Con la llegada de nuevo año o con la aproximación del verano, a menudo nos proponemos hacer más ejercicio (o empezar a hacerlo). Pero si eres de los que ven la sala de máquinas del gimnasio como una mazmorra llena de instrumentos de tortura propios de la Inquisición, tenemos una solución para ti. Desde Verne hemos querido comprobar si la conocida “dieta del cucurucho”, puede ser posible o si, en definitiva, podemos perder peso mientras mantenemos relaciones sexuales (para poder subir una foto de nuestros abdominales a Instagram, por supuesto).
Bienvenidos al mundo del sexercise, unión de las palabras inglesas sex (sexo) y exercise (ejercicio), popularizado tras un estudio de la Universidad de Quebec de 2013 en el que se concluía que el sexo puede ser un buen “ejercicio moderado”.
El consumo calórico en el sexo
La ciencia se ha planteado en varias ocasiones cuántas calorías se consumen durante el sexo. De hecho, en 2013 la economista especializada en temas de salud Julie Frappier y su equipo llevaron a cabo un estudio en el que pusieron a los sujetos a correr en una cinta y a mantener relaciones sexuales durante 30 minutos.
¿El resultado? Correr en una cinta equivale a un consumo calórico de 8,15 calorías por minuto, mientras que mantener relaciones sexuales supone consumir 3,6 por minuto. También analizaron la intensidad del ejercicio. El sexo se posicionaba en una intensidad de 6 METS (intensidad moderada) y la cinta de correr en 8,5 METS (intensidad alta). Para medir el nivel de satisfacción, preguntaron a los usuarios sobre su experiencia: el 98% de los sujetos afirmaron que preferían el sexo a la cinta de correr.
“En el estudio referenciado, se determina que los hombres queman 4,2 calorías por minuto mientras que las mujeres se quedan en las 3,1. Los hombres suelen ser más activos en el sexo, de ahí que haya diferencia”, explica a Verne Antelm Pujol, entrenador personal y estudiante de Medicina. “Se determina que la intensidad del ejercicio sexual es superior a la de andar a 4,5 km/h, es decir, andar a buen ritmo; e inferior a la de correr a 8 km/h. Concretamente y según la American College of Sports Medicine (ASCM), la mayor organización deportiva y de medicina deportiva del mundo, el sexo cae dentro de las actividades de intensidad moderada. Y no solo eso, la ASCM recomienda cinco sesiones de actividad de intensidad moderada a la semana como hábito de vida saludable”, afirma Pujol.
Esta calculadora estima las calorías quemadas según diferentes variables, incluidas la duración e incluso la posición. Por ejemplo, un hombre de constitución media consume unas 60 calorías tras 10 minutos con la pose del misionero, mientras que una mujer en condiciones similares consume 34 en las mismas condiciones, pero 69 si se pone encima.
El tiempo y la intensidad del acto
El consumo calórico dependerá de ciertas variables. “Desde el segundo uno en que empezamos a ejercer esos movimientos, nuestro cuerpo se está activando y las pulsaciones están aumentando, por lo que empezamos a consumir calorías. ¿Y cuánto tiempo sería el recomendado? Unos 15 minutos sería un buen mínimo, relacionándolo con la idea de actividad física”, nos informa Ernest Dift, youtuber y entrenador personal, con más de 400.000 suscriptores en su canal de Youtube, The Fitness Boy. “Eso sí, el sexo es un buen sustituto del cardio, un complemento del ejercicio físico. Pero para mantenernos en forma y sanos, es un poco limitado”.
Por supuesto, tenemos que tener en cuenta que no solo el tiempo sino la intensidad será desencadenante para que nuestro cuerpo queme muchas más calorías. Pujol recomienda el HIIT, high Intensity Interval Training o entrenamiento en intervalos de alta intensidad, que es una de las formas más eficientes para la quema de grasa. ¿Cómo aplicarlo al sexo? “Recomiendo empezar con un calentamiento suave para evitar lesiones -por eso los preliminares son imprescindibles-, seguido de tres intervalos de alta intensidad de 30 segundos al 90% de vuestra capacidad y cada una de estas se interrumpen por 30 segundos de descanso activo al 60% de vuestra capacidad. Creo que no solo vais a satisfacer a vuestra pareja, sino que también conseguiréis quemar muchas más calorías”.
Tonificando glúteos y abdominales
Mediante el sexo, no solo podemos quemar calorías sino que también conseguiremos tonificar nuestro cuerpo. Un ejemplo es lo que aconseja Pujol: “Podemos tonificar nuestros abdominales mientras mantenemos relaciones sexuales a través de la ‘plancha abdominal’. Este ejercicio consiste en apoyarse en los codos y la punta de los pies, con la espalda neutra, y meter barriga y mantener la tensión entre 30 y 120 segundos. A partir de aquí, la pareja puede hacer varias posturas que combinan placer y tonificación muscular”.
Según nos explica la doctora Sagrario Jiménez, nutricionista y sexóloga, lo podemos poner en práctica a través de la postura de “la carretilla”. “La mujer se apoya con las manos en el suelo y con el culete en pompa; y el varón, como en el juego de la carretilla, encaja e introduce su pene en esta postura”.
Si lo que queremos es trabajar glúteos, Pujol recomienda el hip thrust. “Se ha demostrado que los ejercicios que causan una mayor activación de los glúteos son aquellos que usan un patrón de movimiento anteroposterior u horizontal. Así que al empujar, apretad bien el glúteo para un buen hip thrust”. ¿Cómo lo ponemos en práctica? A través de la postura de la araña. “La pareja se tiene que poner tumbada boca arriba, enfrentados los dos, con sus piernas entrelazadas, intentando elevar la pelvis y balanceándose. Así se trabajan muchísimo los tríceps, glúteos y abdominales”, afirma la doctora Jiménez.
Una dieta sana para mantener la erección y la lubricación
Pero de nada sirve el ejercicio sin una buena dieta. Por eso la doctora Jiménez aconseja mantener una dieta sana y equilibrada, que mejore la vasorregulación para que nuestros genitales no tengan problema de erección o lubricación.
“Recomiendo las frutas que tienen muchos betacarotenos como las fresas, los higos, el mango o el plátano. También podemos añadir una copita o dos de vino tinto a nuestro día a día. Tiene un poder antioxidante importante y un efecto desinhibidor que puede hacer la relación sexual más agradable. Eso sí, un puntito, claro, porque si nos pasamos hará el efecto contrario”. Cuando hayamos acabado el sexercise, debemos hidratarnos y consumir proteínas. “Un buen vaso de leche o un yogurt con frutos secos será ideal”, asegura.
Sea cual sea la excusa, el sexo es importante en nuestra vida. Tal y como dice Ernest Drift, “no introduciría el sexo dentro de una rutina de entrenamiento, ya que el sexo es algo que hay que practicar sí o sí, con cierta constancia. No solamente por el consumo calórico, sino por la liberación de ciertas hormonas (serotonina, dopamina, endorfinas, etc) que te hacen sentir de maravilla. Conclusión: hay que mantener relaciones sexuales”.
¿Quién se atreve a llevarle la contraria a un entrenador personal?