En Berlín han aparecido durante los últimos meses grafitis etiquetados, tanto en las paredes como en las redes sociales, con el nombre de #PaintBack ("pintar de nuevo"). Aparentemente, poco tienen que ver entre ellos. Estas pintadas representan desde mosquitos a sudokus, pasando por pájaros o ventanas. Lo que las une es lo que hay debajo: todas están tapando pintadas de esvásticas.
#PaintBack es una iniciativa de una asociación cultural llamada Die kulturellen Erben, con Ibo Omari, de 34 años, a la cabeza. "Ibo Omari es el propietario de una tienda de grafiti en Berlín", explica Victoria Tschirch, co-fundadora de la asociación, a Verne. "Un día, un hombre entró en su tienda para comprar unas latas de espray porque, jugando con su hijo en un parque, se habían encontrado con una enorme bandera nazi pintada en la pared".
Según cuenta Tschirch, Omari se ofreció a ocuparse él mismo de la esvástica en nombre de la asociación. En vez de pintarla por completo de otro color o tacharla, el grafitero la "reconvirtió" en otra obra: un mosquito. "Aquella fue la primera esvástica repintada y fue cuando nació el proyecto #PaintBack", explican.
Desde esta asociación se atribuyen haber "embellecido" –así lo denominan– cerca de 20 esvásticas, pero hay más. Después de que Legacy BLN (la tienda de grafiti de Omari) publicara un vídeo del proyecto el pasado abril y algunas imágenes de redes sociales, más gente se ha unido a la iniciativa, incluso fuera de Berlín. "Estamos muy contentos de que haya un buen número de personas que nos han imitado", cuentan, "ahora pueden encontrarse obras de #PaintBack en las redes hechas en diferentes ciudades".
En España, una versión del vídeo del proyecto editado por la página de virales Spanish Revolution, y publicada el 23 de agosto, ha superado los 3.500 compartidos en menos de 24 horas.
"Antes de pintar las paredes siempre nos ponemos en contacto con el propietario para asegurarnos que se nos permite pintar algo bonito sobre la esvástica", aclaran desde la asociación. "Somos conscientes de que la esvástica se ha utilizado como símbolo de buena fortuna en otras culturas, sin embargo, desde los tiempos de Hitler ya no hay error: si aparece una bandera nazi pintada en la pared, en este contexto, es un símbolo de odio y nada más".