Hace dos días, Nathalie Gordon subió a su cuenta de Twitter una foto de unas naranjas con un comentario jocoso: "Si la naturaleza fuera capaz de encontrar una manera de cubrir estas naranjas, no tendríamos que gastar tanto plástico".
La imagen había sido tomada en uno de los supermercados que la cadena Whole Foods tiene en Londres y en ella se podía observar una nueva forma de comercializar las naranjas: presentarlas ya peladas dentro de unos envases de plástico. Lo que en principio podría parecer una buena idea para ahorrar tiempo a sus clientes derivó, después de que el tuit fuese compartido miles de veces - va por los 84.000 retuits - en una pequeña crisis de marca para la compañía estadounidense.
Lejos de entender los beneficios de la nueva fórmula, la mayoría de comentarios realizados en Twitter se preguntaban: ¿Para qué contribuir a producir plástico en exceso si existe una forma perfecta y natural de vender naranjas? Algunos también se cuestionaban si esta era una prueba más de la estupidez humana y nos habíamos vuelto tan vagos que ya no éramos capaces de pelar la fruta.
Se da la paradoja de que una de las señas de identidad de Whole Foods es su compromiso con el medioambiente y su línea de productos orgánicos. Así que después de todo el feedback negativo recibido tras el tuit de Gordon, la compañía anunció vía Twitter que eliminarían ese tipo de empaquetado: "Sin lugar a dudas, nuestro error. Han sido retiradas. Te hemos escuchado y las dejaremos en su embalaje natural: la cáscara".
Una decisión que tampoco zanjó la polémica. Hubo quienes sí encontraron ventajas en la propuesta de Whole Foods más allá del perjuicio al medioambiente. Algunos usuarios mencionaban, por ejemplo, a las personas con problemas de movilidad y respondían al mensaje pidiendo que se mantuviesen las naranjas peladas en stock. Los supermercados se lo tomaron con humor y bromearon sobre el asunto con el hashtag #orangegate y haciendo un juego de palabras en inglés (con peeling, que significa pelar, y appealing: actractivo, interesante) para ver si una segunda propuesta en tarros de cristal gustaba más.
En España también se han comercializado 'inventos' similares al de Whole Foods como esta fórmula de envasado que permite conservar la fruta pelada en buen estado durante más tiempo - entre 9 y 12 días. Se llegó a ella a través de un proyecto de investigación respaldado por un consorcio de empresas - Carrefour entre ellas - que empaqueta y vende trozos de piña y naranjas sin cáscara.
"¿Nos hemos vuelto tan vagos y locos que no podemos si quiera pelar nuestra propia narajan? La estupidez no tiene fin"
"Qué infierno. Esto me enfada muchísimo. Hablemos de la necesidad de seguir contribuyendo con más plástico al planeta"
"Agg. Estúpida naturaleza"
@ajdomanico @awlilnatty the irony of this being Whole Foods too
— Mollie Goodfellow (@hansmollman) 3 de marzo de 2016
"La ironía de esto es que sea precisamente Whole Foods"
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