Lo que dice el público antes, durante y después de ver 'Star Wars: el despertar de la fuerza'

Comentarios oídos al azar en el preestreno de la película en Madrid (sin spoilers)

-Papa, ¿y ese de los cuernos de qué va?
-De nada, hijo. Ese va de Navidad.

Es normal que el niño se líe. El único planeta en el que pueden aparecer simultáneamente soldados imperiales, Jedis, twi'leks, nautolanos, papas noeles, niños con gorros de elfo y señores con cuernos de alce es la Tierra. Concretamente, la madrileña Plaza de Callao. Son las seis de la tarde y quedan dos horas y media para el preestreno de Star Wars: el despertar de la fuerza. La plaza está a reventar de fans de la saga y de viandantes que no lo son tanto.

"Me cago en la leche, ¿pero esto qué es?", clama un anciano malhumorado mientras intenta hacerse paso.

"¿Dónde está Harrison Ford? ¿DÓNDE?", pregunta una mujer de mediana edad mientras mira en todas direcciones. Hay trampa: las pantallas gigantes de la plaza conectan cada poco con la première londinense, donde están los actores. Ford está a 1200 kilómetros.

"Jo con los frikis, la que han liado", dice una chica a su novio en el ascensor de un centro comercial. Desde la azotea, el evento pinta así:

La imagen está sacada de nuestra cobertura de Snapchat. Si estás rápido, puedes ver nuestras historias buscando el usuario vernesnap.

La masa se estira hasta Gran Vía porque parte de la acción transcurre ahí: la película se proyecta simultáneamente en los cines Callao y en los Capitol, sitos en la avenida. Es ahí donde tengo entrada. Que no butaca. Los asientos no están numerados y, para asegurar sitio, muchos de los fans han entrado al cine horas antes ("llevo aquí desde las seis", cuenta un chico que devora un bocata de salchichón en el hall a un grupo que hace cola en las palomitas) y marcado su territorio con abrigos, bufandas, bolsas o lo que hayan pillado por delante. La frase más escuchada de la noche: "¿Sabéis si este asiento está libre?". Yo la pronuncié cinco veces antes de encontrar uno.

-He tenido que dejar el casco ahí y no me gusta ni un pelo, como salga y haya algún problema...
-¿Qué problema va a haber? Relájate hombre.

Los que parecen tener un problemilla con el casco no son moteros: son tropas imperiales de la Legión 501, organización que ha animado la plaza de Callao con sus disfraces y que ahora, de civiles, se disponen a ver la película.

A mi derecha hay un niño que se pone las gafas 3D cada vez que en la pantalla aparece el logo de Star Wars. "Todavía no, mi vida, quedan 20 minutos, no te pongas nervioso", le dice su padre. 20 minutos después, se apagan las luces y el niño se pone nervioso. Y todos: comienzan los vítores y los aplausos. "Como no se calmen, me cuelgo de un pino", amenaza el espectador de mi izquierda. Si fuera un hombre de palabra, se hubiera colgado. A continuación, los gritos que se pueden contar sin incurrir en spoilers:

"HALCOOOÓN, HAAAAAALCOÓN".

"SOOOOOOOLO, SOOOOOOOOLO".

"LEEEEEEIA, LEEEEEIA".

"¡VIVA LA LEGIÓN 501!"

"¡SEÑOR, GUARDE SU TELÉFONO MÓVIL!". Este, menos potente, provenía del personal encargado de que nadie realizara grabaciones ilegales.

135 minutos después, las luces se encienden entre aplausos y más gritos, esta vez de "¡bravo!". Por mucho que agudizo el oído, me acerque a los grupos de público que me acerque, todos los comentarios son buenos.

"Me ha encantado", dice el espectador que finalmente no se colgó de un pino.

"No estaba preparado para asimilar tanto", reconoce un joven a su pareja.

"¿Habéis visto a Juancho? ¡Se ha tirado media película llorando!", chiva un muchacho a su grupo de amigos a la salida. "Pues y yo", se sincera otro.

"Peliculón", resume una chica a alguien por teléfono."Creo que necesito reposarla y pensar, pero de primeras, maravillosa".

"Me ha dejado como en una nube", comenta una chica a sus dos acompañantes, Gran Vía abajo.

A mí me ha debido pasar eso último. "Papá, ¿por qué ese chico lleva dos gafas?", dice un niño mientras me señala por la calle. Lo malo de vivir en el único planeta en el que pueden aparecer simultáneamente soldados imperiales, Jedis, twi´leks, nautolanos, papas noeles, niños con gorros de elfo y señores con cuernos de alce es que puedes olvidarte las gafas 3D puestas encima de las de la miopía durante media hora sin que a nadie le extrañe lo más mínimo.