El Comité Olímpico de Fiyi fue reconocido oficialmente el 1 de enero de 1955. Y, desde entonces, en sus 61 años de historia, el país no había conseguido ninguna medalla olímpica. Ni bronce, ni plata, ni oro. Por eso, el país ha estallado en una fiesta inmensa después de que su selección de rugby a siete ganara en la final de Río a Gran Bretaña por un contundente 43-7.
Es la primera vez que pueden celebrar una medalla y lo están haciendo a lo grande. De hecho, había tantas ganas de celebrarla que los fiyianos ni siquiera esperaron a que terminara la final: en el descanso, cuando su equipo ya ganaba 29-0, empezaron a sonar los primeros cohetes y los bocinazos de los coches en las calles de Suva, la capital. La fiesta también se extendió a las 110 islas habitadas que conforman el país.
El pueblo de los jugadores Viriviri y Tiliga subiendo el volumen por su equipo.
"Es el día más grande en la historia de Fiyi. Todo el mundo lo está celebrando", dijo a la agencia AFP el fotógrafo Feroz Khalil, que vio la final, junto con otras 2.000 personas, en una pantalla gigante instalada en el principal estadio de la ciudad. "Ha sido una locura. Había gente cantando y llorando. Me siento muy feliz", reconoció.
Las autoridades del país oceánico, que tiene unos 900.000 habitantes, también se han sumado a la celebración y han decretado fiesta nacional para el 22 de agosto, el día después del regreso de los campeones a su país. "Nunca hemos llegado tan alto como país", aseguró Voreqe Bainimarama, primer ministro de Fiyi, que vio el partido en directo en Río.
"Algunos irán a trabajar ahora, pero no creo que sean muy productivos", reconoció a AFP John O'Connor, presidente de la federación fiyiana de rugby. Fiyi ha sido uno de los grandes beneficiados con el regreso en Río de este deporte al programa olímpico, del que había estado ausente durante 92 años.
En Río, a diferencia de la experiencia previa, el rugby se jugaba a siete -esto es, con siete jugadores, a diferencia del que se juega con quince-, donde Fiyi ya era una potencia y se había proclamado campeona en las dos últimas ediciones de las Series Mundiales. Por esta razón, en Fiyi el rugby se considera deporte nacional.
La familia del capitán de la selección de rugby a siete de Fiyi, Osea Kolinisau, ya celebra la victoria en Río.
La final contra Gran Bretaña en Río podría calificarse de ejemplar: la selección oceánica anotó siete ensayos por medio de siete jugadores distintos, toda una demostración de juego colectivo.
Junto con los cohetes y las danzas, llegaron las primeras lecturas en clave política, histórica y cultural: "Todo el país, jóvenes, mayores, hombres, mujeres, niños y personas de diferente inclinación política se unirán en la celebración", dijo Rajesh Chandra, vicerrector en la Universidad del Pacífico Sur. "Es un poco embarazoso que hayamos ganado a Gran Bretaña, con toda la historia que tenemos", ha dicho Feini Lakai, gerente de una empresa en Suva, a un periodista del diario inglés The Guardian, refiriéndose al pasado de Fiyi como colonia británica.
Las celebraciones han empezado tras la victoria de la selección de Fiyi de rugby a siete en Río 2016.
Queda fuera de toda duda que se trata de una gesta, no solo para los fiyianos, sino para todos los habitantes en las pequeñas islas del Pacífico Sur. Hasta la fecha, todos los países de la región solo habían sumado una medalla de plata olímpica, la conseguida por el boxeador tongano Paea Wolfgramm en los Juegos de Atlanta, en 1996.