Pablo Escobar escribía un nombre en su cuaderno y él se encargaba de hacer el trabajo. De asesinar. John Jairo Velásquez (1962, Antioquia), conocido como Popeye, ostentaba el título de ser uno de los sicarios favoritos del líder de la guerra de los cárteles que se libró durante los ochenta y noventa en Colombia. Mató alrededor de 300 personas, ideó y ordenó cientos de crímenes más. Ahora ha encontrado en YouTube la plataforma para “el arrepentimiento”, con más de 100.000 suscriptores en menos de un año.
“Decidí crear este canal para estar en contacto con la gente y contar la verdadera historia del cartel de Medellín sin tapujos, sin verdades maquilladas o mentiras mal intencionadas”, explica a Verne. “Lo hago para mostrar que delinquir no vale la pena”. Popeye ha pasado más de 20 años en la cárcel por un único crimen: el homicidio de Luis Carlos Galán, candidato a la presidencia de Colombia. Salió en 2014 y con la ayuda de un amigo ingeniero en telecomunicaciones encontró en YouTube la plataforma para redimirse.
“Mi canal se llama Popeye Arrepentido porque de verdad estoy arrepentido, voy a luchar por una nueva vida”, asegura. “Me arrepentí de haberle hecho tanto daño a la gente inocente. En su momento lo hacía por unos ideales, por una causa que nunca ameritó tanta barbarie”.
En agosto de 2015 publicó su primer vídeo, una entrevista sobre la fuga del Chapo Guzmán de una cárcel en México. Desde entonces son más de 80 donde no solo narra sus experiencias como sicario, también contesta a sus seguidores –“amigos y detractores, son la razón de mi vida actual”- y se atreve con el análisis político. De bandido a bandido, el mensaje que le envió a Diosdado Cabello, expresidente de la Asamblea Nacional, número dos del chavismo, es uno de los vídeos más vistos de su canal con más de 800.000 reproducciones (la media está en 30.000).
Popeye cuenta que lo hizo a petición de su público. “Sin dejarnos intimidar comenzamos una cruzada contra ese régimen de terror y hambre”, dice con la seguridad de conocer de fondo cómo funciona el negocio del narcotráfico en Venezuela. “Estuve preso con un gran narco de ese país: Walid Makled, me contó los pormenores y aproveché este conocimiento para desenmascarar a estos bandidos peores que yo”.
El vídeo recibió la respuesta de Cabello, los visionados se multiplicaron y la fama de Popeye cruzó fronteras. Desde hace un par de semanas, la historia de Velásquez aparece en The New York Times, Washington Post, The Guardian y EL PAÍS, además de en toda la prensa local. “Sé que este cuarto de hora no es eterno. Hay que seguir trabajando duro para que pueda extenderse un poco más”.
Para cumplir con esta tarea se pasa las horas delante del ordenador contestando los emails de sus seguidores, de donde salen muchos de los temas que trata. También tiene en cuenta lo que hacen sus compañeros en Internet porque ya se autodenomina Youtuber. “Sigo a Germán Garmendia por su humor y por su humildad. En México a Grusgi por su manera de hacer bromas. En Colombia a Daniel Samper Ospina un nuevo youtuber, el más acido de los comentaristas políticos. Y a otros que hablan de literatura, de ciencia y tecnología”, relata. Mantiene un perfil en Facebook con algo más de 20.000 seguidores donde publica sus entrevistas, pero prefiere los vídeos. “Si no estás en Youtube no eres, no existes”.
El impacto mediático no oculta el malestar de muchas de sus víctimas. Gonzalo Rojas, hijo de una de los fallecidos en el atentado a un avión de Avianca en 1989, siente que es una afrenta a las personas que sufrieron la barbarie de Escobar y sus hombres. Como él, muchos comentarios críticos se acumulan en el canal de Popeye. “No censuro ninguno por más desfavorable que sea. Mi canal es abierto, es una verdadera democracia”, se justifica.
Popeye prepara una serie basada en su libro Sobreviviendo a Pablo Escobar que será producida por el canal de televisión colombiano Caracol con la licencia de Netflix. “El poco tiempo que me queda después de dar entrevistas para el mundo, me dedico también a escribir mi tercer libro y además preparo el guion para una futura película”, concluye.