La solución de Donald Trump para la inmigración ilegal de México a Estados Unidos es construir un enorme muro fronterizo y hacer que México pague por él. Eso lo dijo en abril de este año, unos meses después de sus controversiales declaraciones sobre los migrantes mexicanos. Para esas fechas, David Haggerty, un diseñador industrial de Nueva York, le confesó a sus tres amigos que estaba harto de los comentarios del ahora candidato republicano. Ellos compartían el sentimiento. “Estábamos cenando una noche y los cuatro hablábamos de lo inaceptable que ha sido la campaña de Trump y cómo no podíamos quedarnos cruzados de brazos”, dice Haggerty a Verne vía telefónica. “Nos pusimos a rebotar ideas de cómo usar su ridícula retórica en su contra”. Los cuatro acordaron un plan para construir un muro cerca de uno de sus dos edificios más emblemáticos: Trump Tower o el Trump International Hotel & Tower, ambos en Manhattan.
El muro estará hecho de costales de arena y medirá 60 metros de largo y un metro de alto. “Lo suficiente para contener el ego de Trump”, bromea James Cazzoli, otro de los organizadores en un video que los diseñadores publicaron en Youtube para recaudar fondos en la plataforma de crowdfunding Indiegogo. Su campaña se llama Wall in Trump (amurallar a Trump).
Antes de comenzar esta campaña, los cuatro diseñadores debían averiguar si el proyecto era legal. “Después de hacer muchas llamadas descubrimos que teníamos que conseguir la autorización del Departamento de Parques de la Ciudad de Nueva York", dice Haggerty. "Hemos estado en pláticas con ellos desde mayo y nos han ayudado mucho para conseguir los permisos”. Cazzoli comenta a Verne que la oficina no les hizo preguntas sobre la intención del proyecto. "La explicación no es necesaria. Podemos hacer el proyecto mientras respetemos las reglas de vialidad y seguridad", dice. "Tenemos derecho a protestar y a expresarnos libremente en lugares públicos y eso es lo que haremos".
Después de que los organizadores le entregaron a las autoridades un plan de logística para la construcción del muro, el departamento autorizó el proyecto en julio que podrá estar instalado dos días. Los organizadores eligieron el 29 y 30 agosto. “Es una fecha ideal porque la campaña presidencial ya habrá comenzado, es verano y habrá mucha gente en las calles”, dice Cazzoli a Verne vía telefónica. Estos cuatro diseñadores no son los únicos que han aprovechado estas fechas para protestar contra Trump con un muro. El artista Plastic Jesus colocó una estructura alrededor de la estrella del candidato en el paseo de la fama en Hollywood el pasado 19 de julio.
Lo que aún está por verse es la ubicación del muro. Los organizadores han elegido dos direcciones posibles: Central Park West justo frente al Trump International Hotel & Tower, la esquina de West 59th y Avenue of the Americas, que aunque está a tres cuadras de Trump Tower y unas cuatro de Trump International Hotel es uno de los lugares más concurridos de la zona, asegura Cazzoli. Su plan de emergencia, si no es posible hacerlo en las direcciones anteriores, es la esquina de la calle 72 y Terrace Drive, cerca del corazón de Central Park. “Estamos terminando los últimos detalles de logística, que debemos entregar a las autoridades del parque. Ellos deberán dar su diagnóstico y a partir de ahí tomaremos la decisión”, explica Haggerty. Estas ilustraciones ofrecen una idea de cómo se vería el muro frente al hotel de Trump y en la West 29th.
Los cuatro diseñadores necesitan 60.000 dólares para construir el muro, la mitad del presupuesto es para adquirir 10.000 sacos de arena que formarán la estructura. “La idea es que cada persona done un saco de tres dólares, por lo que necesitamos que unas 10.000 se unan a la campaña”, comenta Cazzoli. El resto del dinero es para contratar a una empresa que les ayudará transportar los sacos y construir el muro. Cazzoli estima que el equipo tardará entre seis y ocho horas en concluirlo. “Descargaríamos los sacos de los camiones en la tarde del 29 de agosto y comenzaríamos a acomodarlos en la mañana del 30”, comenta. El dinero que sobre será donado a la fundación I Have Dream dedicada a ofrecer apoyos financieros y de educación para estudiantes de bajos recursos en Estados Unidos. Los diseñadores también harán esta donación si no obtienen el presupuesto suficiente para realizar el proyecto. Hasta el 5 de agosto han recaudado un poco más de 2.000 dólares.
Si logran construir el muro, Cazzoli espera que la gente se acerque a él y les pregunta a los organizadores sobre su intención. “Queremos que la gente empiece a cuestionar las palabras de Trump cuando las vean reflejadas en el muro. Podríamos hacer una protesta frente a Trump Tower como muchos lo han hecho, pero creo que esto tendría un impacto mucho más fuerte”, dice. Al respecto Haggerty agrega: “Queremos que la gente en Nueva York y en todo el mundo se sientan como nosotros: los que creemos que él no nos representa y que no debería tener un puesto político en ningún lugar del mundo. Creo que es momento de que alguien cuestione sus palabras y esperamos convencer a suficientes personas a unirse a este cuestionamiento”.