Hoy es el santo de los Santiagos. Y de los Jaimes. Y Jacobos, Diegos, Yagos, Thiagos y Iagos, entre otros. Todos estos nombres son equivalentes y tienen el mismo origen. ¿Cómo es posible? ¿Qué clase de brujería es esta?
Estas variantes proceden del Jacob hebreo (Ya’akov), latinizado como Iacobus o Iacomus. Dos de los apóstoles de Jesús se llamaron así, Jacob, aunque en castellano se los conoce como Santiago el Mayor y Santiago el Menor, como explicamos más abajo. Según la tradición, el primero estuvo predicando en España y fue enterrado en Galicia. De hecho, hoy es festivo en esta comunidad, además de en el País Vasco y Navarra. Aunque es poco probable que el apóstol llegara a España, es patrón del país desde el siglo XVII.
De Jacob viene Jaime
Tal y como explica Arturo Ortega Morán en su libro Cápsulas de lengua, Ya’akov pasó al griego como Iakóbos y al latín como Iacobus, siendo Jacob y Jacobo en castellano. “En latín medieval, Iacobus se transformó en Jacomu, de donde, en la región oriental de la península ibérica surgió la forma Jacme”. Esta 'c' se vocalizó dando lugar a Jaume en Cataluña y a Jaime en Aragón. Sin duda, se trata de la variante más elegante y que mejor suena. El hecho de que yo me llame así no afecta para nada a mi objetividad. Es algo evidente.
De Sant Iacobus viene Santiago
En la zona occidental de la península, “el latín Jacomu [una variante de Iacobus] se convirtió en Yago y Yagüe", tras perderse la última sílaba. "De tanto repetir Sant Yago, resultó el nombre Santiago”. En ocasiones se apunta que durante la Reconquista fue un grito de guerra y por eso acabó popularizándose como una sola palabra.
De Sant Yago viene Diego
La variante Tiago, que aún es frecuente en Portugal, viene del falso corte de Sant Tyago, en el que la -t de la primera palabra se acaba usando como primera letra de la segunda. De Tiago proceden Diago y Diego, “del que nacerían los patronímicos ‘Díaz’ y ‘Díez’". Los patronímicos son los apellidos que derivan del nombre del padre o de otro antecesor masculino, y que indican la pertenencia a un linaje.
Es decir, Diego no viene del griego Dídaco, como se dice en ocasiones: Didacus no existió en el latín hablado, sino que se latinizó Diego cuando ya existía, como se hizo con Ludovicus (de Luis, con origen germánico) y Xaverius (de Javier, con origen vasco), por ejemplo.
¿Cuántos Diegos, Santiagos, Jaimes y demás hay en España?
De todas las variantes de Santiago, la más popular es Diego, según datos del INE. Siguen Santiago, Jaime, Jaume (en catalán) y Jacobo.
Yagüe apenas se usa como nombre de pila: el INE no recoge datos, al no haber ni 20 personas registradas con ese nombre. Eso sí, 6.089 personas tienen Yagüe como primer apellido y otras 5.678, como segundo. Hay más variantes, como la asturiana Xacobu, que tampoco cuentan con representación suficiente.
Las versiones femeninas son muy poco habituales. Jaimita Llobregat, madre de Zipi y Zape, no se ve representada en el INE, al no llegar tampoco a las 20 personas en España. Su santo es el 8 de febrero. En otros idiomas sí son algo más frecuentes: Joscia en italiano y Jamie en inglés, por ejemplo. También es diminutivo de James y por eso lo lucen tanto la actriz Jamie Lee Curtis como el actor Jamie Foxx.
Así han cambiado los gustos
De las tres variantes más frecuentes, Santiago era la más frecuente hasta los años 80, mientras que Diego ha ganado mucho en popularidad desde los años 70 y sobre todo en los 2000. Hay que tener en cuenta que la última barra, la de 2010, solo recoge datos hasta 2015, por lo que su popularidad en realidad se mantiene a pesar de que parezca descender.
En cuanto a los nombres menos extendidos, Jaume se ha mantenido estable a lo largo del siglo. Yago es un nombre más popular desde los años 90, aunque en la década de los 2000 y por comparar, hubo diez veces más Diegos nuevos que Yagos. A los pobres Xaime y Xacobo ni se les ve en el gráfico. No es raro: desde 2011 solo ha habido 8 Xaimes nuevos. Entre 2001 y 2010, 24.
Santiagos por el mundo
Aunque en otros idiomas no hay tanto lío, sí vemos alguna muestra de la evolución que hemos comentado. Estos son algunos ejemplos:
Alemán: Jakob, Jacob. También es así en sueco y noruego.
Árabe: Yaʿqūb.
Chino: Yǎgè 雅各
Gaélico irlandés: Séamus, Séamas.
Griego: Iákovos (Ιάκωβος), Iakóv (Ιακώβ), Gyánkos (Γιάγκος).
Inglés: Jacob, James.
Italiano: Giacomo, Jacopo, Giacobbe.
Japonés: Yakobu ヤコブ
Portugués: Jacob, Jacó, Iago, Santiago, Tiago, Jaime, Jácomo, Diogo.
Turco: Yakup.