La policía del estado federal alemán de la Baja Sajonia informaba este miércoles en su cuenta de Twitter de un hecho sorprendente: a la playa de la isla Langeoog, al norte del país, habían llegado cientos de miles de “huevos de plástico”. Se trataba de regalos de los Huevos Kinder. Según recoge Der Spiegel, estas cápsulas de plástico aún contenían los juguetes y ocupaban varios kilómetros de la playa. Eso sí, no había nada de chocolate.
La policía cree que estos huevos cayeron de un barco que perdió parte de su carga durante una tormenta en Navidad, propiciando esta "Pascua en Langeoog", como la llamaba la propia policía en un comunicado de prensa. El alcalde de la localidad, Uwe Garrel, está coordinando la recogida de estos juguetes para evitar que lleguen al mar y supongan un peligro para los animales. A juzgar por las fotografías compartidas en redes sociales, contará con el apoyo de muchos de los niños (y adultos) locales, que han acudido a la playa a hacerse con parte de este botín navideño.
Jajaja, me he enterado hoy de lo que la tormenta trajo a Langeoog.
La tormenta trajo juguetes rusos. Es mágico.