"Yo soy gay, indio y pobre... y además soy travesti: cuatro factores de desventaja", sostiene la activista Alberta Cánada en el corto documental La primavera rosa en México (2016). Su historia es una de las que narra esta producción, donde se refleja la discriminación y violencia física que sufre la comunidad LGBTI en el país. La película de Mario de la Torre ha sido nominada a los Premios Goya 2018, en España, en la categoría de mejor cortometraje documental. Este es el trailer:
El corto de 23 minutos es parte de un proyecto multiplataforma más amplio, La primavera rosa, que hasta ahora ha mostrado la discriminación hacia la población LGBTI en Túnez, Rusia, México y Brasil. Por cada país se ha producido también un libro digital interactivo que ahonda en el contenido. Próximamente se lanzará la edición de España, de donde es originario el director del proyecto.
"Aunque la situación aquí parece mucho mejor, -ya que hay una legislación que protege a las personas sin importar su orientación sexual- la problemática subyace", asegura De la Torre a Verne vía telefónica. "En la pieza de España nos vamos a centrar en los menores: chicos del colegio que se enfrentan a formas de discriminación que causan mucho dolor".
En 2015, De la Torre estuvo en la Ciudad de México para filmar a varios activistas que luchan por la igualdad, como Alberta Cánada. Otros personajes que narran sus experiencias de vida en el documental son la boxeadora lesbiana Mary Villalobos; el fotógrafo gay Gabriel Pineda y algunas integrantes de la asociación Almas Cautivas A.C, dedicada a apoyar a la población penitenciaria en situaciones de vulnerabilidad, como las mujeres trans.
A pesar de que la Suprema Corte de Justicia legalizó el matrimonio homosexual, México registra altos niveles de violencia contra la comunidad LGBTI. De acuerdo con la organización Asistencia Legal por los Derechos Humanos, el país ocupa el segundo puesto mundial en este sentido, solo por debajo de Brasil. En los últimos dos años, 202 personas fueron asesinadas en México por su orientación sexual, identidad o expresión de género, de los cuales 108 eran mujeres trans, 93 hombres homosexuales y una mujer lesbiana.
Otro factor a tener en cuenta en el territorio mexicano es el poder de la iglesia, que en opinión de De la Torre "tiene mucha fuerza en las conciencias de los ciudadanos". Esto se manifiesta en la existencia de organizaciones ultra-conservadoras, como el Frente Nacional por la Familia.
No obstante, De la Torre observa que las sociedades en general cada vez son más conscientes y que las comunidades LGBTI se están empoderando. De ese despertar paulatino se deriva el nombre de su proyecto, inspirado en lo que significó en su momento la Primavera árabe. La primera parte de la serie se filmó en Túnez tras el estallido de dicho movimiento democrático, que sin embargo no se tradujo en protección para las personas con orientaciones sexuales diversas.
"En Túnez todavía hay una ley que prohíbe la homosexualidad y en su nombre se realizan aberraciones a las personas denunciadas", explica el director. En Rusia, por otra parte, "hay una ley contra la propaganda homosexual".
De la Torre aún no tiene claro por cuánto tiempo continuará La primavera rosa. "Queremos que la gente se sume y se convierta en un proyecto colaborativo. Ya hay personas creando piezas para colorear todo el mapa de rosa. Para que los miembros de la comunidad LGBT de todo el mundo sepan que están solos".