El temor a sufrir un acto de violencia de género impulsó a decenas de mujeres mexicanas a abrir las puertas de su casa tras la muerte de la veracruzana Mara Castilla en Tlaxcala. Con el hasthag #MiCasaEsTuCasaHermana y #MiCasaEsTuCasa, varias mujeres ofrecieron abrir las puertas de su vivienda para dar refugio a otras mujeres que se encuentren lejos de su domicilio y que se sientan inseguras de regresar en transporte público o al usar el servicio de aplicaciones como Uber o Cabify.
Este fin de semana, miles de personas en la Ciudad de México y Puebla salieron a protestar luego de que Mara Castilla fuera hallada muerta. El último registro que se tuvo de la estudiante fue cuando pidió el servicio de Cabify en Puebla y las autoridades de seguridad en el estado dieron a conocer que el conductor es el principal sospechoso de su asesinato. Además, en la misma semana que Castilla desapareció, un video con consejos de seguridad para mujeres ante los actos de violencia de género circuló también en redes sociales.
Aunque muchas personas se han unido a la iniciativa, algunos usuarios también alertaron sobre el peligro de compartir datos personales en redes sociales, por lo que algunas usuarias hicieron grupos privados en Facebook o en WhatsApp invitando a su círculo cercano de mujeres. La capitalina María Emilia Martínez, de 38 años de edad, creó un grupo privado en Facebook donde su círculo inmediato podría incluir también a amigas de sus amigas. “La idea es saber quién entra, quién sale y con más control de nuestros datos”, dijo a Verne vía mensaje de texto.
Carlos Brito, director de incidencia de la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) dice que es posible realizar expresiones de solidaridad sin abrir más frentes de vulnerabilidad. “Mientras haces pública en redes la posibilidad de recibir a mujeres en tu casa, limites también el acceso de tus datos personales estrictamente a otras mujeres de tu confianza a través de mensajes privados usando aplicaciones cifradas. Es una práctica muy utilizada en la seguridad digital: no meter toda la información en un mismo cajón”, dice a Verne vía correo electrónico.
En México, siete mexicanas son asesinadas diariamente y solo un 25% de los casos son investigados, según datos del Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidio.