Las últimas victorias cosechadas por Donald Trump en su camino hacia la Casa Blanca han hecho que lo que empezó como una broma -"si gana Trump me mudo a Canadá"- vaya adquiriendo tintes realistas a medida que avanzan las primarias.
Que la cosa iba en serio (o no) se supo cuando Simon Rogers, un trabajador de Google, aseguró en su cuenta de Twitter que el interés por mudarse a Canadá había experimentado un crecimiento del 350% después de conocerse los resultados del llamado Supermartes de las primarias, cuando Trump se impuso claramente a sus rivales.
Pero solo era el principio de la tendencia, porque al día siguiente la búsqueda "move to Canada" (mudarse a Canadá) batía récords. En palabras de la compañía el crecimiento era "mayor que en cualquier momento en la historia de Google".
Los medios estadounidenses no solo han recogido esta tendencia en las búsquedas, sino que han aprovechado para dar consejos -medio en broma, medio en serio- para mudarse al país vecino. Lo han hecho Vogue, Mic y The Huffington Post, por ejemplo, que recogen los pasos legales que debe seguir un americano para conseguir permiso de residencia en el país vecino. Eso sí, este artículo publicado en Medium recuerda a los votantes demócratas que "una solicitud de asilo político argumentando que el presidente es un lunático sería, casi con total seguridad, rechazada".
En una línea similar, Mashable recomendaba cinco destinos a los estadounidenses que quieren huir del empresario.
- Nueva Zelanda, con sanidad pública, precios más asequibles y un estándar de vida similar al estadounidense.
- Irlanda. “Los irlandeses suelen ser votados como las personas más amistosas del mundo… Y los americanos que piensan en emigrar necesitarán amigos desesperadamente”.
- Canadá, abierta a la inmigración y con un estilo de vida parecido al estadounidense.
- Svalbard, un territorio noruego con un clima duro, “pero un ambiente quizás más tolerable para algunos que la América de Trump”. No hace falta visado. Pero hay osos polares.
- Suecia. “Ha sido nombrado uno de los mejores países para ser una mujer y tiene una de las visiones más progresistas en lo que respecta a la igualdad de géneros”.
La tendencia ha llevado a muchos tuiteros a hacer bromas con la fórmula “si gana Trump me voy a mudar…”, acabando la frase con algún lugar absurdo o con un comentario irónico.
Yo: Os digo que si Trump gana las elecciones, me voy de Estados Unidos. Mi cuenta corriente:
Si Trump gana me mudo a mi último fichero guardado en Sim City 2000.
Eso de “si Trump gana, me mudo a Canadá” está basado en la asunción equivocada de que Trump no anexionará Canadá de forma inmediata.
El tono de humor ya da a entender que la voluntad no es firme. Recordemos que ya se decía lo mismo con Bush en el año 2000, aunque en ese caso los simpatizantes de los demócratas querían mudarse a Londres. El director Robert Altman y el actor Alec Baldwin, entre otros, hicieron esta amenaza, sin cumplirla. De hecho, el escritor Tom Wolfe, próximo a los republicanos, se ofreció a ir al aeropuerto a desearles buen viaje a todos los demócratas que aseguraban que querían marcharse cuando repitieron el ultimátum en 2004.
Pero esto no es algo exclusivo de los demócratas. Algunos republicanos también están dispuestos a hacer las maletas y largarse a Candá si gana Clinton. Y ya aseguraron lo mismo (nuevamente en vano) en 2008 y 2012 cuando ganó Obama. De hecho y si nos fijamos en el gráfico de Google, los picos en las búsquedas se dan cada cuatro años, coincidiendo con las elecciones. Eso sí, de forma mucho más moderada que con Trump. De hecho, a alguno le basta con mudarse a Texas (o eso dice).
Si gana Hillary, me mudo a Canadá. No puedo soportar otro presidente demócrata.
Vivo en Minnesota. Si Hillary Clinton gana me muda a ¡oh, Texas!
Veo que todo el mundo está en plan “me voy a Canada si Trump / Hillary gana”. ¿Y qué pasa con México. Porque tacos.
Me estoy riendo en voz baja de toda esta gente que dice que me mudo a Canadá si Donald Trump gana porque yo dije lo mismo en 2008 sobre Obama.
¿Y en España? Una búsqueda por Twitter nos lleva a comprobar que muchos han formulado amenazas similares. No hace falta tenerlas muy en cuenta. Como hemos visto, son solo una forma casi literaria de expresar temores políticos. Aunque en este caso, hay que mencionar que son muchos los que se han tenido que ir de España, pero por motivos laborales y no tras unas elecciones (aunque quizás sí por culpa de lo que se ha hecho tras ellas).
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