Adele acaba de hacer público que sufrió una depresión posparto tras el nacimiento de su hijo Angelo, de tres años de edad. Aunque la cantante siempre ha sido muy clara a la hora de hablar de sus sentimientos tanto en sus canciones como en sus entrevistas, ha tratado por vez primera este asunto, con total normalidad, en una entrevista para la edición estadounidense de Vanity Fair.
"Tuve una seria depresión posparto y me asustó mucho. [En los primeros meses tras dar a luz] estaba obsesionada con mi hijo. Me sentía muy inadecuada, como si hubiera tomado la peor decisión de mi vida", confiesa Adele a la publicación mensual. "Lo que sé de la etapa posparto es que no quieres estar con tu hijo, te sientes preocupada por si puedes hacerle daño y por si no estás haciendo un buen trabajo".
En sus palabras se desprende su intención por romper el tabú que existe en torno a esta enfermedad, que sufren entre un 10 y un 33 por ciento de las madres. "Cuatro de mis amigas se sentían igual y nadie decía nada; estaban avergonzadas y creían que todos iban a pensar que son malas madres, cuando no es el caso", defiende Adele.
Compañeros de profesión y admiradores de Adele han celebrado sus palabras a través de las redes sociales.
"Bien por ti. Destapar los problemas de salud mental de todo tipo es el antídoto ante el estigma y la verguenza", dice el cantante de Keane, Tom Chaplin.
"Gracias enormes a Adele por ser clara sobre su depresión posparto. Mucho amor de otras madres británicas que también luchan con ella"
"Gracias Adele por hablar de tu depresión posparto", dice Mind, asociación británica contra las enfermedades mentales.
"La sinceridad de Adele ayudará a otras madres a hablar más libremente y buscar ayuda"
La británica explica que no llegó a tomar antidepresivos, aunque al principio tampoco hablaba del problema: "Hablas con alguien, pero realmente no escuchas porque estás jodidamente cansada", recoge la revista.
La cantante también destaca en la entrevista lo complicado que es para una mujer aunar maternidad con vida profesional o personal sin sentirse culpable. Admite que, si decide tomarse una tarde libre para sí misma sin su hijo, se siente mal, "pero no tan mal como si no lo hiciera". A pesar de que él siempre le acompaña en sus giras, dice sentirse mal si alguna noche no llega a acostar a Angelo, aunque todo sacrificio le compensa. "Nunca me siento culpable cuando no estoy trabajando. Siempre tratas de compensar cosas cuando eres madre. No me importa por el amor que siento por él... No me importa si nunca más vuelvo a hacer algo por mí misma", concluye.
Cuando la entrevistadora le felicita por la valentía de tener un hijo en medio de la vorágine de éxito que está viviendo, Adele contesta que lo valiente en realidad es no tenerlos: "Todos mis amigos y yo nos sentimos presionados para tener hijos, porque es lo que los adultos hacen. Amo a mi hijo más que a nada, pero en el día a día, si tengo un minuto o dos, desearía hacer lo que me diera la gana y cuando me diera la gana. Cada día me siento así", confiesa.
Ante estas declaraciones, la periodista de Vanity Fair pregunta a la cantante si desea tener más hijos. "No lo creo", contesta la británica, ya que su novio tiene una hija de una relación anterior que forma parte de sus vidas y Angelo no se siente así hijo único. "Esa es mi tarjeta de salir de la cárcel [como las del Monopoly]. Me da mucho miedo", dice en referencia a su depresión posparto.