Izabelle Marques se graduó este viernes 26 de mayo en el Instituto Leonardo Torres Quevedo de Santander vestida con los colores de la bandera arcoíris. El tuit con sus fotos lleva más de 13.000 retuits y 23.000 me gusta en dos días desde que tuvo lugar la ceremonia.
"Quería reivindicarme a través del vestido, ser un ejemplo a seguir para todas las personas que temen salir del armario por lo que puedan decir de ellos", dice Marques a Verne a través de mensajes privados en Twitter. A sus 18 años, esta estudiante de Santander de padres brasileños, nacida en Japón y residente en la capital cántabra desde los ocho, pide que todos nos comprometamos para "luchar por un mundo con los mismos derechos y para abolir esta sociedad heteropatriarcal".
La idea de acudir a la graduación con ese vestido surgió el 8 de mayo. "Hace tiempo que había visto fotos del vestido en internet. Acordé con una amiga la cifra de retuits por los que me compraría el vestido y me lo pondría en la graduación: 3.000. Fue por puro aburrimiento, pero para nuestra sorpresa alcanzó esa cifra en 24 horas". El tuit que establecía el reto lleva 13.000 retuits 20 días después de su publicación.
El vestido es un diseño de Rasta Imposta, una empresa de disfraces de Estados Unidos. En su catálogo hay otras prendas con el mismo diseño pero con banderas de países. Este domingo 28 de mayo, el vestido con el símbolo LGTBI estaba agotado. "Me costó unos 30 euros incluyendo los gastos de envío", añade Marques.
Para esta estudiante de Santander, recibir su banda de graduación con ese vestido suponía un verdadero desafío: "Siempre había tenido una lucha contra mi timidez y ansiedad social. En ese momento decidí tragarme mis miedos y sentí que por fin había ganado mi batalla".
"Hubo gente con cara de pocos amigos, en plan ¿y esa pava qué está haciendo? solo está llamando la atención. Sin embargo, la mayoría se puso a soltar cosas como eres la puta ama, qué jefaza, la reina de Twitter. Yo solo me reía porque no sabía qué decir. Cuando me llamaron para subir al escenario me empezaron a aplaudir todos", dice Marques. Una de sus compañeras inmortalizó ese momento en vídeo.
Marques espera que su gesto resulte inspirador: "Es nuestra vida y podemos hacer con ella lo que nos plazca, amar a quien nos plazca y hacer todo tipo de locuras. Porque la vida es corta y nada ni nadie tiene por qué ponernos límites y reprimir nuestra naturaleza. Fui con ese vestido porque me siento orgullosa de formar parte del colectivo".
"A mis padres al principio no les agradó la idea por el simple hecho de que sería una falta de respeto no ir formal a un evento así. Sin embargo, ellos toleran la homosexualidad y me quieren tal y como soy. Cuando mi madre vio que el tuit se hizo viral, al final se apuntó y me dijo si vas a hacer el ridículo, harás el ridículo guapa", finaliza.