El Club Larraina, también conocido como Campo de Deportes Larraina, es un histórico club pamplonés fundado en 1932. Desde su creación, sus estatutos recogen que la pertenencia está restringida solo a varones. Y así ha sido hasta el 15 de noviembre de 2015 cuando se ha aprobado permitir la entrada también a socias. Según informan a Verne vía telefónica fuentes del club la modificación de los estatutos ha contado con el apoyo de más del 70% de los votos. Un cambio que comenzó a fraguarse en 2007 con la jugada de una transexual y un grupo de socios.
Durante el verano de ese año, una transexual logró ser la primera mujer en remojarse en la piscina de este club masculino. Sirviéndose de su DNI de varón, se inscribió en el club instada por un grupo de socios descontentos con los estatutos y que defendían la inclusión de mujeres.
Cuando la entrada de esta nueva socia llegó a oídos de la junta directiva, fue expulsada. Según recogió El País en agosto de ese año, el presidente del club en aquellos momentos, José Ignacio Oroz, explicó que el motivo de la expulsión era que “inclumple un estatuto, y no es elegante que yo diga qué estatuto incumple”.
Sin embargo, la acción de aquellos socios críticos comenzó a dar sus frutos. Tras aparecer la noticia de la expulsión, partidos como Nabai, PSN, IU o ANV exigieron medidas para evitar las exclusiones de género. Desde el año 2012, la asociación permite el uso de sus instalaciones a mujeres, aunque estas siguen sin poder ser socias.
Una nueva junta escogida en 2014, con Carlos Rodríguez Espinosa a la cabeza, ha liderado el que ha sido el paso definitivo: la votación que ha resuelto que sí puede haber socias. Así lo explicaba Rodríguez en un comunicado en la página del club: "El cambio de estatutos impulsado por la Junta Directiva que presido tiene como principal objetivo formalizar legalmente lo que ya es una realidad en nuestro club, es decir, la apertura del mismo a futuras socias".
Otros "clubs de caballeros" con mujeres
Los "clubes de caballeros" españoles son una adaptación del modelo británico de gentlemans club, sociedades fundadas en el siglo XVIII en Londres para que los hombres apostaran y, cuando el juego se legalizó un siglo después, para que sus socios compartieran experiencias e intereses comunes. El modelo fue extrapolado a muchas sociedades de nuestro país, aunque actualmente buena parte de ellas ya permiten la entrada a mujeres: una de las más antiguas, la Sociedad Bilbaína, levantó el pasado mes de junio su veto a las mujeres tras 175 años siendo exclusivamente para varones. Otros célebres clubes de caballeros nacionales, como el Círculo Ecuestre o el Círculo del Liceo, cuentan con mujeres en su junta directiva.