Este 2017 fue nombrado por el Senado mexicano como el “Año del Centenario de la Constitución”. El Congreso de Zacatecas mandó a hacer 100 medallas conmemorativas para celebrarlo, pero éstas se acuñaron con un error ortográfico. La palabra “Livertad” aparece grabada junto a los conceptos Igualdad, Identidad y Justicia social. La diputada Geovanna Bañuelos, presidenta de la comisión especial para la organización de los festejos, se disculpó por la falta este martes en una conferencia de prensa y en su cuenta de Twitter.
Bañuelos sostuvo que la equivocación fue del proveedor, un artesano platero que ya había trabajado antes para el Congreso. La diputada del Partido del Trabajo explicó que ella y su equipo aprobaron un diseño que no contenía ningún error, e hicieron cotizaciones con cuatro proveedores del Centro Platero de Zacatecas. La decisión final tuvo un criterio de tiempo: eligieron al único que se comprometía a entregar las piezas en un periodo menor de diez días, ya que el objetivo era obsequiar las medallas a los miembros del Congreso el pasado 5 de febrero, día del centenario de la Constitución de 1917.
Aunque han pasado más de tres meses desde entonces, la falta fue notada apenas hace tres semanas, gracias a la observación de la diputada del PRD, María Elena Ortega. El pasado jueves, la diputada priísta Isadora Santivañez acusó a Bañuelos ante el Pleno del Congreso como responsable de que la LXII Legislatura zacatecana sea recordada como “ignorante y analfabeta”.
La comisión responsable envió ayer una carta a los diputados donde les pedía que devolvieran la medalla que celebra la “Livertad” para recibir la corregida. Bañuelos informó que el costo total por acuñar 100 medallas fue de 105.000 pesos, y no los 260.000 que había señalado su homóloga priísta. Esa cantidad, dijo, era “el techo presupuestal” con el que contaba el proyecto. Aclaró también que el artesano platero se comprometió a cubrir el costo de los reemplazos.
La palabra libertad proviene del vocablo latín libertas, que también se escribe con b. Como explicamos en otro artículo de Verne, confundir la b y la v es uno de los errores ortográficos más frecuentes entre los mexicanos, y una de las razones de la confusión es que las dos se pronuncian exactamente igual. “No existe oralmente ninguna diferencia en nuestro idioma entre palabras como baca y vaca, bello y vello, acerbo y acervo”, explica la Real Academia de la Lengua.