Hay una tendencia que se repite con cada nuevo viral sobre madres en los que se aborda la cara menos amable de esta experiencia: un torrente de comentarios en redes sociales de mujeres que agradecen que se hable en público de ello y que se animan, contando su experiencia, a romper lo que consideran un tabú frente a una maternidad idealizada. Este testimonio, fotográfico y escrito, es el último ejemplo:
This is a picture of me 3 days postpartum. I was so raw and so open, I was a fucking mess. I loved my baby, I missed...
Posted by Danielle Haines on Sábado, 12 de septiembre de 2015
Esta es una foto mía tres días después de dar a luz. Estaba convaleciente y tan expuesta que estaba hecha una mierda. Amaba a mi bebé, echaba de menos a su padre (que había vuelto al trabajo ese día), estaba cabreada con mi madre, me dolía pensar en mi hermano porque mi madre nos había abandonado y ahora tenía un niño que se parecía a él, mis pezones estaban agrietados y sangraban, la leche casi me había subido, mi bebé estaba cada vez más hambriento, me sentía triste porque la gente matase niños intencionadamente, no había dormido desde que me puse de parto, no sabía cómo colocar mis pechos, mi vagina estaba irritada de sentarme todo el rato para dar de mamar, estaba muy cerca de volverme loca. Katie vino a darme de comer la mañana en que fue tomada la foto. Tuvo incluso que volver a parar en casa a la hora de la comida. Después, una de mis siete hermanas, Sarah, vino por la noche y trajo la cena para toda la familia. Fue Sara quien me sacó esta foto. Llegó con comida y dijo “Hola, ¿Qué tal estás?”. Y conteste: “Soy un desastre”. Hablamos, me escuchó, y comentó: “He estado exactamente en la situación en la que estás tú”. ¡Me ayudó saber que ella también estuvo loca en una ocasión! Después me dijo: “Sé que esto te va a parecer raro pero ¿tienes una cámara? Estás tan natural y tan guapa”. Agradezco que sacara esa foto. Su intención era sólo traernos comida y terminó quedándose mucho más tiempo. La necesitaba. Ella lo sabía. Llamé a Rachel, la necesitaba. Necesitaba que cuidase a mi bebé, necesita más ayuda para que cogiese la teta. Llamé a Shell. Necesitaba que me dijese que mi bebé estaba bien. Mamás, esto es realmente el postparto. Aquellas que habéis pasado por ello antes ¿compartirías cómo fue ese momento después del parto? Tuve un postparto mágico. No fue sencillo pero tuve muchísimo apoyo y consejos, y el recordatorio de que las madres antes que yo habían pasado por esta etapa de la maternidad y que estaba bien que yo pasase por lo mismo.
La publicación desde el perfil de la protagonista, una madre de Phoenix (Arizona), llevan 22.000 compartidos y su historia ha aparecido como noticia viral en medios de comunicación de todo el mundo. El artículo publicado en bebesymás sobre esta foto ha sido compartido más de 10.000 veces en Facebook generando más de 7.000 comentarios, según el medidor Sharedcount.
Como las redes sociales tiene mucho de "escaparate", la psicóloga y antropóloga Julieta París explica a Verne que "una foto como esta es un golpe que despierta a la realidad que todos, en una especie de pacto de silencio global, tratamos de callar, silenciar y maquillar".
Pero en este contexto hay dos caras. "Compartir cómo te has sentido o sientes ante una determinada situación con personas que han pasado por lo mismo, es muy beneficioso al menos en un primer momento. Aunque quizás a lo largo del tiempo puede llegar a bloquearte en tu evolución", señala. Por otro lado, caer en la comparación es inevitable "y por un sesgo cognitivo tendemos a compararnos para sentirnos peor, no para sentirnos mejor. Así que la tendencia es buscar, en este ejemplo, a mujeres muy recuperadas y no a aquellas a las que les cuesta más…".
El pediatra Jesús Martínez, muy activo en internet antes en el Facebook El médico de mi hijo y ahora en el blog Mamicenter, considera que existe cierto reparo a la hora de quejarse de la maternidad porque para muchas mujeres supone reconocer una sensación de fracaso "y nadie va por ahí diciendo, ¡oye, que he fracasado!". También influye, dice, el “afán de competitividad con otras madres” y la "idea de ser una madre 10". Comentando su situación en foros o redes sociales, “muchas madres lo único que buscan es darse cuenta de que a otras mujeres también les pasa”, buscando “esa sensación de ‘tribu’ que nos falta” porque “ahora lo aprendes todo en internet, pero muchas veces ni tienes cerca a tu madre, a tus hermanas... Y te enfrentas a una cosa muy teórica y muy de película que te da en toda la cara”.
París también incide en esta situación de expectativas frente a realidad: "Aunque se está felixibilizando el concepto de 'buena madre vs. mala madre' todavía, y sobretodo los primeros días del puerperio [los 40 días tras el nacimiento], existe la sensación de que no puedes quejarte, de que no puedes hablar del susto, del miedo, de los sentimientos concentrados… y tan ambivalentes. Te dicen “¿Verdad que es lo mejor que te ha pasado en tu vida?” …. y el abismo entre lo que sientes de verdad y lo que crees que deberías decir, sume a muchas mujeres en un pozo de ansiedad que deberíamos afrontar con otra naturalidad".
Además, "la sociedad es muy dura con la recuperación posparto" y una "exigencia de la sociedad, favorecida por determinadas publicaciones, donde se alaba y refuerza a mujeres que tienen un cuerpo increíblemente alejado del que asumimos es cuerpo de postparto , delgadas, recuperadas, tersas, y ágiles…", apunta la psicóloga y antropóloga.
Pese a que el tabú a hablar de los aspectos más difíciles de la maternidad pervive, "desde hace unos dos años si que hay publicaciones como el club de Malas Madres que empiezan a relativizar mucho más la situación", indica Martínez.
Más del 10% de mujeres sufren depresión postparto. Consultar la situación con profesionales, incluso aprovechando las visitas al pediatra, es una de las vías para hacerle frente cuando más allá.
* También puedes seguirnos en Instagram y Flipboard. ¡No te pierdas lo mejor de Verne!