Los nombres de los lugares reflejan sus historias y son dinámicos como los propios sitios. Sus habitantes los inventan, los adoptan, los transforman y los olvidan. Muchas ciudades y pueblos mexicanos aún conservan sus denominaciones prehispánicas, las cuales solían crearse a partir de alguna característica geográfica del terreno, del clima o de la descripción de la flora y la fauna: Xcaret significa pequeña caleta; Xochimilco significa la milpa de las flores.
El periodo prehispánico es la primera etapa toponímica que identifica el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en la que los nombres de los asentamientos eran invención de culturas como la maya, la tarasca, la mixteca o la zapoteca. Después vino la expansión del imperio azteca, con la que también se extendieron los topónimos de origen náhuatl. Estos aún abundan en el país. Chilpancingo, Xalapa, Atizapán, Colima y todos esos sitios que terminan en tlán son solo algunos de ellos.
La llegada de los españoles trajo consigo nuevas formas de referirse a los lugares. Los evangelizadores recurrieron al santoral para bautizar a cientos de pueblos y ciudades. En otros casos, los nombres surgieron de malentendidos entre los conquistadores y los pueblos mesoamericanos. El nombre original de Cuernavaca era Cuauhnahuac, que en náhuatl significa lugar rodeado de árboles. Las dificultades en la pronunciación derivaron en el topónimo actual.
Hoy en día, los pueblos llamados como los santos son los que más se repiten en México. En Verne hemos consultado el catálogo de localidades de INEGI para conocer los topónimos más populares. De acuerdo con la clasificación del organismo, la localidad es la unidad geográfica más pequeña en el país y puede tener títulos como ciudad, villa, pueblo, ranchería, congregación o ejido. Los requisitos para entrar en ese catálogo son que el lugar cuente con al menos una vivienda, que puede estar habitada o no, y que el conjunto sea reconocido con un nombre.
A continuación encontrarás los topónimos más populares entre las localidades mexicanas y el número de veces que se repiten en los 32 Estados de la República:
1. San Antonio: 947 localidades
Es el santo al que se le reza para encontrar pareja. En la imagen aparece el edificio del Gobierno municipal de Unión de San Antonio, en el norte de Jalisco. Los franciscanos construyeron la primera parroquia y la dedicaron a San Antonio de Padua, por lo que el pueblo incorporó el nombre del santo.
2. San Isidro: 841 localidades
A San Isidro Labrador lo invocamos en esta época del año en México: para que se lleve el agua y traiga el sol. En la fotografía aparece un ejido en el municipio de Piedras Negras (Coahuila), muy cerca de la frontera con Estados Unidos.
3. San José: 817 localidades
Estos lugares se bautizaron en honor al padre de Jesús. Una de las más conocidas es San José del Cabo, la cabecera municipal de Los Cabos (Baja California Sur). Su nombre viene de la misión jesuita que en el siglo XVII colonizó la parte sureña de la península. Hoy es uno de los destinos turísticos más visitados del país por su combinación de playas y paisajes desérticos.
4. Buenavista: 709 localidades
También hay 516 pueblos que se llaman Buena Vista. INEGI explica que muchos lugares nombrados en épocas más recientes guardan grandes expectativas en sus nombres, como en este caso. Otros ejemplos son El Porvenir o La Libertad. En la imagen se ve una escena de los trabajadores del aceite de limón en Buenavista Tomatlán (Michoacán). La combinación de topónimos de distintas etapas históricas también es común en México. Tomatlán es una palabra de origen náhuatl que significa lugar de tomates.
5. San Francisco: 704 localidades
Francisco es el quinto nombre más común entre los mexicanos y también es popular en la geografía. A algunos de estos sitios se les llama coloquialmente San Pancho, como sucede con un pueblo costero en Nayarit. La parroquia que aparece en la fotografía es la de San Francisco de Asís, en San Francisco del Rincón (Guanajuato). Este municipio se autodenomina como la capital mundial del sombrero.
6. San Miguel: 644 localidades
Una de los lugares más famosos en México con ese nombre es San Miguel de Allende, la ciudad colonial de Guanajuato que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por UNESCO en 2008. Su nombre compuesto refleja otra práctica usual en los topónimos mexicanos: a un lugar ya establecido se le agrega el nombre de algún héroe de la nación. En este caso, Ignacio Allende. Otros casos similares son Tixtla de Guerrero o Ixhuatlán de Madero.
7. Rancho Nuevo: 626 localidades
En la foto aparece la playa Rancho Nuevo, una localidad situada en el municipio de Aldama, en el sur de Tamaulipas. Algunos pobladores del lugar trabajan para proteger los nidos y liberar a las crías de tortugas lora, un especie endémica del Golfo de México.
8. La Esperanza: 614 localidades
Uno de ellos es un municipio en el Estado de Puebla, casi en la frontera con Veracruz. Desde ahí se puede admirar el Pico de Orizaba, la montaña más alta de México, cuyo nombre náhuatl es Citlatépetl.
9. Santa Rosa: 596 localidades
Estos pueblos llevan el nombre de una de las santas nacidas en América (Santa Rosa de Lima). Por ejemplo, el pueblo de Santa Rosa Xochiac, un área rural localizada en la delegación Alvaro Obregón, que es parte de la Ciudad de México. La imagen muestra el Templo de Santa Rosa, construido a principios del sigo XX.
10. Guadalupe: 590 localidades
El de la virgen morena también es uno de los nombres más comunes en México. Guadalupe (Nuevo León) es un municipio integrado en la Zona Metropolitana de Monterrey, y en su territorio se levanta el inconfundible Cerro de la Silla. Un atractivo reciente de esta localidad es el Estadio BBVA Bancomer, donde se disputan los partidos del Club Monterrey.
11. Ojo de Agua: 578 localidades
Que exista un río, un lago o un manantial cerca de una comunidad, es una buena razón para nombrarla Ojo de Agua. En la fotografía aparece un sitio localizado en el municipio Magdalena Tlacotepec (Oaxaca). Tlacotepec es una palabra náhuatl que significa lugar situado en medio de cerros. Estos manantiales naturales se encuentran en el corazón del Istmo de Tehuantepec.