Las etiquetas de la ropa son cada vez más largas: tres o cuatro tiras con información sobre cómo lavar y cuidar la prenda, todo en varios idiomas y alfabetos, además de un par de botones de repuesto y, a veces, otra tira con la alarma. Las etiquetas pican, molestan y son objeto de críticas y bromas tanto en bares como en redes sociales. Por ejemplo:
Sí, la principal damnificada por estos comentarios es Zara, la empresa del grupo Inditex, así que les hemos preguntado por qué son tan largas. Y nos cuentan que además de la información para el cuidado de la prenda, estas etiquetas “deben cumplir con la legislación específica de los 88 mercados en los que estamos presentes, que regulan no solo el contenido informativo de las etiquetas, sino también otras cuestiones como la localización de esa información”.
En Mango añaden que “en algunos casos hay países que nos obligan a disponer de modo permanente y visible una serie de información, ya sea para pasar la aduana o ya sea para consumo. En otros casos se estima que comercialmente es una ventaja que cierta información figure en las etiquetas”. La empresa procura que “todo lo que no sea obligatorio se etiquete en tiendas" y se imprima junto con el precio.
No parece que haya solución: la normativa y la exportación obligan a este prolijo etiquetado. Al menos son útiles si vas en autobús y no tienes nada que leer. Los personajes son planos y la trama es floja, pero algo es algo.