La I debe su característico punto a que se confundía con la u al escribirse en cursiva en la Edad Media. Procede de la iota griega, al igual que la J, que quedó para fonemas consonánticos. En Roma era también servía para representar el número 1. Es la séptima letra más frecuente: en un texto cualquiera, el 6,25% de las letras serán íes.
Icástico. Natural, sin disfraz ni adorno.
Decir de un armonio que es 'un piano que, disgustado de la vida, se ha refugiado en la religión' no hace sino reformular de un modo icástico algo que ya sabíamos y creíamos: que el armonio es un instrumento de iglesia.
Umberto Eco en EL PAÍS, en un artículo de 2002 traducido por Pablo Ripollés Arenas.
Icnita. Huella fosilizada de un animal.
Idiolecto. Conjunto de rasgos propios de la forma de expresarse de un individuo.
Ignaro, ra. Que no tiene noticia de las cosas.
¿Ustedes se imaginan una discusión con dos elefantes por medio, entre una pareja de la benemérita y un domador foráneo, barritando y hablando cada cual en su lengua: los proboscidios en vayan ustedes a saber qué, los del tricornio en castellano y el valeroso artista en alemán? ¿No? Pues eso, pese a su ignaro escepticismo.
Camilo José Cela en un artículo publicado en EL PAÍS en 1978.
Ignavo, va. Indolente, flojo, cobarde.
Ilécebra. Halago engañoso, cariñosa ficción que atrae y convence.
Manukyan se marcó como objetivo memorizar diariamente 50 palabras del María Moliner, que alberga 91.000 entradas y más de 190.000 definiciones. Y así fue como pudo responder con la palabra “ilécebra” a la pregunta definitiva: “Halago engañoso, cariñosa ficción que atrae y convence”.
EL PAÍS relataba así la victoria de Lilit Manukyan en Pasapalabra gracias a este término.
Imbele. Incapaz de guerrear o de defenderse, especialmente por ser débil o flaco o por carecer de fuerzas y resistencia.
Imbornal. Boca o agujero por donde se vacía el agua de lluvia de los terrados. También, abertura practicada en la calzada, normalmente debajo del bordillo de la acera, para evacuar el agua de lluvia o de riego.
Íncola. Habitante de un pueblo o lugar.
Inedia. Falta de la alimentación suficiente. Estado de debilidad que provoca la inedia.
Inconcuso. Firme, sin duda ni contradicción.
El Estado debe aceptar -es la otra cláusula del pacto- un límite infranqueable, que es el dibujado por el perímetro de la interioridad de la vida privada, un ámbito donde se le reconoce al yo el derecho inconcuso a elegir sin interferencias el estilo de vida que desea sin necesidad de rendir cuentas a nadie.
Artículo de Javier Goma Lanzon publicado en EL PAÍS en 2011.
Incuria. Poco cuidado, negligencia.
Ineluctable. Dicho de una cosa: Contra la cual no puede lucharse.
Por supuesto, esta ineluctable evolución deberá realizarse con prudencia. Nadie pretende que, de la noche a la mañana, se pueblen nuestras diócesis de mujeres obispos. No hay que pedirle sonatas al campanario.
Pablo de la Higuera en EL PAÍS, en 1988, hablando de mujeres sacerdotisas, una evolución ineluctable, pero -por lo que se ve- lenta.
Infrangible. Que no se puede quebrar, romper.
Inope. Pobre, indigente.
Inverecundo, da. Que no tiene vergüenza.
Examen sorpresa (pero no necesariamente mudo): la H
*Texto redactado por Jaime Rubio con aportaciones de Mari Luz Peinado, Héctor Llanos, Gloria Pina, María Sánchez, Pablo Cantó, Anabel Bueno y Lucía González.