La letra O en el alfabeto egipcio tenía la forma de un ojo mirando de frente, en un dibujo que los fenicios simplificaron. Inicia el 1,58% de las palabras del diccionario, siendo la decimoséptima, aunque aparece un 8,68% de las veces en cualquier texto, si no tenemos en cuenta el orden. De hecho, es la tercera letra más frecuente después de la E y la A.
Obliterar. Anular, tachar, borrar. En medicina, obstruir o cerrar un conducto o cavidad.
Resulta trágico y a la vez tremendamente hermoso que las últimas palabras que Nabokov plasmó en sus textos antes de morir fueron tachar, eliminar, suprimir, borrar, cancelar, anular, obliterar... Siete sinónimos del verbo destruir.
Eduardo Lago, en una entrevista concedida a EL PAÍS en 2013.
Oblito. Cuerpo extraño olvidado en el interior de un paciente durante una intervención quirúrgica.
Obsecuencia. Sumisión, amabilidad, condescendencia.
A Televisión Española se le viene haciendo objeto de mucha crítica, sobre todo por su real o supuesta propensión a servir, en detrimento de los demás partidos, los intereses del partido que ocupa el poder; pero, si tal pretendida obsecuencia es la principal crítica que se le dirige, sería demasiado lamentable que toda su reforma se redujera a corregir esa falla mediante el simple procedimiento de hacer más equitativa la repartija del tiempo concedido a cada uno de ellos
Francisco Ayala en EL PAÍS.
Ocal. Dicho especialmente de algunas frutas, como la pera y la manzana: Muy gustosas y delicadas.
Occiduo. Perteneciente o relativo al ocaso.
Occiso. Muerto violentamente.
Nuestra enhorabuena a España entera, en fin, y que el occiso alcance en la presidencia de Faes y las Jons la paz que no le dio la presidencia del Gobierno.
Juan José Millás, en referencia (metafórica) a Aznar, después de que el PP perdiera las elecciones de 2004.
Oclocracia. Gobierno de la muchedumbre o de la plebe.
En la oclocracia, en cambio, no elegimos a nadie ni delegamos nada: todos opinamos de todo, todos hacemos todo y todos somos sabios en cualquier materia y profesión.
Luisgé Martín en EL PAÍS, en 2010.
Ofendículo. Obstáculo, tropiezo.
“Llevaron el camino de San Pablo, que manda Jesucristo, por no poner al Evangelio ningún ofendículo”.
Fray Bartolomé de las Casas en Historia de las Indias.
Ojienjuto. Que tiene dificultad para llorar.
Onicofagia. Costumbre de comerse las uñas.
Además, la onicofagia comporta otros trastornos, como la paroniquia (infección bacteriana en la piel que rodea las uñas) y problemas dentales y mandibulares.
Salomé García en Smoda, en 2013.
Opado, da. Presumido (vano, orgulloso). Dicho del lenguaje: Afectado, redundante e hiperbólico.
Opimo. Rico, fértil, abundante.
Hay que dar tiempo para que pueda granar con opimo provecho y no se debe ensayar a acelerarlo, puesto que jamás abdica de su ritmo previsto y candencioso o vertiginoso, según se mire.
Camilo José Cela en su discurso de recepción del premio Cervantes, publicado en EL PAÍS, en 1996.
Ortoepía. Arte de pronunciar correctamente.
Examen sorpresa: la Ñ
*Texto redactado por Jaime Rubio con aportaciones de Mari Luz Peinado, Héctor Llanos, Gloria Pina, María Sánchez, Pablo Cantó, Anabel Bueno y Lucía González.