Rayouf Alhumedhi, que ahora tiene 16 años, se vio en 2016 con un pequeño problema en WhatsApp: en un grupo en el que estaban sus amigos se propuso que cada uno enviara el emoji con el que más se identificaban, pero ella no encontró ninguno que la representara. Alhumedhi llevaba cinco años viviendo en Alemania, pero su familia es de Arabia Saudí y ella es musulmana y llevaba hiyab. Se tuvo que conformar con una mujer morena.
En septiembre de ese año, Alhumedhi decidió presentar su propuesta de emoji cubierto con un pañuelo a Unicode, el consorcio que determina qué nuevos iconos se añaden en cada actualización. La propuesta llamó la atención de Jenniffer 8. Lee (sí, su segundo nombre es un 8), periodista y miembro del comité de esta organización. Lee le aconsejó que incluyera más información sobre la historia del pañuelo y la puso en contacto con la diseñadora Aphee Messer.
En la propuesta definitiva, que Alhumedi firmó junto a Lee y a Alexis Ohanian, cofundador de Reddit, la estudiante contaba que 550 millones de mujeres musulmanas “se enorgullecen de llevar el hiyab. A pesar de esta enorme cifra de personas, no se reserva ni un solo espacio del teclado a ellas”. Y recordaba que también forman parte de la tradición ortodoxa, católica y judía.
Unicode aceptó esta propuesta en noviembre del año pasado y este 2017 la incluyó en la versión 10.0 de sus emojis con el nombre “persona con pañuelo en la cabeza”. Este lunes 17 de julio Apple ha anunciado que incluirá la imagen en la nueva versión de iOS, que estará disponible este año (probablemente en otoño). Habrá otros 68 emojis, incluyendo una madre dando el pecho, un zombi y un dinosaurio. Aún no se sabe si estará disponible en Android.
En una entrevista publicada en la CNN, Alhumedhi, que ahora vive en Viena, apuntaba que este emoji “promueve la tolerancia indirectamente, ya que la gente se dará cuenta de que las mujeres que llevan un pañuelo no son solo personas que aparecen en las noticias. Una vez nos vean en sus móviles, seremos gente normal, con nuestras rutinas diarias”. En otra entrevista publicada en The New York Times, añadía: “Puede resultar chocante, pero cuando llevo el pañuelo me siento realmente liberada porque controlo de lo que quiero cubrir. El pañuelo permite a la gente ver más allá de la belleza de una mujer y apreciar su inteligencia”.
No todo el mundo está de acuerdo: tras el anuncio de Apple, algunos usuarios de Twitter mostraron su rechazo a este emoji, al considerarlo un símbolo de opresión.
El debate sobre el velo y el pañuelo no es nuevo, desde luego. La somalí Hibaaq Osman es la fundadora de Karama (Dignidad), una organización con sede en Egipto que trabaja por los derechos de las mujeres en la región árabe. En una entrevista publicada en EL PAÍS en mayo de este año opinaba que el pañuelo es un problema cuando existe la obligación de llevarlo o de quitárselo: “Ambos están imponiendo su visión y privando a las mujeres del derecho de elegir”. También añadía que “las redes sociales y las nuevas tecnologías están ayudando a derribar el muro de miedo de las mujeres”, que aún “tienen grandes problemas de visibilidad y reconocimiento en espacios públicos en todo el mundo”.