Fundación Oso Pardo ha compartido esta semana un vídeo que se ha movido estos días por WhatsApp en el que se puede ver a dos osos en medio de una carretera de Cantabria. Guillermo Palomero, presidente de la fundación, cree que los pasajeros del vehículo no tenían intención de acosar ni agredir a los animales. Pero sí desea recordar con esta publicación en redes sociales lo que no hay que hacer cuando nos encontramos en una situación de este estilo.
"El primer error a evitar es no aguantarse las ganas de grabar el momento para las redes sociales. Debemos pensar primero en las necesidades del animal", explica a Verne por teléfono. "Cada semana nos llegan uno o dos vídeos de gente que ha grabado a osos tras encontrárselos en una carretera. En algunos de ellos se puede ver cómo se persigue a los animales con crueldad", comenta Palomero, quien recuerda que el oso pardo es una especie en vías de extinción.
Desde la fundación explican a Verne qué debemos hacer cuando nos encontramos con un oso en carretera. "Tenemos que intentar aparcar y esperar unos minutos o, por lo menos, debemos aminorar la marcha todo lo posible. Es más importante dejar espacio a los animales para que salgan de la carretera en vez de obtener un momento inolvidable con nuestra cámara", comenta Palomero.
"En este vídeo no vemos que el conductor acelere, pero tampoco reduce su marcha lo suficiente. Los osos son animales imprevisibles. Si se sienten acosados, quizá reaccionen de forma agresiva. Este tipo de situaciones pueden provocar además accidentes de tráfico con coches que vengan en dirección contraria. Quien acosa o agrede a los osos por diversión puede enfrentar multas administrativas e incluso penas legales", apunta el presidente de la fundación.
Ni ruidos ni luces
Este protocolo se aplica también al resto de animales salvajes, comentan a Verne desde el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona): "No debemos asustarnos y hacer movimientos bruscos. Tampoco hacer ruidos para animarlos a que abandonen la vía pública ni emitir señales luminosas bruscas. Cuando queremos que la situación se solucione, hay que respetar el ritmo del animal en vez de intentar imponer el nuestro".
Guillermo Palomero cuenta que no es necesario llamar en el momento al Seprona o a una organización como Fundación Oso Pardo, a no ser que el animal esté herido. "Sí agradecemos que luego, cuando tengan tiempo, nos informen de dónde se han encontrado al oso u osos para que los especialistas podamos llevar un registro de sus movimientos", dice.
Estos dos osos del vídeo son ya conocidos para la Fundación Oso Pardo. "Son hermanos y tienen dos años. Pertenecen a una familia que se mueve entre Palencia y Cantabria, pero ellos se independizaron de su madre esta primavera. Se alimentan de bellotas y hayucos [fruto del haya]. Aunque este otoño está difícil encontrar alimento han encontrado un buen yacimiento de bellotas, así que son perfectamente independientes", relata Palomero.
"Por fortuna, la población de este tipo de osos está creciendo. Ahora hay 300. Es una especie que necesita moverse, así que ya no es tan raro encontrarlos en carreteras. Es mejor informar a aquellos que cuidamos de ellos que hacerlo en redes sociales", insiste el presidente de la fundación.