El nuevo héroe de Murcia es un hombre que paró una agresión machista a lo Kung Fu

Subió corriendo los tres pisos de una vivienda y tiró la puerta de una patada

A Eduardo López Jiménez, de 45 años, le tratan como a un héroe en Cieza (Murcia). "Gracias a ti estamos muy tranquilos", le dicen las señoras por la calle desde el jueves pasado. López, en una intervención de película de Kung Fu, vio una agresión machista desde la calle, subió al vuelo los tres pisos de escalera, derribó la puerta de una vivienda de una patada y redujo al atacante.

"El otro día me sentí muy orgulloso. Salvé tres vidas: la de la madre, la del bebé que tenía en brazos y la del que está esperando", cuenta este experto en Karate e instructor policial a Verne. "Si yo no hubiese subido tan rápido a lo mejor se habría convertido en una desgracia bastante grande", dice sin falsa modestia.

Eran las 20:55 de la noche cuando López salió a la calle a tomar el aire en el cambio de turno del Centro de Artes Marciales Kiai, donde trabaja. Vio mucho jaleo de vecinos que miraban hacia arriba, al tercer piso del edificio de al lado.

"Oí gritos espantosos y vi que un hombre tenía enganchada a una mujer por la pechera. Ella tenía medio cuerpo fuera y sostenía a un bebé en los brazos. Además, estaba en estado. Él empezó a pegarle y al tercer golpe no me lo pensé: subí a la carrera -los vecinos me abrieron el portal-, le di una patada a la puerta, la derribé, y entré en la casa", relata López.

Dentro de la vivienda se encontró con que había tres mujeres. La víctima, esposa del maltratador. Su hermana, que estaba en el suelo con la boca ensangrentada. Y una tercera, que miraba "en estado de shock, con un susto en el cuerpo tremendo" desde la puerta de una habitación.

Al oír el estruendo de la puerta caer, el hombre entró y le preguntó López que qué pasaba. "No, qué pasa con usted, que está pegando a unas mujeres", le respondió él. El maltratador "contestó que eran todas unas putas, enganchó a su mujer, la tiró al suelo, le pisó el torso y se fue a a por mí. En ese momento fue cuando yo me fui a por él y le reduje", dice este instructor de artes marciales. En ese momento llegó la policía municipal, esposaron al marido y se lo llevaron detenido.

Ninguna de las mujeres denunció la agresión, como contó el diario murciano La Verdad. López, que vive en la misma calle, puso su propia denuncia para proteger a su mujer y sus dos hijas pequeñas. Ahora el maltratador está en prisión incondicional sin fianza, a la espera de juicio.

De las víctimas no ha recibido agradecimiento alguno pero el reconocimiento de vecinos y Administraciones es extenso. "No me lo creo ni yo", dice con sencillez horas antes de la recepción que le ha organizado la Consejería de Familia de Murcia.

Como persona dedicada a las artes marciales, López prefiere la vía diplomática y evitar la violencia, pero en su centro imparten dos cursos gratuitos al año de defensa personal para mujeres. Allí ha visto mujeres maltratadas pero que no salen a la luz, "por la sociedad, por la sumisión, el miedo y por la vergüenza".