La princesa Moana de Disney -rebautizada en España como Vaiana por un problema de branding- es una joven que vive todo tipo de aventuras en el Pacífico Sur de hace 2.000 años. La película que protagoniza podrá verse en España en diciembre, pero el merchandising oficial ya está disponible en las tiendas Disney. Esta semana, sin embargo, la compañía retiraba el disfraz de uno de los protagonistas de la película, Maui, tras ser acusado de apropiación cultural y de promover estereotipos racistas.
El disfraz de Maui, que está inspirado en una figura clave de la tradición oral de Polinesia, reproducía la piel morena y tatuada del personaje a través de unos pantalones y mangas de color café. El gesto no gustó a la comunidad polinesia. Entre ellos, la joven hawaiana Chelsie Fairchild, que compartió un vídeo en su cuenta de Facebook y YouTube mostrando su malestar por la forma en que se les representaba y estereotipaba: "Es inapropiado", señaló, "intentar que los niños pretendan pertenecer a otra raza".
En la misma línea se pronunció la escritora y bloguera neozelandesa Leah Damm, que abordó la cuestión en un artículo en el que explicaba que "hemos pasado siglos siendo reducidos al color de nuestra piel y, lamentablemente, el traje de piel de Maui continúa haciendo exactamente lo mismo". Por ello, concluye, considera más acertado que los niños "aprendan que no está bien usar la piel de otra persona, aunque se haga con la mejor de las intenciones".
Según recoge la agencia de noticias AFP Disney ha anunciado la retirada del disfraz, a través de un comunicado, y ha pedido disculpas a quienes se hayan podido sentir ofendidos. La compañía señala, además, que el equipo que ha trabajado en Vaiana "ha tenido mucho cuidado de respetar las culturas de las islas del Pacífico que inspiran la película". En su tienda online aún pueden encontrarse otros muñecos y objetos de la película, además del disfraz de la protagonista.
Los tatuajes, señala AFP, son un asunto especialmente sensible para la población polinesia, pues están intrínsecamente unidos a su cultura -se utilizaban para representar los distintos linajes y relaciones genealógicas- y fueron uno de los elementos que trataron de eliminar las expediciones misioneras cuando llegaron a las islas.
El personaje de Maui ya había sido objeto de polémica antes de la aparición del disfraz por su sobrepeso. La política laborista Jenny Salesa, miembro del parlamento neozelandés, criticó en junio a través de su cuenta de Facebook que el aspecto del dibujo animado no representaba a los polinesios de hace 200 años.