Unicode publicará en junio su nueva versión, que incluirá 72 nuevos emojis, y ya ha confirmado a la arrocera La Fallera que podremos enviar mensajes incluyendo una paella, con lo que finaliza así una campaña que arrancó hace un año y ocho meses, y que contó con la participación del humorista Eugeni Alemany.
Unicode es una asociación sin ánimo de lucro que, entre otras funciones, decide dos veces al año los emojis que aparecen en los teclados de algunas aplicaciones móviles como WhatsApp. Los responsables de esta decisión son representantes de las principales compañías tecnológicas de Estados Unidos, como Google, Apple, Adobe Systems y Yahoo!.
Este fin de semana hubo una reunión para decidir las incorporaciones que se sumarán a partir de junio y, aunque aún no se han hecho públicas, sí se ha confirmado a La Fallera que la paella ha pasado el último corte, según explica a Verne por teléfono Guillermo Navarro, director de estrategia de La mujer del presidente, agencia encargada de la campaña. Eso sí, el nombre técnico de este emoji es "shallow pan of food” (sartén poco profunda de comida).
El diseño definitivo aún no se conoce, pero Navarro apunta que tanto la propuesta en blanco y negro de Unicode, como la de Emojipedia (un diccionario de emojis) apuestan por una paella valenciana ortodoxa, con carne y verduras.
Y es que en enero se vivió una pequeña crisis, cuando Emojipedia propuso un diseño en el que aparecían gambas, chorizos y guisantes. Fue “dramático”, bromea Navarro, que recuerda que “incluso hubo gente que decía que era peor tener un emoji de arroz con cosas que uno de paella”.
Este diseño comparable para muchos a una herejía se echó atrás después de una campaña en Twitter con la etiqueta #ComboiPaellaEmoji. El director de la campaña recuerda al respecto que “la paella forma parte de nuestra identidad y hay que entenderla de una manera determinada”.
Unicode defenderá la paella frente al arroz con cosas, pero ahora también depende de las diferentes plataformas. De momento, Navarro apunta que Google ha dicho que respetará este diseño.
Por tanto, “ahora solo falta celebrarlo”, asegura, muy satisfecho con el final de un proyecto tan largo que “surgió como una broma” y que se ha traducido en “el primer emoji que responde a una petición popular". Y añade: "Y que sale de una marca”.