Carmen Bustamante Barangó "era un personaje y una gran madre que nunca dejó de ser niña", cuenta a Verne uno de sus hijos, Román Zabal. Falleció este viernes en Barcelona a los 75 años de edad y dejó claro un deseo: que su esquela fuera acompañada de su emoji favorito. Su familia la ha publicado este sábado en El Periódico de Catalunya.
La esquela, redactada por su hijo Román, es la primera que aparece con un emoji en la historia del periódico, asegura la propia publicación, y puede encontrarse en la parte inferior de la página 38 del diario. Dice lo siguiente:
Acabó este viaje -en este mundo- en su casa en General Mitre, frente al antiguo campo del Espanyol, a los 75 años de edad, el 27/5/2016; y os agradece a los que la conocisteis que hayáis participado en este recorrido lleno de luz, de generosidad extrema y de orgullo de su isla (Menorca), de su apellido (Bustamante) y de todo su clan.
"Tenía tres de sus hijos viviendo fuera de Barcelona, dos en Holanda y una en Galicia, así que creamos un grupo familiar en WhatsApp con el que nos comunicábamos todo el tiempo. Hace unos días, ella me imitó con gestos con su cara que quería que apareciera este emoji en su esquela. Al repasar las conversaciones de texto que manteníamos, nos dimos cuenta de que aparecía muy a menudo en ellas", explica el hijo en conversación telefónica.
La fallecida dejó claro que no quería ningún símbolo religioso en la comunicación de su fallecimiento. El diario también respetó sus deseos.
"No era nada creyente y nos dijo que, si aparecía algún símbolo de ese estilo, reviviría y vendría a buscarnos", comenta Román, quien explica que su madre era comadrona de la Clínica Corachan de Barcelona.
El estadio del Espanyol era un símbolo para la familia, por eso se incluyó esa referencia futbolística en la esquela. "Vivíamos al lado y mi casa se convertía en un centro de reunión para gente que quería ver los partidos. Era una mujer muy generosa que no tenía bastante con sus cinco hijos, así que abría las puertas de su casa a todo el mundo", recuerda Román Zabal.
La fallecida era seguidora del Fútbol Club Barcelona y no estaba muy interesada en la final de la Champions en Milán entre el Real Madrid y el Atlético. "Yo creo que se fue de este mundo antes para no verlo", dice el hijo, quien parece haber heredado el sentido del humor de Carmen Bustamante.