¿No hay dos sin tres? Brexit, Colombia y Donald Trump

Los tuiteros están muy asustados

Donald Trump se muestra resignado ante una posible victoria electoral de Donald Trump

“Lo que nos falta ahora es que Donald Trump acabe siendo presidente”, escribía John Carlin en EL PAÍS después de conocerse el resultado del referéndum en Colombia. En su artículo, “El año en el que vivimos estúpidamente”, también hablaba de la victoria del Brexit. De hecho y en su airada opinión, estos tres resultados electorales son culpa del “cinismo manipulador de los políticos y la ignorancia, inconsciencia o irresponsabilidad de los votantes”.

Carlin no es el único que se ha hecho esta asociación, como se puede ver por los tuits que relacionan los tres eventos en una especie de tríada del mal que culminaría con la victoria del candidato republicano Donald Trump. Muchos de estos tuits son de periodistas. Y algunos aprovechan además para cargar contra las encuestas

“No hay dos sin tres”, dice la frase hecha. En inglés se habla de la rule of three, la regla del tres, según la cual usar términos de tres en tres hace que las frases, los textos y las ideas sean más atractivas, convincentes y contundentes. No cabe duda de que oír los términos en grupos de tres nos da idea de completitud, de conclusión cerrada, de historia redonda. Eso sí, hay que tener cuidado y no abusar, ya que puede acabar resultando un recurso fácil, barato y efectista.

En los Juegos Olímpicos dan medallas a los tres mejores. Vemos grupos de tres en títulos de películas, como El bueno, el feo y el malo, o Sexo mentiras y cintas de vídeo. Y la norma aparece en el argumento de cuentos y novelas, como Los tres cerditos y Los tres mosqueteros.

También hay trilogías de libros y películas, como El Señor de los Anillos y el Batman de Nolan. De hecho, franquicias como Star Wars se venden de tres en tres y el universo de Marvel, con su veintena títulos, también incluye trilogías, como las de Iron Man, el Capitán América o, por algún motivo que todo el mundo ignora, Thor.

Aparece en frases como veni, vidi, vici o "sangre, sudor y lágrimas" (aunque Churchill añadió el "esfuerzo" por ahí en medio). Incluso en leyendas urbanas, como que los famosos se mueren de tres en tres. Además, en los Juegos Olímpicos dan medallas a los tres mejores.

¿Por qué tres? Es una cantidad de datos que podemos recordar sin problema (a partir de cinco ya nos empieza a costar) y además es el número mínimo para formar un patrón: como escribió Ian Fleming en Goldfinger, "una vez es un hecho aislado, dos veces es una coincidencia, tres veces es una acción enemiga". Por tanto, la victoria de Trump sería la confirmación de que el mundo se acaba.

Además, la estructura clásica de una historia (incluyendo los chistes) también consta de tres partes: introducción (Brexit), nudo (Colombia) y desenlace (Trump).

Pero yo no me preocuparía. Por mucho que quede bien en un tuit de humor (o de terror), el Brexit, Colombia y las elecciones estadounidenses son eventos diferentes. No están aislados, claro: a Trump le encantó que los británicos decidieran irse del Reino Unido. Pero si gana Trump no será porque las cosas vengan necesariamente de tres en tres. El patrón lo creamos nosotros, incluyendo o dejando fuera lo que nos interese.

Y, por supuesto, no es el único patrón posible. De hecho, no todos los tuits incluyen solo tres elementos. Algunos añaden algo de sabor local, como las terceras elecciones españolas, y otros eventos que también se escapan a nuestra comprensión, como el referéndum de Hungría.