El cantautor Albert Pla también ha querido dar su opinión sobre el referéndum ilegal del 1 de octubre. En una carta leída el jueves 21 en el programa El món, de la radio catalana Rac1, Pla ha asegurado sentirse "como el Patufet debajo de la col siendo devorado por el buey del independentismo" y pide "ayuda a todos los catalanes y españoles sensatos". Pla recuerda una infancia en la que salía corriendo de ver la La Passió de Esparreguera para llegar a tiempo al concierto de Bertín Osborne en el Palau de la Música.
Algunos se han tomado en serio esta carta, pero eso probablemente es porque no conocen al artista de Sabadell, cuyas canciones (en catalán y castellano) son un género propio. Pla se ha colado entre las tendencias de Twitter de este lunes, con más de 7.000 mensajes mencionando su nombre en apenas unas horas. Muchos han apuntado que su intención, como mucho, sería paródica. La carta de Pla exagera algunos de los tópicos sobre la Cataluña bilingüe hasta llegar al sarcasmo. Y está llena de contradicciones. Puro Pla. De hecho, después de abogar (más o menos) por el diálogo, cierra la carta con un "si alguien no está de acuerdo conmigo, ningún problema yo llamo a la Guardia Civil o al juez".
Pla ha hecho varias declaraciones provocadoras a costa de este tema. Una búsqueda nos devuelve titulares como "Me encantaría que Cataluña fuera independiente, pero no moveré un dedo para ello", "Depende de qué sardanas oigas, da asco ser catalán" y "A mí siempre me ha dado asco ser español, y espero que a todo el mundo". También recibió una multa de 100 euros en 2015 por decir en una entrevista que "mataría a los de Podemos". En 2014 explicó a EL PAÍS que el referéndum (en ese momento el de noviembre de 2014) no cambiaría mucho las cosas: "¿En qué me va a afectar? Hombre, dejaríamos de ver a Aznar y a Gallardón por la tele y en los periódicos saldrían menos personajes como el Rey… Pero en mi pueblo seguiría siendo todo muy normal, no creo que cambiara nada”. Pla también es autor de una novela titulada España de mierda.
Actualización (26/9/2017). Tal y como apuntábamos en el texto, la carta de Pla no tenía nada de sincera.
La carta de Albert Pla a Rac1
Ya nadie está para canciones, y más con la que nos está cayendo a los catalanes que también nos sentimos españoles. Tengo el corazón partío, me duele el alma, no entiendo nada. Me siento como el Patufet debajo de la col siendo devorado por el buey del independentismo. Son pocos pero cantan muy fuerte. Y sus cantos me están volviendo sordo de recuerdos. De recuerdos de mi juventud, de retales de mi infancia.
Aún me reconozco, no hace tanto tiempo, un joven lleno de sueños paseando por las Ramblas con amigos míos de Madrid hablando en castellano sin que nadie te insultara por la calle. Recuerdo que entonces esa Barcelona era la Barcelona más bonita del mundo. La Barcelona de Juan Marsé, Gil de Biedma, Vargas Llosa y de tantos otros catalanes. Recuerdo con el corazón partío esas entrañables tertulias en mi querida Boquería, en el bar Pinocho, donde todos decíamos lo que pensábamos y nos reíamos de nuestras discrepancias. Pero ahora mis antiguos amigos se sientan en el taburete más alto, acallando a los demás. Nos han vuelto chiquitos, nos tratan como a niños...
Por favor, ¿podéis bajar la música?
Y yo les digo que me siento orgulloso de ser niño, me niego a perder mi infancia. Aún recuerdo cuando mi madre me cantaba El noi de la mare y después me ponía Fina estampa, de Dolores Pradera. Me dormía agarrado a su mano sabiéndome el niño más listo del mundo porqué mi madre me decía que yo hablaba dos idiomas y que el resto de niños del mundo solo hablaban uno. Mi madre me decía mientras me acurrucaba sonriendo: “Sí, cariño, eres el niño más listo del mundo”.
También recuerdo a mi padre escuchando ese maravilloso disco de Serrat cantando a Machado y luego tatareando L’home dibuixat, de Sisa. Tengo envidia de mi infancia. De aquel otro día que con mi familia tuvimos que salir con prisa de Esparreguera después de ver La Passió porque no llegábamos a tiempo de ver a Bertín Osborne en el Palau de la Música. Tengo envidia de mi juventud. Recuerdo como si fuera hoy a Maragall al lado del presidente español remando juntos en una barquita chiquita rumbo al gran puerto de las Olimpiadas que presentó al mundo una Cataluña y una España impensable 20 años antes. Pero ahora esta barca también se hunde. ¡Socórreme, agua, por favor!
¡¿Queréis bajar la música?! ¡Hombre!
Des del barquito de papel de mi infancia pido ayuda a todos los catalanes y españoles sensatos. Solo pido que en Cataluña se me defienda como ciudadano. No confío mucho en Rajoy aunque reconozco que ha sorteado la crisis económica con notable habilidad. Pero también creo que tal vez no ha gestionado bien la problemática de Cataluña. Creo que la situación actual reclama que otros políticos más sensatos como Pedro Sánchez deben liderar ahora serenamente y sin prisas, sobretodo sin prisas, una respuesta dialogada con el presidente catalán, que, aunque mande en minoría, si sumas el voto de todos los catalanes sigue siendo el presidente de Cataluña.
No queremos tener más privilegios que cualquiera de las otras regiones de España. Pero, ¿os imagináis la maravilla que sería que también pudiéramos ver algún día a los españoles saliendo de los toros con prisa para poder disfrutar d’Els Pastorets con lágrimas en los ojos y el corazón partío?
Se despide Albert Pla, ciudadano del mundo.
Abaixa la música, collons!
(Y nada, si alguien no está de acuerdo conmigo, ningún problema, yo llamo a la Guardia Civil o al juez.)