Juan Pujol Martínez fue jefe de prensa y propaganda del bando sublevado durante la Guerra Civil. Y aún lleva su nombre una plaza del centro de la ciudad. Esta plaza será una de las 30 calles que cambiará de nombre a lo largo de 2016 y que pasará a estar dedicada a personas que sufrieron persecución durante la guerra y la dictadura. El pleno de la ciudad ha acordado la decisión este martes, con los votos a favor de Ahora Madrid, PSOE y Ciudadanos.
Ahora Madrid ha ido enumerando en su cuenta de Twitter las calles afectadas, explicando los motivos del cambio. Sin embargo, al llegar a la dedicada a Juan Pujol Martínez se han liado: como se puede ver en este pantallazo de un tuit que posteriormente borraron, mezclan la biografía de Juan Pujol Martínez, franquista, con la Juan Pujol García, héroe de la Segunda Guerra Mundial.
El barcelonés Joan Pujol García trabajó como agente doble, pasando información falsa a los nazis durante la guerra. Gracias a él, Hitler creyó que el desembarco de los aliados sería en Calais y no en Normandía. Incluso se inventó una red de confidentes, llegando a obtener una pensión de viudedad para la esposa de uno de ellos. Fue condecorado con la Cruz de Hierro por los nazis y, tras la guerra, con un MBE del Reino Unido. En 1949 y con ayuda del MI5, viajó a Angola y simuló su muerte por malaria. Murió (esta vez de verdad) en 1988 en Caracas, a los 76 años. El País le entrevistó cuatro años antes: "Engañé a Hitler porque era el enemigo implacable de la libertad"
Como era previsible, en Twitter les han llamado la atención por el error, llegando Juan Pujol a ser trending topic en España. Además, muchos han propuesto dejar la plaza con el mismo nombre, pero dedicada al otro Juan Pujol, a "Garbo", al bueno.
Ahora Madrid se ha disculpado por el error y ha asegurado que estudiará la sugerencia de dedicar la plaza a "Garbo".
Aunque es posible que surjan otras propuestas: el escritor Fernando Sánchez Dragó se lió a martillazos con la placa en 2006, poniendo encima otra con el nombre de su padre, Fernando Sánchez de Monreal, que fue fusilado en 1936 después de que lo denunciara Juan Pujol Martínez (el franquista, no el espía).