“¿Qué protocolos tiene adoptados el Gobierno ante la posibilidad de un apocalipsis zombi?”. Esta es la pregunta al ejecutivo que hizo Carles Mulet, senador de Compromís, el 28 de febrero. Tal y como explica a Verne en conversación telefónica, la intención era llamar la atención sobre el hecho de que el ejecutivo no responde o responde mal a demasiadas preguntas tanto del Congreso como del Senado.
El texto de esta pregunta recordaba que muchas de las respuestas “no aportan ningún tipo de información” y que incluso “se han ‘ventilado’ más de 500 preguntas concretas con una sola respuesta genérica”. Antes de inquirir por las medidas ante el apocalipsis zombi, Mulet inquiría si esta falta de diligencia “se trataba de un problema de comprensión, de atención o de interés en la temática”. Pulsa aquí para descargarte el pdf (139 kb).
El Gobierno ha respondido, como es su obligación, ya que ha de contestar a todas las preguntas en un plazo de 30 días. Su respuesta ha llegado con fecha del 17 de abril y entra de lleno en el asunto del apocalipsis. Pulsa aquí para descargarte el pdf (127 kb):
El Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia recoge dos acepciones de la palabra apocalipsis.
En relación a la primera de ellas, “fin del mundo”, el Gobierno informa a Su Señoría que no dispone de protocolos específicos para dicha eventualidad, entre otros motivos, porque poco se puede hacer llegado ese momento.
Sobre la segunda acepción recogida en el Diccionario, “situación catastrófica, ocasionada por agentes naturales o humanos, que evoca la imagen de la destrucción total”, se indica, por el contrario, que España dispone de un sistema global de procedimientos concretos y de protocolos de prevención de las emergencias, tanto en el ámbito de la protección civil, en el que participan el conjunto de las administraciones públicas, como en el de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Asimismo, el Gobierno articuló en el año 2012 un órgano de coordinación para el control y seguimiento de situaciones críticas, el Consejo de Seguridad Nacional, departamento encargado de la dirección de la política de Seguridad Nacional.
Respecto a la posibilidad de que el referido apocalipsis que interesa a Su Señoría sea, como se indica en su pregunta parlamentaria, de carácter “zombi”, se recurre nuevamente al Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia, que como en el caso anterior, recoge también dos acepciones para el citado vocablo.
Así, en relación a la primera de ellas -“persona que se supone muerta y reanimada por arte de brujería con el fin de dominar su voluntad”-, el Gobierno, ante la posibilidad enunciada por Su Señoría de que un hipotético apocalipsis sea protagonizado por este tipo de seres, no ha adoptado ningún protocolo específico más allá de los previamente señalados, dada la dudosa probabilidad de que se produzca semejante circunstancia bajo tales premisas.
Por último, en relación a la segunda de las acepciones señaladas del término zombi - “atontado, que se comporta como un autómata”- se informa a Su Señoría que España y sus administraciones públicas disponen de diversas líneas de actuación, aunque el Gobierno duda de que quienes se pudieran encontrar en las circunstancias descritas en la citada definición -por muchos que sean- puedan llegar a protagonizar una situación de apocalipsis como por la que se interesa Su Señoría.
A Mulet no le ha convencido esta respuesta y ya ha presentado un recurso de disconfomidad. De entrada, porque no se contesta a la primera preguntas formulada: “¿Se trata de un problema de comprensión, atención o de interés en la temática?”. Esta era “la pregunta importante”, nos recuerda. En este caso, la respuesta llega “en tiempo y forma”, pero se queda “en el chascarrillo que no va a ningún sitio”.
También se muestra sorprendido: "Con este tipo de preguntas absurdas sí se explayan, pero cuando se plantean cuestiones concretas y elaboradas, las respuestas son vagas o no tienen nada que ver con lo que se pregunta”.
No cree que se trate de un problema de falta de tiempo o de recursos: “No contesta el Ministro, cuentan con toda la estructura del Gobierno”. Apunta que “a veces se quejan de que hacemos muchas preguntas y somos muy insistentes, pero esa es nuestra función".
La Mesa del Senado tiene que valorar este recurso de disconformidad, en el que se aprovecha parte del texto de la respuesta para ironizar sobre la situación política, apuntando, por ejemplo, que los zombis que se comportan como un autómata podrían ser “quienes votan a partidos políticos que recortan derechos y son prácticamente estructuras dedicadas a delinquir o amparar la corrupción”. Poco actuará el Gobierno en este caso, según Mulet, “pues le puede ser beneficioso este tipo de apocalipsis, que evidentemente es una situación catastrófica causada por agentes humanos”.
En caso de que se admita el recurso, el Gobierno tendrá que volver a contestar a la pregunta. A la primera, ya que la del apocalipsis zombi sí habría quedado resuelta: queda claro que hay “un plan de emergencia para catástrofes naturales y humanas, y aquí quedaría contemplado este problema”, nos dice Mulet.