“Las feministas creen que todos los hombres son violadores y que todas mujeres son víctimas”. “Siempre están enojadas y son unas amargadas”. “Nos censuran”. “Son unas feminazis”. Estas son algunas de las frases que Catalina Ruiz y Estefanía Vela leen y escuchan constantemente en debates en foros, conversaciones en las fiestas y en los comentarios de sus redes sociales. “Hay muchos tropos y estereotipos que surgen y una otra vez en cada tema de conversación”, dice Vela a Verne vía Skype. “Por eso se nos ocurrió hacer un glosario de estos términos con videos”.
Con ese objetivo nació (E)sterotipas, una plataforma digital en la que ambas, con un toque de humor, explican, exponen y debaten sobre esas creencias fomentadas por el machismo que aún persisten en México y otros países de América Latina. En poco más de un año, registra más de 58.600 seguidores en Facebook y más de 7.600 en Twitter. En uno de sus videos más populares tratan de explicar el mansplaining , pero son constantemente interrumpidas por su camarógrafo. En otro, titulado Nada se salva, una le explica a la otra todos los estereotipos y malas ideas que se transmiten en cada libro, película o serie de la que es fanática.
Ruiz, una escritora colombiana que reside en México, y Vela, abogada y académica mexicana, se conocieron en Twitter a raíz de la campaña del Gobierno de la Ciudad de México No le des la espalda, dale pecho para fomentar la lactancia. La primera escribió una columna en la que expone las contradicciones sobre el mensaje y las fotos que lo acompañan y la segunda formó parte de un grupo de mujeres que interpuso una queja ante la Comisión de Derechos Humanos de la capital por las mismas razones. “Estábamos en lo mismo, así que nos seguimos en Twitter, de Twitter al DM y del DM a los tacos”, dice Vela. “Así empezamos una amistad”.
En mayo de 2015 participaron en un programa en Radio UNAM sobre porno y el feminismo. Poco después decidieron hacer su propio programa radiofónico, que más tarde se convirtió en un proyecto de video. “Decidimos que era una buena forma de explorar los estereotipos y tropos”, comenta Vela. “Si bien las columnas persisten, somos parte de una generación que ocupa el lenguaje de video cada vez más”. Marcela Zendejas es la tercera productora de (E)stereotipas. El proyecto, que nació en septiembre de ese año, tiene un equipo de ocho personas, entre pasantes y colaboradores, quienes participan de forma voluntaria. Este año, sus productoras buscan formas de financiamiento para hacer crecer la plataforma.
“Si te incomoda, está bien”
Los videos de (E)stereotipas tocan temas de coyuntura desde una perspectiva feminista, como la victoria de Trump o la violación de los derechos humanos en el caso de Axan, un niño de cuatro años cuya escuela no le permitía usar cabello largo porque es niño. También hablan de temas universales y cotidianos como la idea de que una verdadera feminista debe ser capaz de cargar un garrafón de agua sin la ayuda de un hombre y los comentarios machistas y homofóbicos que deben soportar en las cenas navideñas con su familia. En ambos casos, Ruiz y Vela han encontrado en el humor un aliado importante para transmitir sus puntos de vista.
“Una forma con la que hemos lidiado con la violencia y nos ha unido con otras mujeres es el sentido del humor”, comenta Vela. “Hay un hechizo en Harry Potter llamado riddikulus, con el que puedes desarticular tu peor miedo imaginándotelo como algo cómico. Así es como utilizamos el humor para desinflar lo que enfrentamos a diario y exponer lo ridículo de esas ideas, enseñarlas como son”. Para Ruiz, los videos de (E)stereotipas tampoco temen a herir susceptibilidades. “Antes sentía que iba pisando huevos para que nadie se ofendiera, pero decidimos botar por la ventana ese miedo a incomodar. Los temas feministas son incómodos por naturaleza y si no te sientes incómodo tal vez no lo estás entendiendo”.
El trolleo y los insultos que reciben en internet, sin embargo, no se los toman a broma. “En la escuela me enseñaron que si una columna no levanta ampolla es porque no es suficientemente buena”, comenta Ruiz. “Pero eso no implica que deba aceptar que me insulten. Hay un debate en internet sobre si soy bonita o fea, frígida o promiscua. No veo que eso le suceda a los columnistas. El trolleo puede llegar a ser muy fuerte y se subestima el impacto emocional de la misoginia. Por otro lado, es importante que nos mantengamos en internet. Creo que (E)stereotipas es una forma de resistencia”.
Ambas han logrado enfrentar y superar estos mensajes a través de una comunidad de apoyo. “Está conformado por todos nuestros seres queridos: parejas, amigos, amigas y mascotas”, dice Ruiz. “También lo hemos creado un grupo de soporte en nuestra pequeña comunidad de (E)stereotipas”. Vela añade: “A veces lo único que necesitas es alguien que te diga, sí, está de la chingada. Ella y Ruiz trabajan con otras agrupaciones feministas en México para crear mecanismos de defensa contra este tipo de acoso.
Eso no quiere decir que las (E)stereotipas rechacen la crítica hacia las ideas y mensajes que presentan en sus columnas y videos. “Para que responda a una crítica debe ser de una persona que me dedicó el tiempo para tratar de entender qué estoy diciendo y que me trate con respeto”, dice Vela. “Dentro del feminismo hay enemil pugnas, enemil malas apuestas. Las feministas las cagamos todos los días, pero la gente se atribuye esa autoridad de criticar sin ni siquiera molestarse en leer e investigar lo que critica”. Al respecto, Ruiz opina: “Muchas veces la gente usa esas cagadas para decir, ¿ven cómo no les funciona?, pero el feminismo está en permanente cambio y disenso, es una de las cosas más bonitas del movimiento, porque es un movimiento vivo”.