Todos los años, la profesora de Lenguaje y Comunicación chilena Jacqueline Bustamante (53 años), piensa en evaluaciones distintas para sus alumnas adolescentes. "Para no repetir la típica prueba que desmotiva a las estudiantes", explica a Verne. Sus compañeros y ella ya han encargado a las alumnas cómics de El Quijote, intervenciones con batucada de la obra de Miguel de Cervantes y fotonovelas basadas en Rayuela, de Julio Cortázar. Para la lectura de Cien años de soledad, Bustamante este año les pidió memes de la historia de Gabriel García Márquez. Las jóvenes de 17 años, sorprendidas y divertidas, obedecieron.
"Los expuse apenas me los entregaron en los muros del Liceo [Carmela Carvajal de Prat] y les saqué fotos. Luego los subí a mi Facebook, los compartí con un grupo de profesores de lenguaje. Una de ellas que yo no conocía, los compartió al grupo Memes literarios y de ahí se viralizó", explica Bustamante. Había sido precisamente ese grupo el que le había inspirado a ella. (Actualización: Las publicaciones originales no pueden visualizarse en Facebook porque Bustamante ha cambiado su privacidad o eliminado la cuenta).
"Al hacer la actividad debían captar la esencia de ciertos momentos del relato. Sin duda, lo lúdico fue muy bueno para lograr que la lectura fuera significativa", cuenta la profesora. El trabajo supondrá para las alumnas un tercio de su evaluación.
Los memes se han compartido más de 11.000 veces desde que los colgó el 7 de junio. A la profesora la han entrevistado en BBC en español y otros medios de Chile, pero también de Colombia, Venezuela, Perú, Bolivia, Argentina y España. "Ha sido caótico e impactante para mí", cuenta a este diario, pero también emocionante. Bustamante celebra que su iniciativa haya servido para inspirar a otros educadores y que surja el deseo de innovar en educación: "Abrió quizás las puertas a que más educadores en el mundo utilicen las redes de forma positiva en sus aulas y fuera de ellas".
"Sin saber que los trabajos de las niñas se iban a hacer virales y que iba a alcanzar tanto revuelo mediático, he llegado a la humilde conclusión de que provocó una reacción positiva en muchos educadores de Latinoamérica y de otros lugares del mundo", cuenta. "Los niños y adolescentes ya no quieren solo estar sentados frente a un pizarrón".
Las estudiantes del Liceo Carmela Carvajal de Prat de Santiago de Chile están felices por el éxito de sus trabajos y muchos padres han celebrado esta forma de educar. Para la profesora ha sido "algo muy digno del realismo mágico". "Mi soledad como educadora que ha querido innovar, se unió a la de muchos otros profesores del mundo".
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