se publicara este artículo, Encarni se puso en contacto con Verne para hacer una serie de aclaraciones. La primera es que la polémica con Conchi Córdoba se zanjó hace tiempo: “Ahora mismo tenemos una relación cordial, todo aquel malentendido ya quedó solucionado”. Además, el orden en el que tuvieron lugar los acontecimientos es diferente al mostrado; el vídeo de Encarni “Mensaje para Conchi Córdoba” fue después del subido por Conchi “1805 gracias”. Encarni también ha pedido que se maticen las declaraciones en las que hizo referencia a la intervención del marido de Conchi Córdoba en la discusión: “Nunca me amenazó”.