El profesor de Lima Pierre Castro Sandoval encargó a sus alumnos un trabajo final de curso algo diferente: tenían que leer La ciudad y los perros, de Mario Vargas Llosa, y resumirlo en memes. El 8 de septiembre publicó los resultados en Facebook.
Se trataba de un trabajo para la asignatura Géneros literarios, que Castro imparte en el Instituto San Ignacio de Loyola, para alumnos, nos explica, de entre 18 y 25 años.
La idea se le ocurrió tras ver un ejercicio similar que propuso recientemente otra profesora con Cien años de soledad. “Me pareció una idea divertida y brillante -explica Castro a Verne por correo electrónico-. De hecho, cada vez que yo incluyo memes en las presentaciones de clase, mis alumnos parecen captar mejor la idea que intento explicar porque es un lenguaje que ellos manejan todos los días”.
Castro no se limitó a hacerles el encargo, sino que dio a sus alumnos “una breve clase sobre qué es un meme literario. Les expliqué que para generar buenos memes, tendrían que leer y entender el libro”.
Aun así, hubo quien intentó hacer trampas: varios solo vieron la película y “se delataron cuando hicieron un meme de la frase ‘¡No me mire, cadete! ¿Quiere que le regale una fotografía mía, calato?’, que solo sale en la peli y no en el libro”.
Entre sus memes favoritos, Castro destaca el del Poeta “cantándole al esclavo la canción de Pimpinela y Dyango. También me gustan varios que podrían ser políticamente incorrectos como el de la gallina que huye de Cava o los que hacen referencia a la Pies dorados y sale Calamardo. También aquel en que me ponen cuidando el examen y todos en plena fiesta. Los 35 que he posteado en Facebook son una selección de 100 memes y esos 100 era una preselección de un total de más de 400 memes que recibí. Me estuve riendo por horas”.
La experiencia le “sorprendió gratamente”, ya que ha visto que “hay chicos que manejan el humor muy hábilmente y logran expresar mejor sus ideas a través de él. Muchas de las críticas que vi en Facebook contra el trabajo de los memes dicen que yo exigía poco de los alumnos y que era como un juego de niños. A mí me parece que la labor creativa es mucho más exigente que la analítica. De hecho, ahora que les dejé el mismo trabajo pero con opción a hacer un ensayo en lugar de los memes, muchos escogieron el ensayo, porque dijeron que hacer memes era muy difícil. El humor es algo complejo y maravilloso porque a veces permite explicar de forma simple fenómenos complicados o densos”.
De hecho, también propuso esta tarea con otro libro de Vargas Llosa, Pantaleón y las visitadoras, y con uno de Charles Bukowski, La senda del perdedor. "Y también salieron memes geniales. Pero como primero posteé los de La ciudad y los perros y todo se salió de control, ya me dio miedo publicar los demás”.
No es extraño que Castro, que también es autor de dos libros de cuentos y autor de una columna semanal sobre su experiencia como profesor en el diario Perú21, se haya visto sobrepasado por esta publicación: medios peruanos como El trome y RPP recogieron los meses. “Ayer tenía 40 notificaciones de Facebook por minuto", explica Castro.
Eso sí, hay que mencionar que sus alumnos “no solo hacen memes, esa es una de las seis notas del curso. También escriben ensayos, análisis de estructuras narrativas y cuentos”.
Aunque tampoco es el único ejercicio diferente que ha propuesto Castro a sus alumnos: “En la última clase del ciclo, me los llevo siempre a hacer la ruta de uno de mis cuentos favoritos, Día domingo, que justo transcurre en el distrito donde enseño. Entonces vamos recorriendo parques y calles por donde los personajes de Vargas Llosa caminan hasta bajar a la playa, que es donde finaliza el cuento”.