Protagonistas jóvenes y temáticas cercanas al tabú forman parte de la nueva estrategia de programación de Netflix. La cadena ha lanzado esta semana el tráiler de Hasta los huesos, película protagonizada por una veinteañera que lucha contra la anorexia. Es una de sus próximas apuestas después de que su serie Por 13 razones, que aborda el suicidio adolescente, se haya convertido en uno de los acontecimientos televisivos más comentados (y tuiteados) del año. El avance de esta película reabre el debate sobre si los nuevos contenidos del canal suscitan un negativo efecto llamada en sus espectadores más jóvenes.
¿Es nocivo o instructivo mostrar en pantalla de forma explícita un cuerpo delgado al extremo para ilustrar un relato sobre desórdenes alimenticios? La historia de esta película está basada en las experiencias reales de su directora y guionista, Marti Noxon. Lily Collins, la actriz de 27 años que protagoniza Hasta los huesos, confesaba en enero haber sufrido también anorexia durante la adolescencia.
El avance de esta película, que llega a su catálogo a nivel mundial el 14 de julio y que ha alcanzado los dos millones de reproducciones con varias publicaciones en sus primeras 48 horas, muestra parte del cuerpo de Collins al desnudo y extremadamente delgado. Son imágenes que han generado un debate entre los usuarios de redes sociales.
"Es una enorme provocación para cualquiera que sufra problemas mentales o desórdenes alimenticios. No ayuda"
"Antes de que vayáis todos a por esta película, deberías saber que está escrita y dirigida por alguien que sufrió desórdenes alimenticios"
"Estaré muy decepcionada si Netflix no muestra las advertencias necesarias ni los recursos suficientes a sus espectadores"
En el tráiler, la protagonista cuenta las calorías que va a ingerir con ayuda de su hermana. Al ver su extrema delgadez, un médico poco ortodoxo (Keanu Reeves) intenta convencerla para que trate su desorden alimenticio. Mientras ella cree tener controlada la situación, su familia no sabe cómo abordar su problema.
El efecto Netflix
Cuando la película Hasta los huesos se proyectó el pasado enero en el Festival de Cine de Sundance, las críticas fueron en su mayoría positivas. La producción, pensada en principio para estrenarse en salas de cine, no generó debate sobre lo idóneo de su contenido hasta que Netflix compró sus derechos de exhibición.
"No es fácil de ver, pero puede salvar vidas", publicaba entonces la revista especializada en cine Variety, mientras que Hollywood Reporter destacaba la posibilidad de que la película "iniciara un diálogo público" sobre este asunto.
La repercusión que ha alcanzado Netflix, con más de 100 millones de suscriptores a nivel mundial, y su condición de prescriptor entre el segmento de público juvenil hace que los contenidos del servicio de streaming se miren con lupa.
"No podemos asegurar que sea nocivo el mostrar en una serie o película a personas excesivamente delgadas. En cambio, sí estamos convencidos de que no es beneficioso ni preventivo, por muy cuidada que esté la trama", comenta una portavoz de la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia de Cataluña (ACAB), consultada por Verne.
Imagen de la serie sobre suicidio juvenil Por 13 razones
ACAB encuentra precisamente en la serie Por 13 razones el ejemplo perfecto de este arma de doble filo: considera que es una buena herramienta de prevención en escuelas, pero un peligro para un adolescente que pueda verla con su móvil en la soledad de su habitación. "Es un producto que está bien hecho y que plasma una realidad oculta en torno al bullying y al suicidio juvenil. El problema está en lo explícito de sus imágenes y su relato. Los espectadores jóvenes deberían verla acompañados de un adulto que pueda resolver las dudas que van a surgirles", comentan desde la asociación.
Lily Collins, la protagonista de Hasta los huesos, ha defendido que esta película puede educar sobre la anorexia juvenil a muchos espectadores. "Yo no sabía muchas de las cosas que aparecen en esta película cuando sufría este problema. Es un privilegio volver a ponerse en una situación ya vivida desde una postura tan diferente y con un punto de vista tan distinto", defendía en abril en la edición estadounidense de Vanity Fair. La actriz ha explicado que su forzada pérdida de peso estuvo supervisada en todo momento por médicos para evitar recaer en su enfermedad.